La compañía aclaró que el servicio principal de Uber seguirá funcionando y que su prioridad "es minimizar en lo posible el impacto en restaurantes asociados, socios repartidores y usuarios".
Los movimientos se harán en 4 continentes, con contactos en Nigeria, Japón, Alemania, Francia, España, y en múltiples países de América, incluidos México, Estados Unidos y Canadá.
La compañía reportó este jueves una pérdida neta de US$1.800 millones entre abril y junio; en tanto, los ingresos de Uber Eats se duplicaron a US$1.200 millones.
Empresas como iFood, Rappi y Uber Eats consideran a los repartidores como autónomos e insisten en que sus plataformas solo son intermediarios entre los establecimientos comerciales y los repartidores.
La Superindustria investigará si hubo cumplimiento con los tiempos de entrega, se respetó el derecho al retracto de los usuarios y se hizo devolución del dinero, entre otros.
Santiago Pineda, CEO de Mensajeros Urbanos y Camila Escallón, encargada de comunicaciones de Uber Eats en Colombia hablan sobre el despegue de las plataformas y las medidas sanitarias que han tomado en sus compañías.