La pandemia ha mostrado que es posible gestionar cambios a gran escala en poco tiempo, que con acción colectiva es posible hallar oportunidades a la crisis. Ese parece ser el caso de aprovechar la coyuntura para repensar las empresas hacia el balance entre el éxito financiero y la sostenibilidad.

La crisis por el nuevo coronavirus ha puesto en el debate la necesidad de repensar los modelos de negocio. Los expertos apuntan a que la personalización 7x24x360 parece irreversible, que la ultra segmentación de audiencias y la descentralización de las operaciones toman cada vez más fuerza y que las juntas directivas deberán reinventarse para aprovechar la convergencia entre innovación y sostenibilidad. Pero ese último tema no es nuevo. Hace una más de una década las grandes empresas del mundo se propusieron cambios para ser una más sustentables. Ejemplo de ello es SAP, que para 2025 espera que sus operaciones sean carbono neutrales, es decir que sus emisiones de carbono sean cero; son parte del Global Plastic Action Partnership, iniciativa del Foro Económico Mundial para océanos más limpios antes de 2030 y de la red de la Fundación Ellen MacArthur para acelerar la economía circular.

Muchas industrias empezaron a pensar cómo lograr el éxito financiero y apoyar metas de desarrollo sustentable. Cristina Palmaka, presidenta de SAP Latinoamérica, ha dicho que esa pregunta no debe girar en torno a la elección entre una u otra. “Necesitamos crear empresas exitosas y rentables, pero que generen valor incluyendo experiencias positivas para los stakeholders, empleados, clientes, proveedores e incluso inversionistas. Todo esto enmarcado en un propósito que apoye la sostenibilidad para que las próximas generaciones tengan un planeta donde vivir”.

El tema de la sostenibilidad se hizo más visible con la aparición de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU y su proyección a ser cumplidos para el año 2030. El Centro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible para América Latina y el Caribe reveló, en junio de este año, cómo iba el cumplimiento de los objetivos en 24 países de la región. Los cinco primeros lugares se los llevaron Chile, Uruguay, Costa Rica, Ecuador y Argentina. Colombia ocupó el noveno puesto. Este informe también advierte que por la pandemia algunos indicadores se frenarán o retrocederán, como la reducción de las desigualdades, la salud y bienestar, el trabajo decente y el crecimiento económico.

SAP identificó nueve mega tendencias de transformación sostenible, con un foco especial en las cadenas de suministro y la economía circular. Su apuesta es a gestionar esas cadenas de formas más responsables; por ejemplo, con el programa Climate 21 y la solución SAP Product Carbon Footprint Analytics, que analiza la cantidad de emisiones y el impacto ambiental de los negocios. La pandemia además ha hecho más visible la necesidad de repensar las cadenas. Un estudio reciente de Dun & Bradstreet explicó que más de cinco millones de empresas del mundo usaban como proveedores principales a compañías en la provincia de Hubei en China, donde se originó la pandemia, lo que los obligó a ver opciones más cercanas. El aumento en los tiempos de tránsito, de tarifas y los escasos vuelos, abrieron la puerta a implementar la transformación digital para ser competitivos y sostenibles.

El tema de la economía circular parece transversal al sector público y privado. Según la fundación Konrad Adenauer hay algunos referentes de políticas públicas de economía circular en la región, como el Diagnóstico de la Economía Circular en Chile del Ministerio de Ambiente y el Climate Technology Centre and Network de la ONU, la Estrategia Nacional de Economía Circular de ocho ministerios y el Departamento Nacional de Planeación en Colombia y la Hoja de ruta de Economía Circular en el Sector Industria del Ministerio de Ambiente de Perú.

Carlos Cadavid, director del UrbanLab de Colombia, ha explicado que hay tres grandes pilares que las industrias pueden aplicar apalancándose en esas políticas públicas: el diseño de productos para que se orienten a la circularidad, la circularidad de los materiales ya fabricados y la regeneración de sistemas naturales. El experto indica que implementar estas estrategias significaría hasta un 45% de la reducción de las emisiones en el mundo. Actualmente ya existen soluciones en esa línea, como el Plastic Cloud de SAP, que permite adquirir plástico reciclado.

El papel del sector privado en las metas de sostenibilidad global no es menor, pues representa el 75% del PIB mundial. En una encuesta de UN Global Compact, el 48% de los CEO aseguraron que ya implementaron acciones de sostenibilidad en sus operaciones comerciales, y parece ser el momento ideal de implementar las estrategias inmediatas y así aprovechar la coyuntura de cara al futuro. La presidenta Palmaka lo resume en “como líderes, debemos concentrarnos a influenciar el cambio, el futuro depende de innovación y tecnología. No existe la opción de elegir entre la rentabilidad y sustentabilidad, somos responsables de ambos”.

Esta conversación seguirá el próximo primero de octubre en una nueva sesión de SAP Society de la mano de Carlos Díaz Pérez, vicepresidente de Innovación de EMEA Sur de SAP. Allí se hablará de cómo aportar valor desde lo económico y lo medioambiental. Para conocer más de este espacio exclusivo de SAP no olvides visitar: https://webinars.sap.com/co/sapsociety2020/es/home