Andrés Sarrazola, CEO de Ayenda Hoteles, cuenta a Forbes, la estrategia de esta compañía hacia un futuro permeado por el COVID-19.
Justo cuando estaban consolidándose como la cadena de hoteles más grande de Colombia por número de propiedades, en Ayenda Hoteles, el prominente startup originaria de Medellín, sintieron el ‘huracán’ de la pandemia, pero no se quedaron quietos y tienen claro su rol para la reactivación.
“Nos encuarentenamos dos semanas antes que todos, no sabíamos la magnitud, ni que iba a durar tanto”, le dijo a Forbes Andrés Sarrazola, CEO de Ayenda Hoteles, sobre ese momento de incertidumbre cuando apareció el COVID-19. Con todo su equipo, trabajaron en un plan temprano de negocio, suponiendo cómo sería la operación sin ingresos en los próximos meses.
Ayenda se dedica a mejorar hoteles independientes para hacerlos más rentables, cobijándolos bajo su nombre y estandarizando sus prácticas, para aumentar su ocupación a través de la tecnología.
Como pocos, Ayenda acababa de cerrar una ronda de inversión de US$8.7 millones al momento que vieron desplomar sus ingresos en un 90%, lo cual jugó a su favor. Sin embargo, se requería encontrar todas las eficiencias posibles. “No hicimos despidos, pero hubo disminución de salarios, aquí todo el mundo propuso y estamos optimistas”, cuenta Sarrazola.
La industria de la hospitalidad ha sido una de las más afectadas por las medidas para mitigar la propagación del Covid-19. Según Cotelco, los hoteles han dejado de recibir $4,5 billones.
“A pesar de todo, esto nos ha traído muchos beneficios, de abril hacia acá cada ha sido mejor que la anterior”, explica el CEO de Ayenda, al revelar que el segmento corporativo está alcanzando casi el 100% de la recuperación, con una variedad de compañías en su portafolio de clientes, y que la ocupación general de viajeros pasó de 5% en abril a 20% en agosto. Ahora su infraestructura soporta diez veces más las reservas que tenían antes.
En abril, adelantaron una campaña de alojamiento gratuito al cuerpo médico que estaba atendiendo el coronavirus, en el preciso momento que el personal de salud se enfrentaba a un fuerte ambiente de estigmatización en el territorio nacional. En paralelo, trabajaban en certificaciones de bioseguridad.
Entre tanto, esta compañía no está dispuesta a crecer a cualquier costo y a estas alturas se pregunta qué se necesita para ser rentable y cómo esto se refleja en cada uno de los costos. “Empezamos a hacer más retención que adquisición”, expone Sarrazola. “Yo quisiera que la mayor parte de clientes sea recurrente”. Ayenda prevé que, tras el golpe económico, muchas empresas tienen que buscar alternativas costo eficientes para hospedajes, lo cual sería un espacio que ellos pueden entrar a ocupar.
“En el futuro en Latinoamérica se verá que todos los hoteles pequeños sean parte de una cadena, como lo que pasó en India, eso se está acelerando”, refiere el CEO de Ayenda. “Si eso iba a tomar siete años, eso va a tomar cuatro años o tres años, porque cuando están solos, se van quedado si oxígeno”.
Para el final del año, esperan poder recuperar un 60% o un 70% de la ocupación que tenían antes de la pandemia, aunque esto dependerá de la reactivación del transporte aéreo y terrestre. “Empezamos a ver ciudades que se activan de una forma más rápida”, dice Sarrazola.