En medio de una revolución en los pagos digitales, Credibanco consolida su papel como engranaje clave del sistema financiero colombiano, apostando por innovación, seguridad e inclusión. Esta es la visión de su presidente para liderar el cambio, en tiempo real.
En los sistemas complejos, el verdadero mérito suele pertenecer a quienes logran que todo funcione sin ser siempre visibles. Así ha operado Credibanco, consolidándose como una columna vertebral en la arquitectura de pagos de Colombia.
De fondo, Credibanco se caracteriza en el mercado por entregar una oferta de valor innovadora, diferenciada por estar presente en gran variedad de segmentos como grandes comercios, pymes, movilidad y microcomercios. Esta oferta incluye la nueva generación de datáfonos inteligentes con Android, siendo pioneros en el país con esta nueva tecnología que ya no solo está impulsando los pagos móviles a través de GPRS, sino que también están incursionando en grandes superficies con datáfonos fijos, y transformando la experiencia de pago con terminales autoservicio de última tecnología en espacios como supermercados, parqueaderos, estaciones de recarga, vending y más.
Felipe Acevedo, presidente de Credibanco, afirma que la clave del éxito ha sido ofrecer en el punto de venta no solo tecnología innovadora a través de los datáfonos, sino también la posibilidad de integrar aplicaciones de terceros que complementan y potencian la propuesta de valor para los comercios, disponibles a través del App Store. Además, “hemos desarrollado diversas soluciones de valor agregado —como Smart Cart, Hospitality, bonos digitales y créditos— diseñadas específicamente para apoyar a distintos tipos de negocios”, menciona.
Credibanco no solo se ha modernizado en el punto de venta, sino que también le apuesta a la omnicanalidad con soluciones de e-commerce, garantizando una oferta integral para las ventas del comercio, y facilitando los procesos de conciliación y cierre de ventas a través de su plataforma Hub Connect.
Esta oferta diferenciadora para distintos segmentos se suma con tecnología, estabilidad e interoperabilidad que se cruzan con una ambición clara, facilitar una economía cada vez más abierta, conectada e inclusiva. Por eso, la pregunta no es solo por qué Credibanco la está dando toda, sino cómo llegó a ser el jugador que está revolucionando el ecosistema en Colombia.
Fundada hace más de 53 años por un grupo de bancos colombianos con el fin de operar redes de tarjetas y medios de pago electrónicos, Credibanco ha sabido adaptarse a cada gran cambio del sistema financiero nacional. De las primeras terminales de punto de venta al actual debate sobre pagos inmediatos, su historia es la de una infraestructura que evoluciona mientras mantiene el pulso del mercado.
Caminando por su centro de gestión, donde monitorean las transacciones del país para tomar decisiones basadas en millones de puntos de datos en tiempo real, el presidente Acevedo lo resume así, “Somos una red que garantiza la operación segura, confiable y escalable de un ecosistema que se transforma minuto a minuto. Ese es nuestro diferencial, combinamos visión de futuro con una arquitectura operativa robusta que nos permite estar listos para lo que viene con las más altas certificaciones de seguridad, innovación y trabajo duro”.
Tecnología al servicio de la interoperabilidad
Esa solidez no es accidental. Credibanco ha invertido con decisión en una plataforma tecnológica, siendo la más moderna y flexible del país, que le ha permitido ser el procesador aliado de las entidades financieras, y únicos con una oferta de gestión integral de cinco franquicias, Visa, MasterCard, Amex, Diners y UPI, generando a corte de abril de 2025, más de 361 millones de transacciones.
Uno de los grandes retos que enfrenta Colombia, y la región, es la interoperabilidad real entre distintos actores del sistema financiero. Credibanco ha apostado por habilitar esa integración desde su arquitectura tecnológica, anticipándose a estándares globales como los del open finance. Además, han creado un robusto equipo de UX, analítica, inteligencia artificial enfocado en que toda la organización sea costumer centric, conectado con sus necesidades a lo largo de la omnicanalidad.
