En Colombia, 21 % de hogares estrato uno tienen conectividad a internet
La pandemia global del covid-19 obligó a la mayoría de países a decretar confinamientos durante meses, lo que a su vez ha obligado a empresas y trabajadores de diferentes sectores, así como a las instituciones educativas, a adaptarse a los modelos virtuales. Pero en América Latina, esto hizo aún más evidente la desigualdad en conectividad que existe.
La Cepal advierte que “aunque más del 67% de los habitantes de la región usaron internet en 2019 y la penetración de la banda ancha ha aumentado marcadamente, el aumento del uso de las tecnologías digitales puede exacerbar las desigualdades derivadas del distinto acceso a las mismas entre los países y entre los grupos de ingresos”.
Para Angel Melguizo, vicepresidente de asuntos externos y regulatorios de AT&T DirecTV en América Latina, “uno de los requisitos que tiene Latinoamérica para dar ese salto hacia las economías de alto ingreso con más inclusión y con más institucionalidad es cerrar las brechas de conectividad”.
Recomendado: Operadores piden hacer “uso racional” de internet para no colapsar redes
Melguizo recuerda que la cobertura de internet en la región es cercana a 60 % “es decir que 4 de cada 10 colombianos y latinoamericanos no tiene acceso a internet (…) y de aquellos que tienen acceso, la velocidad que disfrutan de internet es cuatro veces más lenta que los países de la OCDE”.
En el país, en promedio el 50 % de los hogares tienen acceso a internet. Sin embargo, al revisar las cifras por estratos, la brecha es evidente. Mientras el 21 % de los hogares de estrato uno tienen acceso a internet, el 99,8 % de los hogares estrato seis están conectados.
Por esta razón, la meta del Plan Nacional de Desarrollo 2018-2022 es conectar a internet a 11,8 millones de usuarios.
Este y otros planes del Gobierno, como la aplicación de la Ley TIC, son recibidos como buenas señales para las empresas del sector.
Para Melguizo, “realmente el impacto sobre el sector TIC de tener un entorno institucional y regulatorio moderno como el que da la ley tiene un impacto inmediato. Cuando desde el sector corporativo pensamos dónde hacer las inversiones, dónde hacer los planes, lo hacemos en función de dónde hay más mercados digitales potenciales y en función de dónde las reglas van a estar más claras, más estables en el medio plazo y eso ya existe (en Colombia)”.
Recomendado: Covid-19 y la era digital
En el campo de la potencialidad del mercado, AT&T identificó en Colombia “la existencia de elementos estructurales que apoyan a largo plazo. Por ejemplo, el que cada vez más la sociedad y todas las empresas se digitalizan; el tener uno de cada cuatro ciudadanos menores de 30 años; una clase media que se está consolidando y que demanda cada vez más y mejores servicios digitales; estar hablando que cuatro de cada cinco personas en Colombia y en América Latina viven en ciudades”, descató su vicepresidente.
Todos estos factores, agregó Melguizo, “explican el desarrollo, la expansión y el auge del uso de tecnologías en Colombia o en América Latina. En Colombia cada colombiano tiene 1,3 teléfonos y en los países de América Latina 1,2, que es igual al promedio de los países ricos”.
Todos estos factores permiten que, aunque el país atraviese tormentas económicas causadas por factores globales, se mantienen las inversiones del sector de la tecnología en Colombia.