Orgulloso de sus orígenes, Grey entreteje con pasión memorias familiares, retos y sueños en una colección que hizo vibrar las pasarelas de la Fashion Week de Nueva York. Ello, tras convertirse en el primer ganador latino de Project Runway.

Por: Sheila Ramírez | Forbes Life

Las anécdotas de su abuela permanecen intactas en la memoria de Jhoan Sebastian Grey. Aún recuerda la alegría que le producía caminar a su lado cuando era un niño. La canasta que ella llevaba en el brazo durante aquellos paseos rumbo al mercado es, a la vez, una imagen recurrente y un elemento inspirador.

Tanto que algunas de las piezas distintivas que el diseñador caleño presentó en la Semana de la Moda en Nueva York evocan el tejido artesanal de esa canasta. El homenaje íntegro a su abuela fue plasmado en la pieza central de la colección: la chaqueta Lola, una prenda estéticamente fascinante que puede transformarse en cinco prendas diferentes.

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Esa cualidad de ofrecer una amplia gama de estilos en un solo diseño entraña, además, un poderoso mensaje: “Comprar menos y de mejor calidad. Esa es mi manera de contribuir a la revolución que ha comenzado”, nos dice el ganador de la temporada 17 del reality show Project Runway. “Vivimos en una época donde la gente se mantiene conectada a internet pero está desconectada de lo más importante, de lo que nos rodea: la naturaleza”.

“La situación actual que atraviesa el mundo nos da la oportunidad de establecer una comunicación más auténtica con quienes amamos”

Jhoan Sebastian Grey

Así, su admiración por la madre tierra fue revelada en materiales francos como algodones, sedas, lanas y cuero, en colores vibrantes y combinaciones armoniosas.

La geografía de Colombia y los tonos que dividen a sus ciudades en el mapa dieron sustento a esas mezclas dotadas de identidad. ‘Lineage’ es una colección que significa mucho para Sebastian porque es un reconocimiento a las enseñanzas de sus abuelos y padres. “A través de ella hablo de lo que soy, de donde vengo, de mi país que es Colombia y de lo mucho que tiene para ofrecer al mundo”, expresa con emoción.

También porque fue un gran desafío. “La investigación, el tema, el contexto, la habilidad de expresar lo que yo quería… No tengo un equipo completo de trabajo, entonces casi todas las piezas las confeccioné con mis manos. La colección estuvo formada por más de 30 prendas”, revela. Y aunque el trabajo fue extenuante no hubo cansancio que lo detuviera.

Fotos: Xavi Menós.

Sebastian sabe a la perfección lo que significa hacer frente a los retos. Él tomó la decisión de cerrar las tiendas que tenía en Cali y en Medellín para ir tras un sueño a Estados Unidos. Así, tuvo que limpiar casas para obtener dinero y continuar preparándose profesionalmente. Y reconoce que fue un proceso complejo y la vez perfecto: “tuve que luchar contra mi ego y eso me hizo ser una mejor persona. En la distancia aprendí a valorar aún más a mi familia y a mi tierra”, afirma.

Sebastian comenzó a trabajar a temprana edad en el negocio familiar de artículos de piel. A medida que crecía reconoció su habilidad para el detalle, cuando atendía con precisión las solicitudes de los clientes. Por ello pensó en dedicarse al diseño de moda después de asistir a una presentación de ballet con sus padres.

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Fue así que terminó asistiendo a Incolballet, una escuela de bellas artes a un par de horas de su ciudad natal. Y fue allí donde comenzó su fascinación por los vestuarios diseñados para los bailarines y cómo estos cobraban vida para contar historias. Después de algún tiempo, asistió a la Academia de Dibujo Profesional en Cali donde se especializó en diseño de moda.

Su talento y conocimiento del mercado de alta gama lo llevó a colaborar con artistas de renombre como Lina Cantillo y Andrés Otálora.

En la Unión Americana ganó una beca para asistir al Instituto Marangoni en Miami, Florida, donde continuó definiendo sus capacidades como artista. “Ahí aprendí a conectar mis sentimientos con lo que estaba haciendo. Es una enseñanza que tomé muy en serio y que he intentado aplicar en todo lo que hago”, confiesa.

La pausa generada por la pandemia, abre un nuevo espacio de conversación con Sebastian. Sus palabras reafirman la importancia de mantener la relación con los seres queridos, la familia y el terruño aún en la distancia.

“La situación por la que atraviesa el mundo nos está dando la oportunidad de tomar las cosas con calma, de reflexionar y establecer una comunicación más auténtica con las personas que amamos. Esta etapa me ha permitido conectar conmigo mismo; entender con profundidad quién soy, hacia dónde quiero ir”, afirma.

Y agrega que esta situación le ha permitido entender cuáles son los beneficios que deben brindar las prendas, sobre todo en términos de comodidad y seguridad. En este sentido, la moda adquirirá un significado más slow, con diseños más pensados y naturales.


Bajo esa perspectiva desarrolla su próxima colección mientras estudia marketing digital. “Es claro que el social media jugará un papel fundamental en la industria de la moda”, afirma convencido sobre un elemento que será decisivo en su anhelo de traspasar las fronteras y conquistar el mundo presentando colecciones mucho más apegadas a su ser, creatividad y entusiasmo por la vida.