Hay tres caminos que pueden marcar el rumbo hacia la reinvención de las ofertas de crédito en línea, acá le contamos cuáles son.
Ya ha pasado casi una década desde que los créditos en línea comenzaron a ser una opción en Colombia. Y hoy, cada vez más, comienzan a parecerse a un commodity.
A medida que más fintechs han entrado a jugar en el ecosistema financiero y que las entidades tradicionales han avanzado en su tormentoso proceso de transformación digital, la oferta de créditos en línea ha tendido a estandarizarse.
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Pronto, la etiqueta innovadora de un proceso 100 % digital y la proeza financiera de aprobar y entregar dinero en minutos a través de un celular dejará de ser una novedad del siglo XXI para convertirse en un común denominador en el mercado.
¿Qué pueden hacer entonces las fintech para evitar la comoditización de los créditos en línea?
En el horizonte, aunque puede haber muchas otras rutas, hay tres caminos que pueden marcar el rumbo hacia la reinvención de las ofertas de crédito en línea, en un escenario en el que la diferenciación comienza a agotarse:
1. Creación de modelos de evaluación de riesgo más flexibles:
Llegar a nuevos segmentos y convertir a más personas en sujetos de crédito puede darle a una oferta de crédito en línea el valor de ser única.
Personas en los estratos 1 y 2, personas con reportes negativos o sin historial crediticio, independientes e informales y poblaciones rurales, son solo algunos de esos segmentos con acceso limitado al crédito que verían valor agregado en un producto por el simple hecho de tenerlo a su alcance.
Para llegar a ellos el reto consiste en desarrollar modelos de evaluación de riesgo capaces de hacer una representación más precisa y justa de las personas en esos segmentos. Y para eso las fintechs deben encontrar fuentes alternativas de datos que alimenten su modelo, como esta fintech en África, que utiliza data de los teléfonos móviles para perfilar a sus usuarios.
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2. Oferta de productos y servicios complementarios:
Desarrollar un portafolio de productos o servicios atados a la oferta de crédito convierte una oferta genérica en una oferta robusta, diversa y más atractiva.
Por una parte, estos portafolios pueden incluir servicios que respondan a necesidades reales del día a día, como hacer transferencias, pagar servicios públicos, hacer recargas de celular, comprar pasajes para transporte o adquirir un microseguro sin cargos asociados.
Y por otra, existe también la alternativa de ofrecer servicios de acompañamiento y educación financiera, que incentiven una relación más saludable con el crédito. Como esta compañía norteamericana, por ejemplo, que ofrece asesoramiento financiero a todos los usuarios que se suscriben para uno de sus productos.
3. Mejores condiciones a través del tiempo:
Finalmente, poner al usuario en el centro de la relación es otro camino para darle nueva vida a lo que de otra forma sería una oferta de crédito genérica.
Una alternativa son los modelos de negocio centrados en las personas y en favor del usuario, que le ofrecen la posibilidad de pagar menos intereses y menos cargos con base en su buen comportamiento de pago o en la mejora progresiva de su perfil crediticio.
Estas recompensas, directamente asociadas al producto de crédito, no solo incentivan la cultura del pago, sino que además alimentan una relación a largo plazo entre la compañía y sus clientes. Y eso es un logro importante en medio de este escenario en el que las compañías proliferan. Y en el que las ofertas de crédito en línea comienzan a parecerse demasiado.
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Contacto:
LinkedIn: Tarek El Sherif
*El autor es cofundador y CEO de Zinobe, fintech colombiana enfocada en impulsar la inclusión financiera en el país, ampliando el acceso a servicios financieros 100 % digitales.
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