"El comportamiento en las distintas plataformas de comercio electrónico durante la crisis de Covid-19 ha dependido mucho de la categoría de los productos o servicios que se comercialicen", expresa Maria Fernanda Quiñones, presidente de la Cámara Colombiana de Comercio Electrónico.

Dadas las medidas de aislamiento social adoptadas para combatir la pandemia de COVID-19, el Gobierno Nacional ha considerado relevante mantener como una actividad exceptuada la comercialización de bienes, tanto de primera necesidad como de consumo ordinario, a través de plataformas de comercio electrónico, así como todas las actividades relacionadas con que esta comercialización sea posible, entre ellas, aquellas de logística y transporte de dichas mercancías.

Lea aquí nuestra sección especializada en Tecnología

Desde esta premisa podría pensarse que, en términos generales, el sector tiene habilitada su operación y aunque es así, lo cierto es que su comportamiento se ha visto afectado de manera importante durante la coyuntura. En términos globales, respecto a la última semana de marzo de 2019 y la última semana de marzo de 2020, vemos que el crecimiento en transacciones de compra en linea es del 39%, pero hay una caída en el valor total de las ventas del 39% y una caída en el ticket promedio del 56%, esto indica que las preferencias del consumidor han cambiado de manera relevante y decide centrarse en bienes que le permitan hacer frente a la emergencia. Ahora bien, es innegable que gracias a las aclaraciones realizadas por el Gobierno Nacional sobre la norma y promovidas desde este sector, sumadas a la seguridad jurídica planteada en el Instructivo para comercialización de bienes de ecommerce expedido por el Mintic en la semana del 31 de marzo, permitieron un despegue de la industria que supuso una mejoría del 25% respecto de la semana anterior, en vigencia ya de la emergencia.

El comportamiento en las distintas plataformas de comercio electrónico durante la crisis de Covid-19 ha dependido mucho de la categoría de los productos o servicios que se comercialicen. La incertidumbre que causa la situación actual y la eventual recesión económica, hacen que se recorten muchos gastos y se posterguen decisiones de compra para cuando haya certeza sobre la evolución de las condiciones económicas, y por ende se inicie la reactivación de la economía.

El comercio electrónico es un medio transaccional en el que se incluyen empresas de distintos sectores económicos y aunque la contracción no ha dado tregua en ninguno, es claro que muchos colombianos han encontrado en este medio la alternativa idónea para mantener el abastecimiento de sus hogares, contribuyendo a su vez a la reducción del contacto entre las personas y reduciendo las aglomeraciones en los establecimientos comerciales. Esta situación ha llevado a un comportamiento favorable en categorías como supermercado, que presenta un crecimiento de más del 100% en las distintas plataformas; tecnología, con un crecimiento del 26.9%; deporte y gimnasio en casa, con un crecimiento del 85.6% y salud, que entre la última semana de febrero y la última de marzo presentó un crecimiento del 38.2%.

Sin embargo, en algunos casos se han visto afectaciones severas, por ejemplo entre la última semana de febrero y la última de marzo las ventas a través de canales de internet  del sector turismo cayeron 90.5% y en las aerolíneas la afectación fue del 87.6%. De igual forma, las plataformas de empresa a empresa (B2B) han mostrado una caída del 79.4% y la categoría de moda y belleza del 45,5%.

En la medida en que la situación de crisis no parece solucionarse en el corto plazo, las empresas tradicionales deberán moverse hacia canales de comercio electrónico y también  la política pública deberá replantearse para generar incentivos dedicados a aquellas industrias que estarán afectadas sustancialmente durante el periodo de la emergencia.

Por: Maria Fernanda Quiñones.

*La autora es presidente de la Cámara Colombiana de Comercio Electrónico.

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes.