"Los datos se están convirtiendo en el recurso más valioso para la humanidad tal como lo fue en su momento la tierra, la propiedad o las máquinas", resalta Nelson Beltrán, Associate Partner de EY Colombia.
La cuarta revolución industrial gira alrededor de la adopción de nuevas tecnologías tales como la inteligencia artificial, blockchain, robótica y la analítica avanzada, las cuales se están convirtiendo en la médula espinal de organizaciones tanto privadas como públicas. Sin embargo, no deja de sorprender que las medidas más ampliamente implementadas para contener el contagio y salvaguardar la vida de todos nosotros en la situación que actualmente estamos viviendo, no sean diferentes a las mismas que hace un siglo en la época de la mal llamada “fiebre española” se adoptaron, el distanciamiento social y el confinamiento.
¿Cómo podemos entonces aprovechar las nuevas tecnologías para reducir los contagios y reactivar la economía?
Los países que están siendo más exitosos en la contención de los contagios no solamente están recurriendo al confinamiento y el uso del tapabocas, también están usando ampliamente big data y modelos analíticos avanzados para determinar las mejores medias a adoptar y monitorear en tiempo real los cambios que están ocurriendo, así como predecir los posibles focos de contagio e identificar los sitios de mayores riesgos.
Igualmente, los laboratorios están recolectando y analizando un volumen importante de datos con el fin de apoyar el desarrollo de la vacuna. Existen actualmente por lo menos 6 laboratorios en países con USA, China e Inglaterra que están trabajando en el desarrollo de una vacuna que esperamos vea pronto la luz. Es a partir del análisis de grandes volúmenes de datos y modelos estadísticos sofisticados que podremos anticipar la efectividad de la vacuna desarrollada, validar las pruebas y dar las aprobaciones requeridas para ser aplicada en seres humanos con seguridad.
Por el lado de la economía, los datos y la analítica también van a jugar un rol importante en entender los cambios en los hábitos de consumo de los ciudadanos y poder desarrollar los productos y servicios que se van a empezar a demandar. Un estudio reciente llevado a cabo por parte de EY, clasificó a los consumidores en seis segmentos diferentes de acuerdo con sus características de consumo que adoptarán una vez la crisis sea superada. Dicho estudio concluye que solamente el 30% de los consumidores va a regresar a los mismos hábitos de consumo que tenían antes de la pandemia y el restante mudará de manera importante estos hábitos de consumo. Por ejemplo, se espera que además del cambio en la forma que compramos, los cambios más significativo por parte del 70% de los consumidores se de en las siguientes áreas: la forma en que viajamos, la forma en que compartimos tiempo con nuestras familias y la forma en que socializamos; mientras se espera que en donde menos cambios van a haber, es en la forma en que educamos a nuestros hijos, la forma en que interactuamos con los bancos y la forma en que usamos la tecnología.
Estos cambios requieren que las empresas recolecten analicen y tomen decisiones importantes para modificar sus productos y servicios, así como los canales de atención actuales para poder responder a las nuevas necesidades del mercado. Debemos acelerar los procesos de recolección y análisis, dar la mayor cantidad de datos e información posibles para poder entender las nuevas dinámicas del mercado y reaccionar ante ellas ágilmente.
Los datos se están convirtiendo en el recurso más valioso para la humanidad tal como lo fue en su momento la tierra, la propiedad o las máquinas. Quienes posean y aprovechen de mejor manera los datos que se crean en cantidades inimaginables cada día, van a ser quienes a futuro podrán contribuir mejor a la construcción de una nueva economía y una nueva sociedad.+
Por: Nelson Beltrán*
*El autor tiene más de 25 años de experiencia en consultoría gerencial y actualmente es Associate Partner de EY Colombia y líder de los servicios de Big Data & Analytics. Es ingeniero industrial de la Universidad Javeriana y tiene un MBA de Fairleigh Dickinson University.
Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes Colombia.