las que en otro momento fueron consideradas competencias blandas, en este momento son habilidades estratégicas, ya que permiten direccionar las organizaciones.
En el momento de adversidad que están atravesando las organizaciones, es necesario que los líderes tengan la capacidad de mantener la cabeza fría y el corazón cálido, lo cual significa reconocer el impacto que la incertidumbre está teniendo en las personas que hacen parte de la organización.
Este es el momento en que la inteligencia emocional es un factor crítico y determinante en el liderazgo de los equipos, acompañar de manera efectiva requiere del desarrollo de la agilidad emocional, entendida ésta como la capacidad de identificar, regular y responder de manera efectiva ante las presiones del día a día que se vive en el interior de los equipos.
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Un líder efectivo tiene la capacidad de expresar empatía y compasión por las personas sin perder de vista la orientación al logro, las metas y la prospectiva ante los futuros escenarios que va a afrontar la organización en el futuro cercano.
Uno de los factores claves para liderar en medio de la crisis está relacionado con la mentalidad adecuada para autogestionar el desarrollo de nuevas habilidades por parte de las cabezas de las compañías, las que en otro momento fueron consideradas competencias blandas, en este momento son habilidades estratégicas, ya que permiten motivar, enfocar y direccionar a las personas desde el propósito de las empresas y el impacto que tiene su labor en el mundo.
Los líderes de cualquier nivel pueden realizar tres acciones específicas para desarrollar sus competencias y acompañar a sus colaboradores en medio de la situación difícil:
1. Fortalezca su agilidad emocional
Autogestione su capacidad de ser consciente y elija respuestas emocionales efectivas ante las situaciones críticas que vive la compañía y su equipo de trabajo. Un paso clave para lograrlo es llevar un registro de las emociones, sensaciones y pensamientos que lo acompañan al iniciar el día y al finalizarlo, con esto logrará entender como su regulación emocional potencia o limita los niveles de productividad, la capacidad de influencia y la presencia ejecutiva que transmite tanto a su equipo como a las diferentes personas de la compañía.
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2. Entrene su cerebro para adaptarse al cambio
La flexibilidad cognitiva es la capacidad que tiene el cerebro para reorganizarse por medio de la plasticidad neuronal (cambios en las conexiones existentes y generación de nuevas neuronas), lograr esto requiere de practica constante, dedique cada día un espacio para entrenar esta habilidad ya que la necesitara permanentemente de aquí en adelante. Aprender una habilidad, desarrollar un talento, revisar su día y encontrar un aprendizaje son formas de incrementar la flexibilidad cognitiva.
3. Aplique en su equipo las tres 3 C cooperación, confianza y comunicación
Las tres C son la clave de un equipo que trabaja unido, es fuerte ante la adversidad y evalúa los riesgos y las oportunidades de manera asertiva.
Mantener la efectividad de los equipos en medio de la adversidad actual es un reto al desarrollo de los líderes, tanto desde el ser como desde el hacer, para consolidar relaciones de valor que permitan alcanzar las metas con el compromiso de sus colaboradores y convertir la autogestión en parte de las culturas organizacionales.
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LinkedIn: Blanca Mery Sánchez
*La autora es máster en neurociencia aplicada al alto rendimiento y la felicidad y directora de la compañía Mente Sana
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