Los líderes tienen el principal reto en la reactivación de empresas y organizaciones ¿cómo volver a operar con esta nueva realidad?

La coyuntura actual ha afectado a todos los sectores económicos y sociales, sin importar su naturaleza, pues ha generado una reducción acelerada de empleos, una disminución en el gasto, un cambio en las prioridades de consumo y una transformación de los hábitos de cientos de ciudadanos alrededor del mundo.

Si bien el Covid-9 ha simbolizado una coyuntura difícil para las economías a nivel global, evidentemente, pasará a la historia, como otras pandemias que han ocurrido a lo largo del tiempo, y a la sociedad le quedará el enorme desafío de salir adelante. Por este motivo, los negocios deben empezar – desde ya – a repensar sus formas de trabajo, cómo será la nueva articulación entre los equipos de colaboradores, de qué manera gestionarán su nueva realidad, entre muchas otras cuestiones que pueden surgir.

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Un reto clave recae entonces en los líderes, que se verán enfrentados a navegar un panorama incierto, desconocido y para algunos tal vez, aterrorizador. Por este motivo, conocer bien las herramientas para llevar a cabo su labor de forma más estratégica y asertiva, se vuelve un factor fundamental.

Con lo anterior en mente, es importante considerar los siguientes aspectos:

1. Un líder debe saber identificar las habilidades de su equipo

Si tenemos en cuenta el papel del líder en un equipo efectivo, este arranca conformándolo con base en el reto o problema que se debe resolver. En este caso, cómo enfrentar la crisis social, económica y de salud generada por la pandemia; definiendo los roles del equipo según las habilidades requeridas para solucionarlo y así mismo, utilizando su gran capacidad de observación, para seleccionar a los integrantes que tengan dichas habilidades o el potencial para desarrollarlas.

De esta manera, resalta el aporte que cada integrante le da al equipo y empodera a los integrantes para que den su máximo potencial.

La importancia de ese paso inicial es crucial para que las empresas colombianas puedan lograr el avance que necesitamos como país en productividad y así aprovechar la gran creatividad y recursividad que nos caracteriza.

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2. Un líder no solo da órdenes

El papel del líder es entrenar y guiar hacia los comportamientos y desempeños esperados, por lo cual, se hace necesario que también haga un adecuado seguimiento y evaluación del trabajo ejecutado por el equipo.

En este punto es clave mencionar que el líder interactúa con los demás integrantes del equipo con una actividad específica y no solo da órdenes. A medida que va avanzando el equipo, pone en práctica su actividad de dirigir, para guiarlo hacia el cumplimiento de la meta propuesta.

3. Un líder delega y confía

El líder cumple un papel fundamental: confiar en el desempeño y puesta en acción de las habilidades de cada integrante. Por lo cual, su labor es la de apoyar y dejar actuar al equipo, pues las bases de inspiración, generación de propósito y enfoque, ya fueron sembradas durante el transcurso del proyecto.

En un ambiente empresarial, lo más importante es que el líder del equipo lidere con su ejemplo y sea quien demuestra que las reglas que se fijaron se deben respetar. Así mismo, es igual de relevante definir un propósito inspirador y retador que motive al equipo a lograr un gran desempeño por parte de cada uno de sus integrantes.

Por último, encender ese motor del compromiso de los integrantes para alcanzar ese reto, es transmitirlo de una manera que los inspire y que se den cuenta que su aporte va a ser absolutamente valioso para lograrlo.

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4. Elija unos buenos co-equiperos

Por último, lograr que las personas interactúen de la mejor forma y puedan producir un resultado de alto desempeño, se obtiene a través de unos buenos “co-equiperos” que apoyen a poner en marcha el negocio, proyecto o idea; y de la aceptación colectiva de un “contrato de equipo”, que incluya las reglas básicas, los acuerdos y aquellas cosas que podrían ocurrir (incumplimientos a lo acordado) para poder corregirlas y continuar con el desempeño adecuado del equipo.

Salir adelante requiere, indudablemente, de un trabajo en equipo. Algo que ha demostrado la crisis actual es que la mejor solución es unirse y trabajar en conjunto, por lo cual, los líderes se enfrentan a la valiosa tarea de articular, orientar y aconsejar a sus compañeros hacia un camino que es incierto y desconocido. Estamos ante un panorama de miedo y desconfianza, por lo cual, los líderes jugarán un papel fundamental en brindar calma, tranquilidad y un nuevo norte en los diversos sectores.

Desde la academia, los profesores y las universidades podemos aportar al país por medio de investigaciones y análisis sobre el contexto actual; para brindarle a los líderes información mesurada y fundamentada sobre algunas de las implicaciones del fenómeno que estamos viviendo.

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LinkedIn: Marco Antonio Azuero
*El autor es profesor de la Facultad de Administración de la Universidad de los Andes.