Con su ampliación y modernización durante los próximos 30 meses, el Rafael Núñez estará en capacidad de movilizar 11,5 millones de viajeros al año.

El Aeropuerto Rafael Núñez de Cartagena cerró al primer trimestre con 633.800 viajeros movilizados: 458.178 nacionales y 175.622 internacionales en casi 5.000 operaciones. Y, según la Alcaldía, de los 192.000 visitantes que llegaron en Semana Santa, 107.000 lo hicieron por avión.

Las cifra total, que representa un crecimiento acumulado del 9 % durante el primer trimestre de 2025 frente al mismo período del año pasado, confirma el buen momento que atraviesa el ‘Corralito de Piedra’, pero también evidencia que el Rafael Núñez se quedó pequeño para atender la llegada y salida de viajeros, especialmente en las horas pico.

“Estamos comprometidos con hacer del Aeropuerto Internacional Rafael Núñez un espacio cada vez más cómodo, eficiente y memorable”, dice Carlos Cuartas, gerente de la concesión OINAC, la APP que asumió el manejo del terminal en marzo de 2024 por 8 años y medio hasta 2032.

De hecho, en marzo de este año comenzaron las obras de modernización, que supondrán una ampliación del 40% con una inversión de $1,4 billones, con lo cual estará en capacidad de atender a 11,5 millones de viajeros cada año.

Durante los próximos 30 meses, la concesión liderará la actualización y la obra de diversas áreas estratégicas como el nuevo edificio internacional, que duplicará el espacio de llegadas y salidas internacionales, pasando de 25,000 m² a más de 44,000 m²; la adecuación de las plazas de estacionamiento, que crecerán de 180 a 330; la implementación de cinco puentes de abordaje, salas de espera y tecnología ‘Swing Gate’, la cual permitirá la optimización de los espacios entre nacionales e internacionales.

La fachada del aeropuerto se amplía 12 metros hacia el parqueadero para darle amplitud al hall central, y el parqueadero pasa de tener 187 celdas a 300 en dos pisos.

“Cartagena ha sido de malas y diversas circunstancias han impedido que el Rafael Nuñez dé un salto en su infraestructura, lo que se padece hoy en la falta de puentes de abordaje”, dice Cuartas que, sin embargo, destaca que la pista del aeropuerto es la segunda más eficiente del país después de Bogotá.

“Lo que nos falta es la calle de rodaje que vamos a construir, son 980 metros lineales que con lo que ampliaremos las frecuencias de 19 a 24 por hora, porque permite que el avión salga de la plataforma y no ocupe la pista como sucede hoy en día sin que puedan aterrizar o despegar otros”, explica.

Y aunque una concesión de 8 años y medio puede ser considerada corta, Cuartas explica a Forbes que el aeropuerto necesitaba una modernización urgente, que debió haberse hecho hace 8 años.

Y es que como dice Cuartas, si bien el Rafael Núñez no es la empresa más grande de Cartagena sí es la más importante, ya que alimenta su economía en forma trasversal y contribuye a la generación de miles de empleos.

Según la información de las entidades encargadas de los eventos y los gremios turísticos, durante Semana Santa el turismo generó un impacto económico de $830.000 millones, siendo el sector hotelero, el de transporte y comercio los más beneficiados.

Por concepto de hospedaje, la cifra asciende a $666.761 millones, el sector de comercio (relacionado especialmente con restaurantes, comidas y bebidas) a $121.830 millones y el sector de transporte a $39.776 millones según el Programa de Estudios Económicos de la Secretaría de Hacienda.

El proyecto del aeropuerto de Bayunca, ubicado cerca de Cartagena, que busca aprovechar corredores de la Vía del Mar y la carretera de La Cordialidad, no estaría listo antes de 2034.

Según Cuartas, con ello el actual aeropuerto tiene garantizado como mínimo dos años más de operación, aunque la concesión pase en 2032 a un nuevo operador.

En cuanto a la construcción en sí, el directivo explica que los viajeros que lleguen ya pueden ver el despliegue de contenedores para ir creando los espacios de obra, a la par con los estudios geológicos de pilotes y que en pocas semanas comenzarán los cerramientos y demoliciones.

Clave en la modernización es la adopción de la tecnología VeryPax para el ingreso a las salas de espera mediante el pasabordo en el celular, sin tener que sacar la cédula, tal como ya ocurre en El Dorado.

“Tenemos que seguir creciendo”, señala Cuartas y explica que la expansión del terminal y el contar con puente de abordaje en los próximos dos años facilitará la llegada de rutas directas desde Brasil y la costa oeste de Estados Unidos, tal ocurre desde Santiago de Chile o Lima con los vuelos que ya ofrecen Latam Airlines y Jet Smart.

Mientras tanto, la concesión tiene prevista la intervención del muelle nacional para ampliar en 400 sillas su capacidad actual de 1.200 con el fin de enfrentar los cuellos de botella que se presenten en las horas pico o cuando hay cierres en Bogotá, lo que suele provocar su saturación con hasta 2.000 personas.