Compañías de software de gestión de litigios, entre otras, empiezan a crecer en este sector, que se rehúsa a migrar a lo digital.
Los sectores tradicionales por lo general siempre son, han sido y, en cierta medida, seguirán siendo reacios a los cambios; está dentro de su gen el acostumbrarse a lo usual e incomodarse con la novedad.
En los países en vías de desarrollo esa reticencia al cambio por parte de los sectores tradicionales del mercado es aún más fuerte.
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Un ejemplo de esto lo podemos ver en el poco o nulo interés que tienen las firmas de abogados en crear procesos de transformación y prácticas de innovación, entre otras razones porque el mercado como está les funciona y nadie ha retado realmente el statu quo de una manera tal que incomode a las firmas de abogados y las obligue a cuestionarse su estructura y funcionamiento.
Es en esa medida en el que el papel de los departamentos legales de las compañías juegan un papel preponderante en la transformación, en rasgos generales, del sector legal en nuestro país.
Es a partir de las dinámicas propias de los negocios y de la necesidad de subsistencia de las compañías que se crean iniciativas generadoras de valor que, entre otras cosas, buscan disminuir procedimientos para generar mayor eficiencia al menor costo posible.
Es entonces que, gracias a dichas dinámicas empresariales, los departamentos legales de las compañías se ven en la obligación de mejorar sus procedimientos para ser más eficientes con menos. Situación que de alguna manera u otra los lleva a buscar una transformación organizacional y a implementar prácticas innovadoras, entorno a la tecnológica.
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Ejemplo de esto lo vemos en el uso cada vez más recurrente al interior de las compañías de softwares de gestión de litigios, administración y manejo de contratos, estandarización de modelos contractuales, automatización de procesos precontractuales, contractuales y postcontractueles, entre otros.
Y es que es a partir de la búsqueda de la eficiencia al interior de las compañías -que se debe traducir en retorno de la inversión para sus accionistas y en general para sus stakeholders– y de la implementación de prácticas innovadoras, que realmente se logra transformar el sector legal y retar el statu quo de las firmas de abogados.
Lo anterior, debido a que dicha transformación impacta de manera directa en el qué y en el cómo se prestan y reciben los servicios jurídicos, cuestionando el producto en sí mismo y el valor agregado que generan a las compañías.
Está en los departamentos legales de las compañías el aceptar el reto de jugar un rol fundamental en la transformación de un sector.
Dependerá también del nivel de profundidad de la transformación y de las prácticas innovadoras que se realicen, para conocer si en la práctica realmente se está iniciando un cambio que obligue a las firmas de abogados a reaccionar y no quedarse atrás ante la inminente era digital.
Contacto:
LinkedIn: Jorge Andrés Beetar Carrero
*El autor es abogado en la multinacional Frontera Energy Corp.
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