Desde los doce años hacía este tipo de joyería como hobbie, hasta que alguien le dio la idea de vender su producto al mundo. “Cuando era un joven de 19 años, ingenuo y arruinado, necesitaba dinero”, dice Ikaika.
Este sitio utiliza cookies para mejorar tu experiencia. Al continuar navegando, aceptas su uso. Puedes deshabilitarlas desde tu navegador.