En los últimos diez años al país entraron 1.600 millones de dólares en inversión en salud. El 50 % de esos recursos estuvieron destinados a la capital.

Colombia es hoy uno de los tres países de América Latina que más interés genera entre las empresas internacionales de farmacéuticos, dispositivos médicos, cosméticos y servicios de salud.

Solo para el periodo de 2008 a 2018, al país ingresaron unos 1.600 millones de dólares que se materializaron a través de más de 100 proyectos de inversión. De dichos recursos, más del 50 % entraron a Bogotá.

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Más allá de ser el principal destino de inversión de las empresas asociadas al sector de ciencias de la vida, Bogotá se está convirtiendo en un hub corporativo, logístico y de entrenamiento en la región para muchas de estas compañías.

Parte del interés que genera la ciudad está relacionado con su ubicación estratégica en América Latina y frente a mercados como Estados Unidos y Europa. La capital colombiana está a unas cinco horas de Nueva York, Ciudad de México o Sao Pablo, y su aeropuerto cuenta con 49 conexiones directas internacionales.

Las empresas extranjeras también están llegando a Colombia y Bogotá atraídas por el potencial que presentan los mercados de salud, belleza y cuidado personal. El país cuenta con el primer sistema de salud de América Latina según la Organización Mundial de la Salud (OMS), con un gasto en servicios de salud que, se estima, alcanzará los 30.000 millones de dólares a 2022. Esto significa, además, que este indicador crecería anualmente un 7,5 % en promedio entre 2018 y 2022 según Business Monitor International.

Las oportunidades para el desarrollo de negocios en el sector de ciencias de la vida también se soportan en los pronósticos de crecimiento para el mercado de dispositivos médicos, en el cual Colombia seguirá, según la misma publicación, en el tercer lugar en el escalafón latinoamericano.

Este sector, que presenta una gran dependencia de las importaciones, las cuales representan 84% del mercado, plantea una oportunidad para la producción local, la cual es más competitiva y atractiva por cuenta de las variaciones en la tasa de cambio.

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La atracción de inversiones en estos sectores tiene otra cara, una con la que los principales beneficiados son el talento humano, la industria local y los usuarios del sector salud. Y es que la llegada de proyectos para el sector de ciencias de la vida viene acompañada, por ejemplo, de estándares internacionales de calidad en el desarrollo de productos y la prestación de servicios de salud, además de procesos de transferencia de conocimiento que, a la larga, impactan positivamente a las empresas locales.  

En relación con el talento, la implementación de proyectos de inversión, de los cuales, en muchos casos, cuentan con componentes de investigación y desarrollo, genera empleos para profesionales altamente calificados.

Se estima que entre 2008 y 2018 en el país se generaron cerca de 4.000 empleos por la IED recibida en estos sectores. En ese aspecto, Bogotá aparece como el principal formador de talento especializado del país, con más del 30 % de los profesionales del sector salud graduados en la última década.

Los usuarios del sistema de salud, los consumidores de farmacéuticos, cosméticos o dispositivos médicos aparecen también en esta ecuación como ganadores con la llegada de empresas y proyectos de inversión. Una mayor oferta de productos, con una consecuente mejora en los precios, es uno de los principales beneficios, sumado al acceso a tratamientos y servicios de mayor complejidad.

La inversión que ha recibido Bogotá en el sector salud ha permitido además el fortalecimiento de la red hospitalaria. La capital cuenta con 71 unidades de cuidados intensivos para adultos, 35 pediátricas y 103 salas para Enfermedades Respiratorias Agudas, infraestructuras que permiten que la ciudad responda ante coyunturas como la que actualmente plantea la llegada del coronavirus al país.

En definitiva, la atracción de inversiones en el sector de ciencias de la vida es una relación gana-gana para las empresas internacionales y para la economía de la ciudad receptora de los proyectos. Bogotá, que ha identificado está oportunidad dentro de su agenda de especialización inteligente, tiene todo el potencial para seguirle sacando provecho.

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LinkedInJuan Gabriel Pérez
* El autor es director ejecutivo de Invest in Bogota.

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