Poppi pasó de estar en ferias de emprendedores a venderse por US$1.950 millones. Su fórmula saludable y estética retro conquistó a PepsiCo y a la generación Z.
Stephen y Allison Ellsworth comenzaron mezclando vinagre de sidra de manzana con jugo de frutas en su cocina, tratando de resolver un problema de salud personal. Hoy, su creación, Poppi, es la más reciente joya en el portafolio de bebidas saludables de PepsiCo.
El gigante global de bebidas anunció recientemente la adquisición de esta marca de sodas prebióticas por US$1.950 millones, una movida que deja claro cuán en serio se está tomando la industria de los refrescos ofrecer productos más saludables.
Es un momento crucial no solo para Poppi, sino para toda la categoría de bebidas funcionales. Lo que antes se veía como una tendencia de nicho, las sodas “mejores para ti” se están volviendo rápidamente un básico en las neveras estadounidenses. Coca-Cola lanzó recientemente una competidora llamada Simply Pop, y Olipop —rival de Poppi— recaudó US$50 millones con una valoración casi idéntica. Todas las señales apuntan a lo mismo: el futuro de las gaseosas está cambiando.
De Shark Tank al Super Bowl
La historia de Poppi comenzó en Texas, Estados Unidos. Los Ellsworth empezaron vendiendo sus bebidas con vinagre de manzana en ferias agrícolas locales. Años después, lograron un trato en Shark Tank, aseguraron distribución nacional y cambiaron su nombre de “Mother Beverage” a la más pegajosa y divertida “Poppi”.
¿Su objetivo? Mantener el sabor y el gas de una soda tradicional, pero sin el exceso de azúcar ni los ingredientes artificiales. Con sabores nostálgicos como cherry cola, root beer y soda de naranja, Poppi conquistó rápidamente a consumidores que buscaban opciones más saludables sin sacrificar el gusto.
Y la estrategia funcionó. Poppi se convirtió en la soda funcional más vendida en Amazon, superó los US$100 millones en ingresos anuales y llegó a las estanterías de grandes minoristas como Target, Whole Foods, Costco y Publix.

Pero Poppi no solo vendía soda: construyó un estilo de vida. Con empaques retro y una voz de marca divertida y nostálgica, Poppi conectó con una generación Z y millennials que buscan autenticidad. La marca apostó por el marketing con influenciadores, lanzó mercancía exclusiva, organizó eventos llamativos y hasta consiguió un anuncio en el Super Bowl de 2024 —llegando a casi 30 millones de hogares. Fue el comercial más visto del partido.
“Poppi se ha convertido en mucho más que una soda, ya es una comunidad y un estilo de vida. Desde mercancía exclusiva hasta colaboraciones emocionantes con otras marcas, estamos generando expectativa y emoción que van más allá del producto. Como amantes de la soda, queremos compartir la alegría y la libertad de volver a tomar refrescos y normalizarlo. Durante mucho tiempo, la soda ha tenido mala reputación, y nuestra misión es cambiar eso. ¡La respuesta que vemos en la generación Z nos confirma que vamos por buen camino!”, compartió Ellsworth en una entrevista con Forbes.
Para PepsiCo, Poppi representa más que una marca de alto crecimiento. Es parte de un cambio estratégico más amplio.
“Hemos estado evolucionando nuestro portafolio de alimentos y bebidas durante muchos años, innovando con nuestras marcas en nuevos espacios y a través de adquisiciones estratégicas y disciplinadas que nos permiten ofrecer más opciones positivas a los consumidores”, dijo Ramon Laguarta, presidente y CEO de PepsiCo, en un comunicado de prensa. “Más que nunca, los consumidores buscan opciones convenientes y sabrosas que se adapten a sus estilos de vida y respondan a su creciente interés por la salud y el bienestar. Poppi complementa perfectamente nuestros esfuerzos de transformación del portafolio para satisfacer esas necesidades”.
Esta adquisición se enmarca en una tendencia más amplia en el sector de bienes de consumo. El mercado de bebidas funcionales alcanzó los US$134.000 millones en 2024 y se proyecta que llegará a los US$231.000 millones para 2033. Los compradores ya no solo quieren bebidas que sepan bien: quieren que también hagan bien al cuerpo.
Lo que hace que el ascenso de Poppi sea tan notable no es solo la velocidad, sino el cambio de mentalidad que representa. Durante décadas, la categoría de sodas estuvo dominada por los mismos pocos nombres. Hoy, nuevos jugadores no solo están ganando espacio en los estantes, sino que están redefiniendo lo que puede ser una soda.
Aunque Coca-Cola y Pepsi siguen liderando en escala, son marcas más pequeñas y dirigidas por sus fundadores, como Poppi, las que están marcando la pauta cultural y reescribiendo las reglas del juego.
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