La posibilidad de una reforma pensional ha generado debate incluso dentro del Gobierno y es una de las razones por las que se convocó al paro del 21N.
Una mesa de diálogo evalúa las propuestas para una futura “Ley de Protección de la Vejez”, que buscará reformar el sistema pensional y entre las ideas que discute está la salida de Colpensiones del régimen de prima media.
Este punto es una más de las diferencias entre el ministro de Hacienda Alberto Carrasquilla y la ministra de Trabajo Alicia Arango.
Colpensiones es la administradora de pensiones del Gobierno y la única que opera con el régimen de prima media. Es decir, que si cambia de sistema, este régimen desaparecería sin que eso signifique el fin de la administradora pública.
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Pero la propuesta no tiene un único camino.
Las tres opciones
La primera alternativa es que Colpensiones se convierta también en una administradora de ahorro individual, igual que las privadas, pero operada por el Estado.
El problema de esta propuesta, es que la entidad tendría que ahorrar por completo los aportes de sus cotizantes, en lugar de destinarlos para el pago de los pensionados que ya tiene, como opera actualmente.
La consecuencia sería una presión fiscal adicional para el país de cerca de 0,7 puntos porcentuales del PIB, ya que el Gobierno tendría que disponer de recursos adicionales para pagarle pensiones y subsidios a sus 6,8 millones de pensionados.
La segunda alternativa es convertir a Colpensiones en una AFP nocional, lo que le permitiría seguir utilizando los ahorros de los cotizantes para pagar a los pensionados y ahorrar a largo plazo, reduciendo su déficit.
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Esta modificación “genera un cambio en la fórmula de entrega de las pensiones porque entonces ya no es una fórmula del régimen de prima media que es 65% sino con una tasa de interés que te puede dar una tasa de reemplazo por ejemplo de 40%”, explica el investigador de Fedesarrollo David Forero.
Con ese ahorro, el Gobierno podría ampliar la cobertura de los programas Colombia Mayor y BEPS, de modo que más adultos mayores tendrían un ingreso que les permita sobrevivir.
Además, le da la razón al ministro Carrasquilla en su idea de no acabar Colpensiones y pensionarse “con lo que se ahorra”.
Una tercera alternativa la proponen Fedesarrollo y Asofondos, que si bien difieren en algunos puntos, en términos generales están de acuerdo en unir Colpensiones y las AFP.
El nuevo sistema obligaría a que todos los colombianos deban aportar el porcentaje correspondiente a un salario mínimo en Colpensiones, entidad que se encargará de esa proporción del pago cuando sea necesario, y quienes reciban ingresos adicionales pueden ahorrar en su cuenta individual para pensionarse con un ingreso mayor.
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Igual que la segunda opción, esta le daría al Gobierno más recursos disponibles para ampliar la cobertura.
El consenso
El punto en el que coinciden todas las vertientes del Gobierno, la oposición, los sindicatos y los gremios es en la necesidad de ampliar la cobertura pensional en el país y mejorar la redistribución de los subsidios, que hoy se destinan en su mayoría al grupo de mayores ingresos.
“Cualquier reforma toca al 25% de los adultos mayores, pero tenemos el 75% por fuera entonces uno puede universalizar Colombia Mayor o los BEPS”, añade Forero.
La nueva ley también buscará permitir que quienes no alcancen los ahorros suficientes, también puedan recibir un ingreso periódico en lugar de las devoluciones, que entre 2013 y 2018 recibieron 543.035 cotizantes del régimen de prima media.