“La interoperabilidad no es una promesa, es una obligación si queremos cerrar brechas. Por eso trabajamos en APIs abiertas, conexión con billeteras digitales, e integración con entidades tradicionales y nuevos jugadores. Creemos en un ecosistema abierto donde todos puedan aportar y beneficiarse”, explica Acevedo.
Operación sin fricciones, incluso en lo invisible
Buena parte del éxito de una red como Credibanco radica en que las personas no la noten. Que una transacción se apruebe en segundos a cualquier hora del día. Todo eso ocurre gracias a una operación continua, basada en estándares internacionales y monitoreo 24/7.
El respaldo operativo incluye centros de datos con disponibilidad superior al 99.99%, cobertura geográfica, compensación, conciliación, y la mejor tasa de aprobación, todo esto con un equipo técnico comprometido por garantizar el mejor de los servicios en sus plataformas. Allí, apostarle a escalabilidad con soluciones como Kubernetes, y a estar de la mano en el ecosistema B2B2C para las soluciones correctas en el momento correcto.
El presidente Acevedo revela que han transformado su modelo de operación a uno de inteligencia aumentada (humana + artificial), en donde han evitado más 650.000 horas hombre, “eso nos ha permitido mejorar los niveles de experiencia con cada uno de los clientes, siendo un modelo referente de transformación digital para la industria financiera”.
Pero más allá de mantener las luces encendidas, Credibanco ha empezado a ocupar un lugar activo en la conversación sobre el futuro financiero del país. Desde soluciones con tokenización y pagos sin contacto hasta alianzas con Fintechs en transporte, donde ya se lanzó en TransMilenio y en otras ciudades, la compañía ha demostrado que su apuesta por la innovación no es de un área, sino un compromiso organizacional.
Uno de los ejemplos más potentes es su preparación para integrarse a Bre-B, la solución de pagos inmediatos desarrollada por el Banco de la República. Este sistema, que será lanzado próximamente, permitirá a los colombianos hacer transferencias instantáneas entre bancos y billeteras digitales en segundos, sin depender de horarios ni intermediarios.
Credibanco será uno de los actores habilitadores de esa interoperabilidad, aportando su experiencia y robustez técnica a un cambio que podría redefinir el uso del dinero digital en el país, y apalancándose con expertos locales y gracias a la experiencia de figuras en otros países como Brasil.
Estabilidad como activo invisible
En un entorno muy activo y de muchos cambios y transformaciones, Credibanco ofrece una empresa rentable, solvente y con indicadores financieros sólidos. Esa estabilidad es uno de los motivos por los que bancos, comercios y nuevos jugadores siguen apostando por su red.
“Nuestra solidez financiera nos permite mirar el largo plazo, asumir riesgos estratégicos y apoyar proyectos transformadores. Ha sido clave para ofrecer tarifas competitivas, reinvertir en innovación y sostener programas de inclusión, educación financiera, cierre de brechas en zonas donde la bancarización sigue siendo un desafío”, destaca su presidente.
En el fondo, lo que está en juego es algo más que una red de pagos, es la posibilidad de conectar a millones de personas a la economía formal, con todo lo que eso implica en términos de acceso a servicios, historial financiero y nuevas oportunidades.
Transformación con propósito
Con su infraestructura consolidada, una red de más de 304.000 puntos de acceso y un trabajo con actores emergentes y los reguladores, Credibanco se prepara para un ciclo en el que la confianza será tan importante como la tecnología. La disrupción no está solo en lo nuevo, sino en la capacidad de hacer que todo funcione, en tiempo real, para todos.
Y ahí es donde esta empresa de ADN innovador está “dándola toda”, no desde el ruido, sino desde el trabajo constante y comprometido, enfocado en garantizar la satisfacción y la confianza de sus clientes, justo donde más se necesita.