Para empezar, tenga en cuenta que en la etapa inicial usted no está vendiendo una empresa sino un proyecto.
El boom del emprendimiento en la región ha generado un crecimiento exponencial en las inversiones de capital en empresas en etapa temprana. Como resultado de esto, el capital de riesgo invertido en la región creció más de 13 veces en los últimos 8 años, y solo en los últimos 3 años se ha multiplicado por cuatro veces el monto total.
Lo más sorprendente del tema, es que se pronostica que esta tendencia continuará en alza y que todavía lo mejor para el emprendimiento de la región está por llegar, pues cada vez más fondos internacionales han empezado a hacer inversiones grandes en startups en la región, se crean cada vez más fondos de inversión regionales en etapa temprana, empiezan a existir emprendedores exitosos que inician nuevos negocios por segunda o tercera vez, y cada día crece el número de ángeles inversionistas.
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La mayoría de emprendedores en búsqueda de capital de riesgo para sus empresas en etapa temprana deben aprender sobre la marcha y sin ningún conocimiento previo sobre el proceso de conseguir capital de inversión, lo cual sin duda es un proceso difícil y que no tiene respuestas exactas; lo que sí tiene es una lógica: la lógica del capital de riesgo.
En ese proceso todos nos encontramos con la difícil pregunta sobre la valoración de nuestra empresa, e intentamos encontrar una respuesta que pueda ser ampliamente aceptada por cualquier inversionista, pero rápidamente nos enteramos que esto no existe, y que la única respuesta que termina siendo cierta es que la empresa valdrá lo que los inversionistas acepten que valga (si llegamos a conseguir inversión).
Sin embargo, sí creo que existen algunos conceptos y lógicas que nos pueden ayudar a tener una idea, o por lo menos no cometer un gran error:
Un emprendimiento es un proyecto
Como se trata de un proyecto, resulta ilógico valorarlo como una empresa, pues no lo es exactamente. Es un experimento (o muchos experimentos) en búsqueda de construir una empresa capaz de generar dinero en el futuro, y que debe estar sustentado y de alguna manera validado. Lo que en realidad se le vende a un inversionista termina siendo la posibilidad de tener una participación en los resultados de ese proyecto.
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¿De qué tamaño es la oportunidad?
Si bien todos creemos que nuestra empresa puede ser multimillonaria cuando la iniciamos, la realidad es que el tamaño del mercado, la competencia y su tamaño, el conocimiento del equipo sobre el mercado, la capacidad de ejecución y las tendencias del mercado son las que en realidad dan indicios de que tan grande puede ser la oportunidad que tenemos con nuestro emprendimiento.
La valoración siempre deberá estar acorde al tamaño de la oportunidad, ahora si el inversionista no se convence del tamaño de oportunidad que se le presenta, o el tamaño no coincide con la valoración propuesta es cuando perderemos esa oportunidad de inversión.
¿Cuánto capital necesita mi empresa y en qué fase estamos?
Esto resulta indispensable analizarlo en el momento de empezar a buscar capital, todos pensamos en llegar a metas gigantes con nuestros negocios en el menor tiempo posible, sin embargo cada empresa necesita cantidades de capital diferentes en tiempos diferentes.
En etapa temprana, por ejemplo, jamás se debe entregar gran porcentaje de participación accionaria de la compañía, hacerlo va a disminuir, y creería que hasta terminar las pocas probabilidades de éxito del proyecto.
Es así como, el monto de lo que necesita el proyecto para llegar a donde está propuesto, relacionado con el porcentaje lógico y racional que debería ceder en una etapa temprana nos dará una aproximación sobre la valoración que deberíamos acordar con el inversionista.
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¿Cómo serán los retornos esperados al inversionista?
Si bien las proyecciones lo aguantan todo, la verdad es que existen proyecciones bien hechas y aterrizadas o al menos razonables, y existen proyecciones mediocres. Tener buenas proyecciones no mitiga el riesgo del inversionista de ninguna manera, pero al menos le muestra un camino lógico (que puede pasar o no) sobre cómo esa inversión en esas condiciones puede ser una excelente oportunidad de inversión.
Es muy difícil encontrar una valoración exacta y aceptada por inversionistas y emprendedores, sin embargo tener estos cuatro puntos en cuenta nos ayudará a valorar un emprendimiento bajo la lógica del capital de riesgo (venture capital) sin cometer errores que nos saquen del juego, o que pongan en riesgo el futuro del emprendimiento.
Contacto:
LinkedIn: Felipe Santamaría
*El autor es Cofundador y Managing Director Rockstart Latam, la aceleradora internacional de startups más grande en Colombia. Ha sido emprendedor, mentor e inversionista en múltiples emprendimientos de la región.
Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes Colombia.