En marzo de 2025, la confianza del consumidor en Latinoamérica promedió 47,8 puntos, con caídas en Chile (-4,6), Argentina (-3,9) y Perú (-2,2), mientras que México se mantuvo optimista con 58,1 puntos.
El más reciente informe de Ipsos, correspondiente a marzo de 2025, reveló que la confianza del consumidor en Colombia tuvo una caída de 2,5 puntos porcentuales, ubicándose en 46,8%. Con esto, el país se mantiene en la zona de pesimismo.
Este descenso, además, ubica al país entre los más afectados de América Latina, donde la media regional se situó en 47,8 puntos. Solo México se mantiene en zona optimista, con 58,1 puntos dentro del ranking.
Dentro de los hallazgos del informe, la desaceleración económica y la inflación se mantienen como una preocupación existente dentro de los consumidores, que se suman a las tensiones sociales internas y externas. Estos serían los principales focos que afectan su confianza. Según Johnny Sawyer, vocero de Ipsos, “la confianza del consumidor en América Latina está sintiendo el impacto de múltiples factores, lo que constituye una alerta temprana para gobiernos y empresas“.
En el caso específico de Colombia, el índice cayó 2,5 puntos en solo un mes, lo que sitúa al país 1,4 puntos por debajo del mismo mes del año anterior. Este descenso posiciona a Colombia entre los países con los mayores deterioros en el periodo reciente, según el informe. “Los colombianos están cada vez más cautelosos. No solo disminuye su disposición a gastar, sino también su percepción de estabilidad laboral y de inversión”, agregó Sawyer.
David Cubides, economista del Banco de Occidente, por su parte explicó que “en la medida que los precios se estabilicen y dejen de subir a un ritmo acelerado, generalmente se observa una mejora en los indicadores de confianza. Avanzar hacia una normalización de la inflación, con niveles cercanos al 4% o al 3%, objetivo del Banco de la República, es una tarea pendiente que contribuiría a una mejora en estos indicadores”.
La fluctuación del peso colombiano está estrechamente vinculada a la percepción de riesgo del país. “Estos cambios repentinos en la tasa de cambio, que se deben a altos niveles de aversión al riesgo, se reflejan en una menor confianza de los consumidores. El compromiso fiscal del gobierno y las señales de un entorno pro mercado y pro inversión son fundamentales para estabilizar la moneda“, dijo Cubides.
A pesar de los desafíos, Cubides resaltó que la economía colombiana está en proceso de recuperación, aunque los crecimientos de los últimos años han sido bajos. “Avanzar en el proceso de crecimiento económico es vital para mejorar el bienestar de los colombianos y, con ello, aumentar la confianza del consumidor. Los resultados positivos en la actividad económica ayudarán a que los colombianos sientan mejoras en su situación financiera”, añadió.