Perú apuesta por experiencias únicas en cultura, naturaleza, gastronomía y lujo para posicionarse como el destino ideal en América Latina para reuniones corporativas y viajes de incentivo. Su infraestructura, conectividad y sostenibilidad lo respaldan.

El turismo de reuniones y viajes de incentivos, MICE por sus siglas en inglés, ha repuntado y cada vez tiene más peso en esta industria. Latinoamérica se consolida como una región que atrae jugadores de todo el mundo, allí, Perú ha emergido con fuerza gracias a una combinación única de historia milenaria, paisajes naturales imponentes, una de las gastronomías más reconocidas del planeta y una infraestructura moderna y sostenible el país andino está capturando la atención de meeting planners, travel managers y ejecutivos corporativos de todo el mundo.

Hoy, planear un congreso internacional en Lima, una convención profesional en Arequipa o un viaje de incentivos con experiencias transformadoras en Cusco, Ica o el Valle Sagrado no solo es posible, sino altamente recomendable. Perú cumple con los estándares globales de conectividad, hospitalidad y tecnología, y también ofrece un diferencial que se está convirtiendo en su mejor carta, ser sede de experiencias auténticas que dejan huella.

“El viajero corporativo de hoy no solo busca eficiencia. Busca sentido, conexión, propósito”, señalan desde la Comisión de Promoción del Perú para la Exportación y el Turismo (PROMPERÚ). Bajo esta premisa, el país ha logrado articular una oferta integral que atiende tanto al turismo asociativo como al de incentivos, permitiendo que cada evento, reunión o experiencia tenga un impacto memorable.

En el ámbito asociativo, ciudades como Lima, Arequipa y Cusco se destacan por su infraestructura para grandes congresos, una red de hoteles cinco estrellas, conectividad aérea directa desde las principales ciudades de América Latina, y una agenda cultural que complementa cualquier evento corporativo con valor local.

Por su parte, el país también tiene una gran variedad de opciones que son destinos clave para viajes de incentivo, como Cusco, Ica, Arequipa y Lima, que brillan por su capacidad de ofrecer experiencias únicas que van desde caminatas en el desierto de Huacachina hasta catas de vino en viñedos de Paracas, visitas privadas a museos históricos o ceremonias andinas en el Valle Sagrado de los Incas.

Lima, sinónimo de vanguardia, sabor y diversidad de escenarios

La capital peruana es mucho más que su moderno skyline. Lima es un mosaico de contrastes vibrantes y ofrece una combinación ideal entre infraestructura, conectividad y experiencias de lujo.

Su Centro Histórico, declarado Patrimonio de la Humanidad, es un punto de encuentro entre la historia virreinal y la innovación cultural. Por su parte, Barranco y Miraflores marcan la pauta de la modernidad, un crisol de arte contemporáneo, vida nocturna, hoteles de lujo, centros comerciales y gastronomía de clase mundial con nombres como Maido, el mejor restaurante del mundo. Además, la Costa Verde, con sus acantilados frente al Pacífico, es ideal para actividades al aire libre y para los más aventureros, como quien practica surf y se anima a explorar sus rutas ecológicas.

Los grupos corporativos pueden acceder a clases privadas de cocina peruana con chefs reconocidos, experiencias de team building en espacios culturales, cenas en museos o actividades inmersivas en mercados locales. Lima es, sin duda, el epicentro organizativo del país y una puerta de entrada ideal para extender la experiencia a otros destinos.

Cusco es epicentro espiritual para reuniones con propósito

En Cusco, cada calle cuenta una historia y cada encuentro se transforma en experiencia. El misticismo incaico, combinado con la majestuosidad natural, convierte a este destino en un favorito indiscutible para los viajes de incentivo con significado.

Desde el Centro Histórico hasta los imponentes paisajes del Valle Sagrado, Cusco ofrece escenarios perfectos para reuniones corporativas, dinámicas de liderazgo y jornadas de inspiración. Viajes en tren hacia Machu Picchu permiten conectar con la biodiversidad de la región en un recorrido único que puede incluir vagones exclusivos, catas gourmet y acompañamiento cultural.

Las actividades grupales en esta región pueden incluir desde rituales andinos hasta talleres de artesanía local o caminatas meditativas con vistas a los Andes. Cusco conecta lo ancestral con lo estratégico, lo que da una nueva dimensión a quienes buscan eventos, corporativos o de incentivos, que salen de lo tradicional.

Ica es adrenalina, vino y desierto para equipos audaces

Para empresas que buscan experiencias fuera de lo común, Ica es el escenario ideal. El desierto de Huacachina, con sus dunas gigantes, buggies y puestas de sol inolvidables, ofrece un entorno perfecto para actividades de aventura y conexión grupal.

La región también invita a explorar el legado milenario de las Líneas de Nazca desde el aire, descubrir la riqueza ecológica de la Reserva Nacional de Paracas o recorrer las Islas Ballestas, hogar de leones marinos y aves exóticas. A esto se suma la ruta del vino y del pisco, donde es posible organizar catas privadas, cenas maridadas en viñedos y recorridos sensoriales por haciendas tradicionales.

La oferta de venues para reuniones, combinada con la exclusividad del entorno natural, hacen de Ica un destino de alto impacto para viajes corporativos de los salones “formales” a las experiencias más personales que sin duda dejan huella en los equipos e invitados.

Arequipa, un destino entre el cóndor, la piedra blanca y la cocina ancestral

Conocida como “la ciudad blanca”, Arequipa es una joya para quienes buscan mezclar patrimonio y modernidad. Su Centro Histórico, construido en sillar blanco volcánico, alberga conventos, iglesias y casonas que hoy funcionan como espacios culturales y sedes para eventos boutique.

Uno de sus grandes atractivos es el Cañón del Colca, donde se puede observar el vuelo del cóndor en uno de los paisajes más impresionantes del continente. Las actividades de team building aquí pueden incluir caminatas, fotografía de naturaleza o experiencias guiadas por comunidades locales.

Arequipa también es sinónimo de gastronomía. Con una cocina regional rica y diversa, es posible organizar clases grupales de cocina arequipeña, cenas privadas en casonas coloniales y recorridos culinarios que mezclan historia y sabor.

Infraestructura moderna, visión sostenible y articulación estratégica

Perú ha apostado por una infraestructura preparada para albergar eventos de talla internacional. Centros de convenciones, hoteles para todos los gustos, de lo más tradicional a propuestas de talla mundial, conectividad aérea y un ecosistema de servicios especializados permiten ejecutar reuniones y viajes de incentivo con altos estándares.

A esto se suma una apuesta clara por la sostenibilidad. Desde destinos carbono neutral hasta integración con comunidades locales, los eventos en Perú pueden tener un impacto positivo en las comunidades locales más allá de lo económico.

Además, la colaboración entre el sector público y privado, impulsada por PROMPERÚ, garantiza una experiencia fluida para meeting planners, travel managers y ejecutivos, con apoyo institucional, alianzas estratégicas y servicios integrales desde el diseño del evento hasta su ejecución.

Perú no solo ofrece un lugar para reunirse, es el destino para inspirarse, reconectar y crecer. El mundo corporativo está reinventándose y cada encuentro busca trascender; por eso, este país ofrece la mezcla perfecta entre logística eficiente y experiencias transformadoras.

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