El Valle del Cauca es uno de los departamentos más golpeados por el conflicto armado en Colombia, con presencia activa de disidencias de las Farc, bandas criminales y otros grupos armados en más del 67 % de su territorio.

Lyan José Hortúa, el niño de 11 años secuestrado el pasado 3 de mayo por disidencias de las Farc en una zona rural del municipio de Jamundí, en el departamento del Valle del Cauca (suroeste), fue dejado en libertad este miércoles, luego de que su familia pagara un rescate.

“No nos ofrecían una solución. Nos decían que tuviéramos paciencia, que el proceso podía durar uno o dos meses, y eso como familia nos parecía inaudito sin saber cómo estaba el niño”, dijo Sebastián Bonilla, tío de Lyan en La FM.

La liberación se produce un día después de que el presidente colombiano, Gustavo Petro, exigiera su entrega a través de un mensaje publicado en su cuenta de X.

“Lyan no es una mercancía, quienes convierten un niño en mercancía ya no son sino tratantes de personas: esclavistas. Quienes lo retienen, desobedezcan a sus superiores. Libérenlo ya”, expresó el mandatario.

Un crimen repudiado

Lyan fue secuestrado en el caserío de Potrerito, en Jamundí, cuando salía de la iglesia acompañado de su madre y fue interceptado por hombres armados.

Según las autoridades, detrás del crimen está un grupo disidente de las FARC que opera en la zona.

El Valle del Cauca es uno de los departamentos más golpeados por el conflicto armado en Colombia, con presencia activa de disidencias de las Farc, bandas criminales y otros grupos armados en más del 67 % de su territorio, de acuerdo con las autoridades regionales.

Desde su llegada al poder en 2022, Petro ha impulsado una política de ‘paz total’ con distintos grupos ilegales, con avances desiguales: mientras algunos procesos muestran progresos, otros —como con estas disidencias— enfrentan rupturas y continúan perpetrando secuestros y ataques.

La semana pasada, decenas de personas marcharon en Jamundí exigiendo la liberación inmediata del menor.

La Gobernación del Valle del Cauca ofrecía una recompensa de hasta 200 millones de pesos (unos 52.000 dólares) por información sobre su paradero.

Forbes Staff y EFE