La modelo y presentadora Daniela Álvarez habla sobre su proceso de resiliencia y cómo tomar decisiones que ayuden a cultivar esta cualidad.

Después de seis meses  de cuarentena y con un proceso de reapertura en diferentes sectores iniciando, debemos preguntarnos: ¿cómo prepararnos para lo que viene?, una de las razones por la cual esa pregunta es tan desafiante y compleja de responder es porque no sabemos realmente qué es “lo que viene”.

Es precisamente la resiliencia una herramienta para actuar que se interpone ante la incertidumbre y nos permite seguir. El American Psychological Association (APA) define la resiliencia como el proceso que vivimos las personas para adaptarnos a la adversidad (trauma, tragedia, amenaza o fuente de tensión). Comparan la resiliencia con una bola o resorte que tienen la capacidad de rebotar de una experiencia difícil. 

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Lo que más me encanta de este concepto descrito por la APA es que aclaran que no es una característica que la gente tiene o no tiene, más bien, es una serie de conductas, pensamientos y acciones que pueden ser aprendidas y desarrolladas por cualquier persona.

En ese orden de ideas, todos pudiéramos tener la capacidad de ser resilientes y de poder así convertir la adversidad en oportunidad. Debo confesarles que empecé a enamorarme de este tema cuando dialogué con una mujer que cambió mi visión, mi mentalidad y por ende mi actitud. Creo firmemente que ella podrá también hacerte ver la vida y sobre todo cualquier situación que vivas de forma distinta.  Es por eso que comparto la conversación que mis hermanas y yo tuvimos en Power Night con ella y las lecciones que más quiero resaltar. 

Daniela Álvarez, la reina de la resiliencia 

Daniela es un referente de resiliencia y templanza, que además se ha esmerado porque su historia se vuelva fuente de inspiración  y definitivamente lo ha logrado. Luego de contarnos a mis hermanas y a mí su historia en detalle,  concluimos unos puntos claves que quiero compartir y que pueden ser aplicados en cualquier escenario, ya sea personal, profesional o de negocios. 

1. Tomar decisiones (aunque sean duras) en el momento oportuno

Decidir por voluntad propia cortar la pierna izquierda de tu cuerpo, sea como sea, es una decisión extremadamente difícil. Pero indiscutiblemente, en ese momento, para Daniela, era la más asertiva.  Aunque esa decisión representó cambiar un poco su estilo de vida, empezar de nuevo, y adaptarse a una nueva realidad, Daniela hoy está feliz de haberla tomado porque sabe que de no haberlo hecho, los resultados pudieron haber sido trágicos. 

Dicen que la peor decisión es no tomar una decisión, en estos momentos la asertividad para tomar decisiones influye mucho sobre los resultados del futuro. No tengo duda que decidir hoy día es una de las acciones más extremas que podemos realizar, pero es absolutamente necesaria, porque no hacerlo puede ser peor. Es importante enfocarse en la visión a largo plazo para que las duras decisiones que deban tomarse tengan sentido.  

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2. Ante cualquier situación difícil generalmente hay dos caminos, y somos nosotros quienes podemos elegir

Luego de decidir cortarse parte de su pierna izquierda, Daniela tuvo que optar entre dos extremos como compañeros para afrontar el proceso que seguía; por un lado, la tristeza y la depresión y por otro, la alegría y el optimismo.  Ella evidentemente optó por tomar el camino de la felicidad, la aceptación, la resiliencia y el positivismo para hacerle frente a un camino lleno de muchos procesos complejos. Después de un mes y medio de sus operaciones, nos afirma que fue ese camino el que le permitió salir adelante y atravesar todas las pruebas.

Esta reflexión se aplica a todo, al fin y a cabo no podemos controlar las cosas que nos pasan, solo estamos en capacidad de controlar la manera en la que reaccionamos ante ellas.  

3. Todo tiene solución, aunque no la veamos inicialmente,  si somos resilientes podemos encontrarla

En palabras de Daniela “todo tiene solución”, inicialmente es difícil ver tales alternativas porque nuestra química cerebral seguramente lo impide. A medida que cambiamos nuestra actitud y nuestra mentalidad, la ventana de soluciones y oportunidades empieza abrirse.

4. No perder de vista los sueños y la visión que empujada por la esperanza nos debe guiar 

¿Qué sigue?, ¿qué  nos guía?, ¿por qué continuar?

Daniela tiene claro que quiere convertirse en una gran conferencista que mueva fibras alrededor del mundo, hoy ese sueño la mantiene optimista y con ganas de prepararse para lograrlo. 

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Tener un sueño o una visión que nos guíe mantiene encendida la esperanza que nos mueve a los seres humanos.  Puede que el sueño cambie un poco y la visión se reajuste, y eso está bien, lo fundamental es no perder la esperanza. Así que, ¡a seguir soñando se dijo! 

5. La actitud hace toda la diferencia 

Daniela lo sostiene y la ciencia lo respalda.  Las emociones tienen un efecto directo en los neurotransmisores de nuestro cerebro que afectan positiva o negativamente (dependiendo de la emoción) la manera como procesamos la información. En términos muy sencillos, entre mejor sea nuestra actitud, mejor va a ser nuestra capacidad de pensar, crear, innovar, transmitir información y relacionarnos. 

Visión positiva y oportunidad 

Cuando empezamos a vivir una nueva etapa, debemos afrontarla con la mejor actitud, visión positiva y resiliencia, porque ello tiene el poder de cambiar totalmente los resultados que obtengamos. 

¡Adelante! Esto apenas comienza. 

Contacto
LinkedIn: Karen Carvajalino
Twitter: @LasCarvajalino

*La autora es cofundadora The Biz Nation, una plataforma de educación virtual enfocada en emprendimiento, tecnología y habilidades para los trabajos del futuro. 

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes Colombia.