Carolina Espitia se convirtió en la primera mujer en liderar Alpina, una de las principales compañías de lácteos de Colombia. Dirige 3.500 empleados y una operación de 2,1 billones de pesos al cierre de 2024. El secreto de su éxito, dice, ha sido lanzarse a los retos incluso cuando debe aprender en el camino.
La profesional que es hoy está lejos de ser la que imaginó que sería cuando estudiaba Ingeniería Industrial en la Universidad de Los Andes, confiesa en conversación con Forbes Carolina Espitia, presidenta de Alpina.
Su carrera inició en el sector de banca de inversión y se convenció de que a eso se dedicaría toda la vida. Estaba equivocada. Antes de llegar a Alpina, hace nueve años, estuvo en el sector asegurador y ocupó roles de mercadeo y compras. En la empresa de lácteos fue contratada como líder del área de finanzas, “sin saber nada sobre leches o sobre ese negocio”, agrega. Finalmente, llegó a la presidencia.
Esa designación también le llegó por sorpresa. Aunque tiene una carrera de 25 años de experiencia corporativa y empresarial, nunca soñó con llegar a la presidencia. “Me doy cuenta de que a través de este camino me formé para ser una persona integral. Lo que uno debe tener son capacidades más que conocimiento, el conocimiento se consigue”, dice.
Hoy está a cargo de una operación de 3.500 empleados y de un gigante que en 2024 vendió 2,1 billones de pesos, poco más de un 16% de lo registrado en 2023. Este año la compañía cumplió 80 años en el mercado y puso en marcha una inversión por 120.000 millones de pesos para aumentar capacidades y renovarse tecnológicamente, con el fin de soportar el crecimiento futuro.
A nivel personal, Espitia señala que su reto ha sido pasar de ser una persona enfocada en los resultados y en la ejecución del día a día, a desarrollar una visión 360 para construir planes a largo plazo y llevar la compañía en el camino del desarrollo y la innovación.
Dentro de los planes para 2025, la directiva señala que tienen como objetivo reforzar la importancia de los lácteos en la nutrición de los colombianos. “Estamos convencidos de que los lácteos son un súper alimento y tenemos que volver a hablarle de eso a los colombianos”.
La compañía también tiene preparados cambios y lanzamientos especiales en producto. Recientemente presentaron Alpi10, una apuesta por reinventar e industrializar la colada que los colombianos han hecho toda la vida en su casa y que se ofrece especialmente a los niños.
Liderar mirando la oportunidad
De su visión, Espitia siente que ha impreso aspectos suyos en la forma en la que lidera la empresa. “Primero, ese espíritu transformador con el que me identifico. De mi visión creo que le he impreso cosas a mi gestión en la compañía: primero, estamos volcados en el trabajo interno, trabajando en portafolio, en la estrategia, en cómo operamos, en cómo estamos organizados como equipo”, dice.
El segundo rasgo de su personalidad que llevó a Alpina fue el de trabajar con enfoque en las personas.
“Saber el nombre de cada colaborador, más allá de su rol, hace la diferencia. Alpina me cambió por completo. Esta empresa habla mucho de la cultura organizacional y de la importancia de la gente, creemos en el desarrollo de las personas, damos la oportunidad de que exploren roles que no son tan naturales. Esa es una visión que me llenó y de la que hoy estoy 100% convencida”, concluye.
Su visión también incluye especial atención a temas de género y oportunidades para todos sin importar su formación, género o raza. Es una voz activa del empoderamiento femenino y actualmente el 70% de sus empleados son menores de 30 años, por lo que también apuesta por los liderazgos frescos y la apertura de oportunidades que no estén vinculadas necesariamente a la carrera de formación de los colaboradores.
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