Contrario a lo que piensan algunos, innovar no significa crear algo "loco" o "nuevo". La innovación tiene que ver con mejorar la productividad.
La semana pasada tuve la fortuna de ser invitado como panelista a uno de los colleges más prestigiosos de todo el mundo, Babson, ubicado en Boston.
Estando allí tuve la gran oportunidad de exponer mis ideas y experiencias a cerca de la importancia de la ejecución sobre todas las cosas con grandes líderes y CEO’s de multinacionales globales de consumo y bancos. No obstante salió a relucir un problema que me pareció bastante interesante. Hoy en día en todas las industrias está de moda usa la palabra “innovar”.
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Decimos que innovamos sin entender cual es el real significado de esta palabra, a tal punto que en la mayoría de los casos innovar está relacionado sólo con hacer algo “nuevo” o “loco” lo cual no tiene ningún sentido.
Antes de entrar a realizar cualquier tipo de análisis es importante entender qué es lo que realmente significa innovar. La innovación real viene de la implementación de procesos que logren aumentar la productividad de una organización en al menos un factor de magnitud. En otras palabras, un incremento en un factor de magnitud es la capacidad de hacer algo 10 veces mejor o 10 veces más barato que cualquier otro competidor en el mercado.
Dicho esto la innovación en sí misma no tiene mucho que ver con hacer cosas “raras”, “locas” o “nuevas”. Más bien el concepto de la innovación tiene una relación intrínseca con el crecimiento.
Cuando se habla de innovación deberíamos tener en cuenta que en realidad estamos tratando de resolver un problema de crecimiento, y como ya vimos, en al menos un orden de magnitud. Esto quiere decir que muchas veces la innovación es un simple proceso estandarizado, aburrido y automático que permite crecer a tasas descomunales sostenidamente.
El problema acá es que tendemos a confundir la innovación con algo que debe ser sexy y arriesgado, cuando en realidad su único propósito debería ser perpetuar crecimiento sostenible al interior de una organización.
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Este fenómeno es algo que estamos viendo muy de cerca en esta época con el nacimiento de cientos de startups y emprendedores tecnológicos que resultan ser tremendamente mediáticos. Sin embargo esto es algo que emprendedores y líderes de industria deben cuidar pues no podemos caer en el falso paradigma de la innovación.
Mi consejo es empezar a pensar en crecimiento en vez de en innovación, al evitar tratar de ser “innovadores” o “disruptivos” pensando que mediante acciones mediáticas como el famoso “guerrilla marketing” vamos a lograr hacer la diferencia vamos a perder la noción de lo que verdaderamente importa que es crecer de manera sostenible.
Puede que la disrupción los dé a conocer, pero entiendan que ser famoso es muy diferente a tener un negocio que innove realmente haciendo algo 10 veces mejor que todo el mercado junto.
Ser “innovadores” puede hacerlos tremendamente famosos, pero solo un foco constante en la estandarización de procesos, que muchas veces pueden parecer aburridos, para garantizar un crecimiento constante en el tiempo va a garantizar que todos apuntemos a un futuro mejor y maravilloso.
El problema actual radica en que todos estamos obsesionados con la tecnología “disruptiva”, pero la mayoría de las veces los disruptores mismos son los que ven afectados.
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*El autor es cofundador de Fitpal,la plataforma que permite acceder a una oferta de más de 90.000 servicios deportivos (clases y gimnasios) en un solo lugar y por un costo fijo mensual.
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