La pasión ha sido siempre el ingrediente que hace falta para el éxito, pero ¿es realmente el fundamental? La disciplina tiene el protagonismo.
Recientemente todos hemos visto un sin número de iniciativas que para bien o mal han empezado a unirnos como sociedad. Desde las multinacionales más grandes hasta los negocios más pequeños se han unido en un unísono que pone el bien común sobre las ganancias monetarias, (al menos en la mayoría de los casos).
Desde Bancolombia congelando sus créditos de capital y vivienda por tres meses, o Bavaria entregando botellas de alcohol antibacterial e iniciativas individuales como la creación de respiradores mediante técnicas de impresión 3D abiertas al público con el fin de poder aliviar el problema sanitario apoyando la crisis que enfrenta no solo nuestro país sino el mundo entero.
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El factor común en esta crisis a sido nuestra capacidad de poder entrar en contacto con un lado más humano y vulnerable que nos muestra que los mercados realmente son como una cadena, la cual es sólo tan fuerte como su eslabón más débil. No obstante esto es un gran ejemplo de como el nuevo marketing y advertisement se ha venido tiñendo de un lado más pasional.
Y esto puede parecer algo bueno, de hecho es justo lo que necesitamos en estos momentos donde todos debemos estar unidos. Sin embargo ha sacado un punto a relucir que creo que nos ha tocado a todos en algún momento en nuestras vidas, y es que para triunfar debemos hacer las cosas con “pasión”.
Todos hemos oído frases del estilo de: “Busca trabajar en algo que te apasione y no tendrás que trabajar un solo día de tu vida”.
La pasión siempre ha tenido un papel protagónico en la mente de las personas como aquella característica que define el éxito. El problema es que la pasión como los sentimientos viene en olas, en olas justo como las que estamos viviendo en este momento, que cuando llegan vienen con fuerza, pero pasado un tiempo empiezan a descender, e incluso hay momentos en los que sentimientos y emociones como la pasión simplemente no están.
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La construcción de un negocio, el atravesar una crisis o el simplemente el navegar un mercado incierto no puede tener bases intermitentes, con las que a veces contamos y otras veces no.
Los cimientos de cualquier tipo de iniciativa que esté destinada a crear valor deben estar soportadas sobre columnas sólidas y permanentes. Aquellas que nos acompañen en todos los momentos, queramos o no. Es acá donde la pasión nos falla.
A mi modo de ver, tratar de buscar “amar” o ser “apasionados” por lo que trabajamos es simplemente un producto de sentirnos orgullosos de lo que hemos logrado mediante ser constantemente disciplinados, que es en realidad el único determinante real del éxito.
Momentos de crisis como los que estamos viviendo todos son una clara muestra de que debemos entender cuales son aquellas características que todo líder debe poseer para enfrentarse a cualquier tipo de situación y tener un chance de salir victorioso.
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Es acá donde conceptos menos sexy como la disciplina hacen toda la diferencia. Nadie quiere saber la historia del personaje que mediante una agenda apretada, direccionada a la ejecución y estableciendo protocolos monótonos y poco atractivos sacó adelante su proyecto.
Preferimos enamorarnos de la historia de aquella persona apasionada que imprimiendo el alma en algo que amaba llegó a ser inmortalizado. No obstante es necesario entender que este segundo escenario no es la regla sino la excepción.
La disciplina siempre será el ingrediente más importante para determinar el progreso de una organización, y la ironía es que una vez establecida no es necesario hacer ajustes pasionales para poder aproximar situaciones difíciles.
Así que si no están apasionados por lo que hacen no se preocupen, pues en realidad el éxito viene de apasionarnos por crecer en lo que ya hacemos agregando valor todos los días, porque la pasión verdadera viene de la capacidad de reflexionar sobre nuestro pasado y saber que todas las personas que nos rodean están en un mejor lugar hoy gracias a nuestras acciones.
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*El autor es cofundador de Fitpal,la plataforma que permite acceder a una oferta de más de 90.000 servicios deportivos (clases y gimnasios) en un solo lugar y por un costo fijo mensual.
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