Empieza una pelea por el pollo: Frisby Colombia enfrentará una batalla legal por el uso de su marca en Europa.
Lo que parecía una historia de expansión internacional de una querida marca colombiana de pollo frito se convirtió en una disputa legal con tintes de novela corporativa. Frisby S.A. BIC, una de las mayores cadenas de restaurantes en Colombia, emitió un comunicado público denunciando un presunto uso no autorizado de su marca, personajes e identidad visual en España.
La empresa colombiana, con casi cinco décadas de historia, asegura que no ha iniciado ni autorizado “ningún proceso de expansión, comercialización ni inversión bajo la marca Frisby en España ni en otros países de la Unión Europea”.
En su comunicado oficial, Frisby afirma que terceros han estado utilizando elementos clave de su identidad —como el “Pollo Frisby”, su mascota característica— en canales digitales como @frisby_es en Instagram y TikTok, así como en el sitio web frisby.es.
“Rechazamos cualquier intento de terceros no autorizados de aprovecharse de la reputación de nuestra marca”, advirtió Frisby S.A. BIC, señalando que ya explora acciones legales para defender su propiedad intelectual.
La respuesta no se hizo esperar. Un día después, Frisby España SL publicó un comunicado de prensa en el que se deslinda por completo de la empresa colombiana y afirma tener la titularidad exclusiva de la marca en la Unión Europea. “Frisby España es el titular exclusivo y legalmente registrado de la marca FRISBY en la Unión Europea”, reza el documento, citando como respaldo la legislación vigente en materia de propiedad industrial (EUIPO).
Frisby España se describe como una “entidad totalmente independiente, sin vínculo corporativo con Frisby S.A. BIC” y asegura que su operación en el continente europeo ha sido “establecida de forma legítima y transparente”. Incluso va más allá, anunciando que abrirán su primer restaurante en los próximos meses y que han iniciado oficialmente el proceso para otorgar franquicias.
“Consideramos impropio calificar como ‘uso indebido’ una operación plenamente registrada, desarrollada con seriedad y visión a largo plazo”, señaló la compañía con sede en Bilbao.
El caso plantea interrogantes sobre la protección internacional de marcas latinoamericanas y cómo el proceso de registro en distintas jurisdicciones puede abrir la puerta a disputas legales y de reputación.
En Colombia, Frisby es mucho más que una cadena de pollo frito: es una marca que evoca nostalgia, familiaridad y confianza.
Frisby S.A. BIC fue enfática: “Toda comunicación oficial de Frisby S.A. BIC se emite única y exclusivamente a través de nuestros canales oficiales”, advirtiendo sobre posibles fraudes relacionados con falsas oportunidades de inversión y franquicias.
Mientras tanto, desde España, los planes de expansión siguen adelante. “Reafirmamos nuestro compromiso con la calidad, la legalidad y la fidelidad a la identidad Frisby”, concluye el comunicado de la empresa europea.