Desde que inició el paro nacional el mandatario no se ha podido conectar con el sentimiento de indignación del pueblo y su protesta social.

Desde el jueves 21 de noviembre que movimientos sociales y organizaciones convocaron a la población a paro nacional, el Gobierno de Iván Duque ha dado palos de ciego para responder a las demandas, demostrando no solo desconexión con el sentir de los manifestantes, sino una bajísima capacidad de gestión en poner en marcha cambios en políticas públicas y sociales.

El paro reflejó un nuevo tipo de manifestación popular; evidenciada en un espontáneo “cacerolazo”, que desde barrios, comunas, ventanas de conjuntos residenciales y calles mostró, en redes sociales y canales de televisión, a una sociedad indignada y pidiendo un cambio.

El presidente Duque respondió con indiferencia y con una anodina alocución presidencial pre grabada cargada de lugares comunes y mensajes retóricos que no respondían en nada a la indignación ciudadana.

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El viernes 22, segundo día de paro; ciego, sordo y mudo con la población y en medio de asonadas en algunos lugares, que generaron pánico entre los habitantes en la noche y amanecer del tercer día, Iván Duque prefirió sentarse con los empresarios, en lugar de hacerlo con los líderes de la protesta social.

Al tercer día, el Presidente planteó que solo 72 horas después abriría una mesa de conversación, mientras que la indignación crecía. Desconectado del país, el Presidente, sus ministros, asesores en política social y comunicación, confirmaban que las demandas de los ciudadanos podían esperar.

“El presidente Duque no solo confirma su indolencia con las demandas del país, sino que sus medidas son insuficientes y poco menos que precarias”.

Carlos Andrés Arias.

La violencia de vándalos en medio de la protesta y el uso excesivo de la fuerza del Escuadrón Móvil Antidisturbios de la Policía Nacional (Esmad), llevaron la situación al extremo en el cuarto día del paro. Más de una veintena de videos en redes sociales confirman la agresión injustificada del Esmad, siendo la más grave el disparo a Dylan Cruz, joven de 18 años.

Reportes oficiales también señalan que 300 policías están heridos, uno de ellos de gravedad con la perdida de un ojo y otro que finalmente falleció. Entonces, presidente Duque llamó a los Alcaldes y Gobernadores que se posesionarán en enero de 2020 y siguió sin sentarse con los líderes del paro.

El ‘diálogo’:

El lunes 25 optó por delegar en la Vicepresidenta y en el Director del Departamento de Administrativo de la Presidencia, una #ConversaciónNacional que recogería las demandas de la ciudadanía hasta el 15 de marzo. Es decir, una conversación que duraría más de 100 días, en un escenario crítico que para ese lunes cobró la vida Dylan, asesinado por el Esmad.

El presidente Iván Duque no solo confirma su indolencia con las demandas del país, sino que sus medidas, siendo la más reciente, tres días sin el Impuesto de Valor Agregado (IVA), en medio de demandas por la reforma tributaria y pensional, son insuficientes y poco menos que precarias.

Demuestra que no entiende que la gente lo reclama a él sentado con los colombianos, que demanda humildad, solidaridad y en especial medidas de corto plazo. Sin retórica y eufemismos de comisiones de diálogos eternos.

Contacto:
LinkedIn: Carlos Andrés Arias Orjuela
*El autor es docente de la maestría de Comunicación Política de la Universidad Externado de Colombia.

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes Colombia.