El ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, tiene en sus manos la administración de los recursos con los que se cumplirán las medidas económicas del gobierno Duque, en medio de una pandemia mundial y el fantasma de la recesión acechando. Esta es su visión sobre lo que pasa y lo que viene para Colombia.
Colombia está en la mitad de una tormenta perfecta: un sorpresivo desplome del precio del petróleo, un dólar en máximos históricos y una pandemia que golpea la salud de los habitantes y amenaza con llevar al mundo entero a una nueva recesión. Fenómenos que prácticamente destrozaron cualquier previsión.
Mientras algunos líderes intentan frenar el contagio con medidas drásticas como obligar a los ciudadanos al aislamiento total, los ministerios de economía y los bancos centrales buscan la manera de que los números rojos y la pérdida de empleos no sea catastrófica. En este último escenario está el ministro Alberto Carrasquilla, en cuya cartera recae la administración de los recursos en una crisis sin precedentes. El alto funcionario habló con Forbes sobre qué cartas se jugará para que al país no se le acabe la gasolina.
Como economista, ¿qué lectura tiene de la caída en los mercados, el coronavirus y la guerra de precios del petróleo?
La pandemia está teniendo y tendrá efectos adversos sobre la economía mundial, sobre todo en países tan importantes para la actividad económica como Estados Unidos, China y Alemania, donde se calcula que el efecto será una caída vertiginosa del 4,8 %, 3,6 % y 5 %, respectivamente.
A esto se le sumó la guerra de precios del petróleo y ahí es donde la coyuntura nos está afectando por partida doble. Como país productor estamos en el medio de esta disputa. Desde luego que este golpe doble nos hace mucho daño y nos exige como Gobierno y también como sociedad decisiones oportunas en materia económica, financiera y de salud pública. Ya hemos anunciado e implementado las primeras medidas y continuaremos ajustándonos a estas exigencias que son complejas y cambiantes.
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¿Tendrán que modificar la estrategia fiscal para 2020?
En este momento nos mantenemos en las proyecciones que tenemos. Esperamos que el recaudo llegue a los 158 billones de pesos, recordando que, en los primeros dos meses del año la Dian está superando la meta trazada. Las medidas tomadas en el marco de la declaración de emergencia económica nos permitirán atender la urgencia de los servicios de salud, de las pequeñas y medianas empresas, así como de los hogares que lo requieran.
Sabemos que el coletazo del Covid-19 y de la caída de los precios internacionales del petróleo afectarán a todas las economías del mundo y Colombia no será la excepción, pero creo que estamos tomando las medidas correctas para minimizar los efectos adversos. Por ahora, hay que esperar a la presentación del Marco Fiscal de Mediano Plazo y del Presupuesto General para 2021, ya que para ese momento tendremos un panorama más claro de la situación.

¿Ya tienen un cálculo del efecto que podría tener sobre los ingresos de la Nación la actual coyuntura?
Como le mencioné, el panorama todavía no es muy claro. Por las turbulencias de unos días, no es conveniente decantar decisiones o análisis fiscales de todo un año al que todavía le faltan nueve meses.
Nuestras primeras estimaciones sugieren que estos choques externos, sumados a una desaceleración de la demanda interna por cuenta del coronavirus, afectarían el crecimiento del producto en alrededor de un punto porcentual para el 2020. Sin embargo, estos choques serán transitorios, así como sus efectos sobre la economía colombiana.
Si la inflación se vuelve a salir de control vía devaluación, ¿qué acciones le pediría a la junta del Banco de la República?
Este escenario es poco probable porque históricamente en Colombia no se han observado cambios significativos en el valor de la canasta de consumo de los hogares colombianos cuando hay depreciaciones de la tasa de cambio. Adicionalmente, las estimaciones del Banco de la República indican que la capacidad instalada de las empresas está por debajo de su potencial (la brecha del producto es negativa), lo que indica que los empresarios nacionales pueden aumentar su producción sin aumentar los precios, esto facilita la sustitución de productos importados por productos nacionales. Por último, el choque del Covid-19 reduciría la demanda agregada, presionando los precios a la baja, por lo que se espera que la inflación se mantenga dentro del rango meta entre el 2 % y el 4 %.
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¿Qué opina de los movimientos que ha tenido la curva de TES en estos días?
Hemos estado muy atentos a nuestro mercado de deuda pública, por eso tomamos una serie de decisiones que permitirán afrontar la situación de manera responsable.
Por ejemplo, se redujo la meta de subastas para este año en 1.5 billones de pesos para un total de 23 billones, se amplió el cupo para realizar operaciones simultáneas activas y/o pasivas hasta por un monto de 3.5 billones de pesos, ya que estas representan en promedio un 50 % del volumen diario en plataformas transaccionales. Así mismo, se está aplicando una tasa de costo del 0 % a las operaciones de Transferencia Temporal de Valores que se realicen con todos los creadores de mercado en la primera ventana. De igual forma, suspendimos las subastas de títulos TES de corto y largo plazo en pesos, así como en UVR durante marzo.
Todo con el fin de que nuestros papeles de deuda sigan siendo apetecidos por los mercados internacionales, mostrando el buen comportamiento que se observó en los primeros dos meses del año, una vez los vientos estén más calmados.

Y el mercado ha recibido con gusto estas medidas, así como la asignación de 15 billones de pesos para un paquete de medidas para fortalecer el sistema de salud del país, respondiendo a la pandemia, además de adelantar pagos a familias beneficiarias de transferencias monetarias y el inicio, ocho meses antes, del piloto de compensación del IVA.
Para los analistas, este paquete es positivo pues no solo intenta evitar mayores dificultades en la salud pública y en las finanzas de los colombianos, sino que traerá recursos al país pues 12 billones de este paquete se traerán del Fondo de Adaptación y Estabilización Petrolera (FAEP), una especie de seguro que tienen muchos países —incluido Colombia— para la baja de precios del crudo. Como dicho fondo está en dólares, se espera que la entrada de divisas ayude a reducir la volatilidad en la tasa de cambio.
Mientras la pandemia y la guerra de precios del petróleo evolucionan, el Gobierno prometió que seguirá adelantando medidas y el mundo entero continúa a la espera de sus consecuencias.
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¿Han hablado con las calificadoras? ¿Siguen confiando en el país en esta coyuntura?
Aunque no hemos tenido la oportunidad de hablar con las calificadoras, estoy seguro de que saben que se trata de una coyuntura que nadie esperaba y que no solo nos está afectando a nosotros, sino a muchos países de la región y el mundo.
A pesar de esto, conocen la resiliencia de la economía colombiana y cómo hemos salido, incluso hasta fortalecidos, de situaciones y problemas difíciles que se nos han presentado en el pasado.
Esta es una situación complicada, porque no solo es un golpe el que estamos recibiendo, es una combinación de acontecimientos complejos que nos está poniendo a prueba como sociedad.
¿Le preocupa que la crisis se pueda agravar más?
Claro que me preocupa. Aunque confío en que las cosas mejorarán pronto, con las precauciones, las medidas que estamos tomando como Gobierno y el autocuidado del que cada uno debe hacerse Responsable, la situación estará controlada.