El gasto de los hogares alcanzó en el tercer trimestre del año un nivel similar al de 2015, antes que se vieran en la demanda interna los efectos de la caída de las materias primas.
Aunque la mayoría del gasto de los hogares se destina a alimentos y vivienda, ambos rubros han disminuido su proporción en los últimos 30 años, igual que el vestuario.
Mientras en 1989 el gasto que un hogar destinaba a alimentos correspondía al 35% del total, ahora es de 28%.
Por su parte, en vivienda, que para 2019 tiene una proporción de gasto también de 28%, la proporción hace 30 años era de 33%.
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Para el caso del vestuario, los hogares pasaron de gastar 9% a 4%.
La tendencia contraria la han tenido los rubros de educación, transporte y comunicaciones, entretenimiento y gastos varios.
De acuerdo con la firma Raddar, el gasto en educación pasó de un promedio de 4% en 1989 a 5% en 1999 y allí se ha mantenido estable.
El grupo de entretenimiento tiene un comportamiento similar. En el año de referencia, el gasto equivalía a 2% y 10 años después, se estabilizó en 4% donde permanece.
Para salud, los hogares colombianos incrementaron su gasto de 7% a 13% para 1999 y desde 2009 la proporción es de 14%. Los gastos varios han mantenido una tendencia creciente y en 30 años pasaron de 6% a 12%.
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Los ingresos con los que los hogares colombianos pueden distribuir dicho gasto vienen en su mayoría de los salarios, honorarios o rentas de sus integrantes, con un incremento de 6,9% a septiembre de este año.
A estos ingresos los complementa la colocación en crédito, que creció tres veces más que los ingresos corrientes de los hogares y aumentó 18,6% a septiembre. Este rubro se divide entre crédito hipotecario, de consumo y tarjetas de crédito.