John McNamara, un ex militar que conoce bien el país, dijo en la Asamblea de Amcham que el gobierno de Donald Trump ve con preocupación el estrechamiento de relaciones de Colombia y China.

Aunque dijo que las relaciones bilaterales son sólidas y resilientes, John McNamara, embajador (e) de ese país en Colombia, señaló que el cambio en las regulaciones locales que dejaría por fuera la certificación de seguridad estadounidense es arbitraría y que afectará un comercio de más de US$ 700 millones, a partir de mayo.

McNamara, un ex militar que llegó a Colombia por primera vez a finales de los 80 con la misión de entrenar a miembros de las fuerzas armadas, explicó, al intervenir en la asamblea de Amcham Colombia, que “America First” no es sinónimo de aislamiento y que lo que busca es promover relaciones beneficiosas con el resto del mundo.

La nueva normativa, impulsada por el gobierno colombiano a través del Ministerio de Transporte, eliminaría el reconocimiento de larga data de los estándares de certificación estadounidenses, conocidos como Federal Motor Vehicle Safety Standards (FMVSS).

“Es verdad que tenemos superávit comercial con Colombia, pero nos preocupan las barreras comerciales en las relaciones bilaterales que no hemos podido resolver”, dijo el funcionario que advirtió que la administración Trump ha tomado nota del acercamiento de gobierno actual a China, un “país comunista y no democrático”.

“Tiene implicaciones a largo plazo, ya que afecta el bienestar y la seguridad regional”, agregó y dijo que, aunque respetan la soberanía de Colombia, ese tipo de decisiones deterioran el clima de las relaciones binacionales. 

McNamara señaló también que el relajamiento de Colombia de algunas normas en materia de ciberseguridad en materia de “cloud computing” (en concreto, de nube pública) afectaría a empresas estadounidenses que brindan esos servicios.

“También es una decisión arbitraria que beneficiaría a empresas que no son de nuestro hemisferio”, dijo McNamara en su intervención en la cual también se refirió al proceso de certificación en la lucha contra el narcotráfico.

La decisión, que debería conocerse a comienzos de septiembre, preocupa al gobierno colombiano y al sector privado, ya que podría tener implicaciones económicas y afectar el comercio y las inversiones de Estados Unidos en el país.

“Es una decisión técnica, no política que se basa en los resultados”, dijo el embajador (e) que se mostró preocupado por el aumento de los cultivos de droga en Colombia. 

El funcionario anunció también el restablecimiento de la cooperación militar para la lucha contra el narcotráfico y los grupos guerrilleros, así como de ciertos programas de inversión social.

De hecho, McNamara estuvo esta misma semana en Popayán donde sostuvo reuniones con autoridades militares y civiles, en un departamento afectado por acciones terroristas de las disidencias de las Farc y grupos paramilitares dedicados al narcotráfico.  

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