Tomar decisiones basados en lo que se ve en la hoja de cálculo no es una buena estrategia para las startups. ¿Por qué?

Hace un par de meses tuve una ardua discusión con nuestra junta directiva. Entre todos habíamos creado un modelo financiero que producía un menor número de ingresos que lo que con mi socio creíamos posible pues estábamos seguros de que estábamos en capacidad de cerrar un gran número de clientes corporativos bajo nuestro nuevo modelo de negocio.

Los negocios son muy diferentes de una hoja de cálculo, y nosotros somos los que estamos día a día en la calle”, pensé. Mi frustración vino del hecho de que hubo muchas otras cosas que disminuían los ingresos a un número determinado: la calidad de los comerciales que estábamos en capacidad de contratar según los salarios establecidos, la incorporación de nuevos competidores, la calidad de nuestras ventas y marketing, el número de clientes potenciales, y así sucesivamente.

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Inmediatamente pensé en una famosa frase que el reconocido emprendedor y ahora inversionista Ben Horowitz alguna vez dijo: “Al igual que el mapa no es el terreno, la hoja de cálculo no es el negocio”.

Esta es una frase bastante coherente y hace mucho sentido en ciertas situaciones, no obstante la realidad es que nuestra junta estaba en lo correcto en arremeter contra nuestro feeling del mercado.

¡Señores!, (nos dijeron a mi socio y a mí en un tono fuerte y seco); no pueden correr como locos por el terreno sin un mapa y esperar llegar a algún lugar extraordinario.

Esta es una lección que personalmente desearía haber aprendido mucho antes. Como manager del negocio siempre se está abrumado con la cuestión del ajuste del producto/mercado en búsqueda de un crecimiento constante por lo que es fácil tender a pensar que este tipo de ejercicios financieros son una pérdida de tiempo que nos alejan de lo que en nuestras mentes es lo que verdaderamente importa: la ejecución.

Ahora bien, esto puede tener sentido en situaciones de alto crecimiento donde cada segundo perdido en no ejecutar puede terminar en un completo desastre. Mucho más si se trata de una organización con recursos limitados como una startup.

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Sin embargo, a medida que se crece, el negocio se vuelve más complejo y es imposible tenerlo todo en mente y aún más difícil mantener a todos en la misma página. Ahí es donde entra el mapa y es de vital importancia. Un buen mapa les proporcionará el camino más directo hacia una empresa mucho más valiosa a largo plazo.

En una compañía bien administrada, deberían existir dueños de la ejecución y dueños de la planeación. El CEO generalmente posee el poder de ejecución, (el terreno), y el CFO tiene el poder de planeación, (el mapa).

No obstante, para que las cosas funcionen bien, el CFO debe tener una gran comprensión del terreno y el CEO debe conocer exhaustivamente el mapa. Es por eso que la relación entre los dos es tremendamente importante y es totalmente indispensable que siempre un diálogo constante.

En conclusión, la moraleja es que debemos entender que independientemente de las tareas que nos encontramos realizando, es normal estar sesgados solo por un lado de la historia. Es por esto que es vital tener claro que es la interpretación constante del terreno a través de un mapa bien diseñado única ruta definitiva hacía el éxito.

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*El autor es cofundador de Fitpal,la plataforma que permite acceder a una oferta de más de 90.000 servicios deportivos (clases y gimnasios) en un solo lugar y por un costo fijo mensual.

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