La conyuntura del Covid-19 enfrenta a Colombia a un incuestionable aislamiento de cara a prevenir la propagación de un virus que por sus características de contagio puede implicar un colapso para el sistema de atención en salud. Estas medidas de aislamiento preventivo obligatorio, con toda la razonabilidad desde el punto de vista de la política […]

La conyuntura del Covid-19 enfrenta a Colombia a un incuestionable aislamiento de cara a prevenir la propagación de un virus que por sus características de contagio puede implicar un colapso para el sistema de atención en salud. Estas medidas de aislamiento preventivo obligatorio, con toda la razonabilidad desde el punto de vista de la política pública de salud, causan como efecto correlativo una desaceleración de las dinámicas de consumo y por consiguiente de la economía.

El gran desafío que tiene el país, es cómo enfrentar la protección social sin perder de vista que debe asegurarse la satisfacción de las necesidades básicas de los colombianos, así como su salud mental y emocional y procurar que la economía del país pueda mantenderse a flote.

Sobre esta base, el comercio electrónico se erige como la alternativa de comercialización de bienes que permite balancear los diferentes intereses que están juego. Por un lado, a través de este canal, puede proveerse a las personas de lo bienes de consumo esencial que necesitan para poder satisfacer sus necesidaes básicas de alimentación y salud física, pero tambien los bienes de consumo ordinario que les permiten mantener vigentes sus actividades productivas y de ocio, tan relevantes en una coyuntura de encierro rodeada de mucha incertidumbre. En definitiva, aparece como la posibilidad de mantener activa la economía y propulsar el mercado una vez se supere el período de crisis.

Para revisar la relevancia de la digitalización de los negocios, podemos tomar en cuenta algunos referentes internacionales, entendamos que estar ubicados en un lugar del mundo donde el Covid-19 llegó después, nos permite tomar muchos aprendizajes, no solo en términos de prevención y contención de la amenza, sino en aquellos que deberán implentarse de cara a enfretar las consecuencias que inevitablemente vendrán para la economía. Es claro que veremos muchas industrias decayendo por que las necesidades y las prioridades se modifican en un momento así, pero tomar en cuenta prontamente lo que esta industria ofrece será sin duda definitivo para cualqueir negocio.

En China, mientras que el consumo en general se contrajo el 25%, las ventas por retail a través de internet crecieron 3% en febrero de 2020. Si bien es inferior al 19% en promedio al que han crecido en los últimos periodos, muestra una fuerte migración de los consumidores a este canal. Por su parte, En Estados Unidos, uno de los países con mayor profundidad del comercio electrónico, las compras a través de internet crecieron un 25% durante marzo y las de supermercados en paltaformas de ecommerce, se duplicaron.

En España, las ventas del e-commerce han crecido un 55% desde que se inició el confinamiento de la población debido a la epidemia del Covid-19. La caída en categorías como moda y calzado (-69%) o mascotas (-22%) se ha visto compensada por el crecimiento de las ventas de deportes (+191%), mobiliario (+135%), jardinería (+130%) y farmacia (+26%). Son datos analizados por Guillem Sanz. En este sentido, en los días anteriores a la declaración del estado de alarma, la actividad del e-commerce mostraba una tendencia a la   baja. Sin embargo, las  ventas online se dispararon un 129% a partir del 15 de marzo, cuando entró en vigor el confinamiento.

En Italia, según Qapla, se presente un boom en las órdenes en las dos semanas siguientes a la cuarentena, con un 43% de aumento en las entregas, con una logística medianamente estable pese a las restricciones de acceso, los sitios online sufrieron un incremento inesperado en el tráfico. Las mayores variaciones en las categorías de consumo se presentaron en higiene con 101%, mascotas con 54% y alimentos con 5%. Se presentó un incremento del 80% en los ítems de primera necesidad en la primera semana de la emergencia, del 12,2% de aumento en alimentos de una semana a otra, se presentaron pérdidas del 30% en facturación para moda, especialmente en el sector de lujo

Desde este entendimiento es indudable que la digitalización de todos los negocios y de los hábitos de consumo se constitye entonces como una necesidad de primer orden de cara a enfrentar, pero sobre todo, a superar la crisis.

Por: Maria Fernanda Quiñones.

*La autora es presidente de la Cámara Colombiana de Comercio Electrónico.

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