Como todos los que se especializan en algo, Camila Osorio quiere ser la mejor del mundo. Lo que la diferencia de la multitud es que está trabajando en ello, actualmente ocupa la posición 51 en el ranking mundial WTA femenino -alcanzó a ocupar la casilla 33- y se prepara para escalar.

Ya había pasado una hora y 20 minutos de partido, Camila Osorio tenía la ventaja, había ganado el primer set y le faltaba poco para conseguir la victoria en el segundo. Su competidora, la polaca Katarzyna Kawa, no se lo había puesto fácil, el público disfrutó de un encuentro emocionante, pero desde el primer momento la colombiana dejó claro que iba a defender su título.

El último punto lo juega con la misma tenacidad con la que empezó el enfrentamiento y un movimiento en falso de su contrincante llevó a la pelota fuera de la cancha. La cucuteña era tricampeona de la Copa Colsanitas Zurich. Se lleva las manos a la cabeza, mira al cielo y agradece. Tres días después, en entrevista con Forbes, confesó que en ese instante la invadió un sentimiento de alivio, su contagiosa sonrisa decía “todo valió la pena”.

Osorio, de 23 años, conoció su amor más grande a los 6, desde ese momento hay pocos días en los que no levante una raqueta de tenis. Creció viendo a Roger Federer competir y ganar en las canchas de césped de Wimbledon; cuando debutó en 2021 en el mismo torneo lloró de la felicidad de saber que estaba siguiendo los pasos su ídolo.

Desde muy jóven ha cosechados triunfos: en 2019 se coronó campeona del US Open Junior, en 2022 entró al top 40 del ranking WTA -siendo la colombiana más joven en lograr este hito-, se ha coronado campeona de la Copa Colsanitas Zurich en tres ocasiones (2021, 2024 y 2025), por mencionar solo algunos de los logros que marcan su carrera.

Para la tenista cada podio, y también cada derrota, hacen parte de una meta superior. “Uno de mis grandes sueños es ser la número uno del mundo y estoy trabajando para ello”. Es ambiciosa con sus objetivos y tiene la determinación para cumplirlos. “Admiro sus ganas por cumplir sueños grandes”, dijo el tenista colombiano Alejandro Falla, quien la entrenó durante un año cuando era categoría juvenil, “creo que con trabajo duro y la actitud que le pone a la vida, va a lograr lo que se propone”.

Falla enumeró una serie de cualidades que destaca de Osorio como su espíritu de lucha y competitividad, su carisma, su ambición y disciplina, pero lo que más recalca es su actitud positiva, “eso la ha hecho ganar muchos partidos”, comenta. Y aunque la sonrisa de la cucuteña ha contagiado a muchos colombianos de alegría, no siempre es fácil mantener la frente en alto.

Un par de semanas antes de competir y ganar en Bogotá, Osorio debutó en el Miami Open, un torneo al que llegó con toda la actitud y preparación física y mental, aunque no logró el resultado esperado. Tras dos horas y media de un reñido partido, la colombiana perdió contra la canadiense Victoria Mboko, una tenista en crecimiento que actualmente ocupa el puesto 120 en el ranking WTA del mundo, mientras que Osorio ocupa la casilla 51.

El golpe emocional fue duro, su cuerpo y su mente estaban preparados para el triunfo y, aunque no era un partido fácil, la colombiana tenía las apuestas a favor. Pero así es el juego y los caminos más exitosos están llenos de derrotas, bien dice el autor americano Andy Andrews, “la adversidad es una preparación para la grandeza”.

Después de su derrota, la mejor tenista colombiana no quiso sacar su raqueta del estuche por un tiempo, no tenía ganas de entrenar y la actitud positiva que la caracteriza se desvaneció. Su familia, quienes representan el apoyo más grande de la deportista, la entendió y la dejó pasar largos días en cama descansando su cuerpo pero más importante relajando su mente. Días después fueron ellos mismos quienes levantaron las cobijas y la llevaron de nuevo a las canchas. Semanas más tarde estaba levantado de nuevo un trofeo con la ilusión más viva que nunca.

En ocasiones como esta, la cucuteña reflexiona sobre la salud mental. “Es algo de lo que poco se habla. Lo básico para el ser humano es estar tranquilo y sentirse feliz, suficiente y capaz”, y aunque reconoce que a veces la presión y el estrés le juegan malas pasadas, cada vez es más consciente del bienestar de su mente: se toma pausas de las redes sociales, procura vivir el ahora a través de sus ojos y no a través de la pantalla y cada vez se enfoca más en sus habilidades como deportista y no en los comentarios que hagan sobre ella.

Camila Osorio. Tenista Colombiana. Foto © Diana Rey Melo

Dinero en juego

Desde muy joven la tenista ha ganado dinero literalmente con el sudor de su frente. Osorio asegura que ahora su mayor fuente de ingresos son los torneos, su paga depende de su desempeño en las canchas, una razón más para darlo todo en la arena.

Medios especializados señalan que la colombiana se llevó unos US$36.300 dólares (un poco más de $140 millones) tras su último triunfo en Bogotá. En 2024, en el WTA 500 de Guadalajara, donde avanzó hasta semifinales, el premio superó los US$51.000 (más de $210 millones). Entre más compita, más lejos llegue en la tabla y mejor rankeada esté, la colombiana facturará más.

Aún con esta ganancia -que no es fija- Osorio no podría costear un deporte tan caro como el tenis, y ahí es donde entran a participar los patrocinios, los anhelados contratos que hacen que miles de deportistas puedan cumplir sus sueños. Vuelos, estadías de hotel, alimentación, entrenadores, canchas, indumentaria y demás gastos que demanda su profesión son costeados por las marcas que la respaldan.

A la deportista la patrocinan actualmente Colsanitas, Zurich, Herbalife, BMW, Isdin, Adidas y las raquetas Babolat.

Su futuro se proyecta tan brillante como el presente. Además de seguir cosechando triunfos, Osorio sueña con tener su propia cadena de hoteles o restaurantes y hacer inversiones en finca raíz, aunque admite que aún no tiene el capital para empezar. Por ahora, la deportista está ahorrando dinero, dejándose guiar por su familia y equipo, es decir, en términos de finanzas personales está acumulando riqueza para ser una gran empresaria en el futuro. Sin embargo, por ahora Camila Osorio solo está enfocada en una sola cosa: ser la número uno del mundo.

#NuestraRevista Este artículo se publicó en nuestra edición de la revista Forbes Colombia de junio.  Si desea recibir esta información de primera mano en nuestra revista física, ingrese a https://forbesdigital.publica.la/library para suscribirse.

Camila Osorio es una de las 100 mujeres más poderosas de Colombia