"Las empresas están poniendo en riesgo su estrategia, sus valores, su rentabilidad y los consumidores que por años construyeron”, dice Camilo Herrera, fundador de Raddar.

Por: Camilo Herrera*

No hay nada menos improvisado, que una buena improvisación. Muchas empresas en el mundo improvisaron ante el aislamiento, reaccionando a gran velocidad para no perder mercado, y cuando se dieron cuenta, habían perdido el rumbo, y cometido enormes errores en su estrategia. Otras, por el contrario, improvisaron desde su ‘saber hacer’ y lograron aprovechar las oportunidades, capturaron más mercado y obviamente dieron gusto a sus consumidores.

No es secreto, que el secreto de todo negocio es satisfacer al consumidor más de lo esperado; y sobre esto, se pueden hacer miles de estrategias, que van desde prometer poco y dar mucho más, hasta sorprende continuamente. Desde los productos de consumo masivo, con propuesta de In & Out, hasta servicios de consultoría que van más allá de lo pedido. Sin embargo, una cosa es saber conquistar al consumidor antes del aislamiento, y otra cosa muy diferente es hacerlo en esta ‘era de hielo’ que estamos viviendo.

“Aprende las reglas como un profesional, para poder romperlas como un artista”, dijo Picasso hace mucho tiempo, y esta sentencia hoy tiene más vigencia que nunca, porque solo los que conocían las normas, las pudieron adaptar a la nueva realidad; así, mucho se están confundiendo al decir que ‘virtualizar las empresas’ es montar un e-commerce,  y que ahora sí se debe hacer la ‘transformación digital’, cuando la virtualización es lograr no ser presenciales, como hace una tienda de barrio con sus domicilios por teléfono y, vale la pena recordar que la transformación digital ya paso hace rato, y que si hasta ahora van a dar ese paso, es fundamental comprender que deben pensar diferente, porque no es montar una tienda en línea.

El futuro comenzó hace mucho, y los que habían comenzado a construir la virtualidad desde antes y comprendiendo que esto se hace comenzando por apropiar al equipo del proceso y terminando en la visión digital de la empresa, tienen una enorme ventaja. Ser virtual no es poner una página web, es convertirse en otra cosa; Amazon es exitoso –entre otras cosas– porque nunca fue físico y cuando intentó serlo, no logró ser tan exitoso.

Por esto, salir corriendo a vender a domicilio porque la demanda quedo congelada en la casa, no es simplemente colgarse de una plataforma de mensajeros, es comprender que su producto ahora pasará de un modelo de Go to market, donde el comprador llegaba a la tienda, a un modelo de Go to consumer, donde el producto llega directamente al consumidor final, comprendiendo que es el domiciliario, la última cara que ve el cliente, y que lo que él haga, representa a la marca. Por eso, Crepes & Waffles crearon su propia flota, para asegurar que la experiencia sea la de ellos, y no personas ajenas a su compañía.

De manera jocosa y coloquial, he dicho que ‘del afán solo queda el embarazo’, y eso es lo que les está pasando a muchas empresas, que siguiendo la respuesta obvia de mercado, están poniendo en riesgo su estrategia, sus valores, su rentabilidad y desafortunadamente, sus consumidores, que por años construyeron.

El mundo de los restaurantes es un ejemplo. Por años, casi todas las industrias se adaptaron a los cambios de mercado por medio de nuevos modelos de negocios o nuevas líneas de productos, pero ellos, siguieron haciendo lo mismo, de la misma manera, mejorando las recetas, causando el crecimiento de las ‘cocinas negras’ y preparando a su propia competencia para un momento como este.
Nada comenzó ayer, pero mucho puede acabar mañana. Improvisar es hacer lo que ya se sabe hacer, como si fuera simplemente bailar con una nueva música, como hoy nos está pasando.

*El autor es fundador de Raddar.

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