Al menos 3,529 mujeres fueron asesinadas en 2018 por razones de género en 25 países de América Latina y el Caribe. Esto informó el 25 de noviembre el Observatorio de Igualdad de Género de América Latina y el Caribe (OIG) de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). De acuerdo con el […]
Al menos 3,529 mujeres fueron asesinadas en 2018 por razones de género en 25 países de América Latina y el Caribe. Esto informó el 25 de noviembre el Observatorio de Igualdad de Género de América Latina y el Caribe (OIG) de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
De acuerdo con el reporte, cuatro de las cinco tasas más altas de feminicidio en América Latina se registraron en El Salvador, Honduras, Guatemala y República Dominicana. A ellos se suma Bolivia, cuya tasa de 2.3 feminicidios por cada 100 mil mujeres en 2018, la tercera más alta de América Latina y la más alta de América del Sur. En contraste, Perú presenta una tasa de 0.8 feminicidios por cada 100 mil mujeres en el último año, la cifra más baja de la región.
En el caso de Colombia, el documento señaló un índice de 0.5 feminicidios por cada 100 mil mujeres, la tasa más baja de Sudamérica junto con Chile.
El Caribe, zona de preocupación
En el Caribe, la prevalencia del feminicidio supera las 4 muertes por 100 mil mujeres en países como Guyana y Santa Lucía según información de 2017. En 2018, Trinidad y Tabago y Barbados lideraron la lista con una tasa de 3.4 muertes por 100 mil mujeres. Esta cifra podría ser más grave en Barbados, considerando que este país solo recopila las cifras de feminicidios íntimos, es decir, aquellos cometidos por la pareja o expareja de las víctimas.
Las cifras recopiladas por la CEPAL, en un esfuerzo por visibilizar la gravedad del fenómeno, dan cuenta de la profundidad que alcanzan los patrones culturales patriarcales, discriminatorios y violentos en la región
Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la Cepal
Alicia Bárcena agregó que “millones de mujeres de la región han salido a las calles para reclamar y demandar algo tan fundamental pero vulnerado como es el derecho a vivir vidas libres de violencia”, dijo la directiva de la CEPAL.