Mayerlín Vergara Pérez, conocida como Maye, ha dedicado más de 20 años a rescatar a niños y niñas explotados sexualmente y víctimas de trata, muchos de ellos refugiados. Es la coordinadora Regional para La Guajira de la Fundación Renacer.

Este año, Mayerlín Vergara Pérez, es la ganadora del Premio Nansen para los Refugiados -galardón humanitario que otorga anualmente la ONU. Maye, como es conocida por sus allegados, ha consagrado su vida a la defensa de la niñez que ha estado expuesta a la explotación sexual.

La colombiana, como coordinadora regional para La Guajira de la Fundación Renacer, ha dedicado más de dos décadas de su vida a ayudar esta organización sin ánimo de lucro del país a alcanzar su objetivo de erradicar la explotación y el abuso sexual de niños, niñas y adolescentes, destacó la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur).

La Fundación, con más de 30 años, ha apoyado a más de 22.000 niños, niñas y adolescentes sobrevivientes de explotación sexual comercial y sobrevivientes de otros tipos de violencia sexual y de género. Maye ha ayudado a rescatar “niñas y niños que son víctimas de la explotación sexual y la trata, recorriendo a pie las calles de pueblos y comunidades en el noreste de Colombia donde operan los traficantes y tratantes de personas”, resaltó Acnur.

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En palabras de Filippo Grandi, alto comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, “personas como Maye representan lo mejor de nosotros. Su valentía y entrega desinteresadas para rescatar y proteger a algunos de los niños y niñas más vulnerables del mundo son nada menos que heroicas”.

Grandi añadió que “ella encarna la esencia de este premio. Su dedicación inquebrantable ha salvado la vida de cientos de niños y niñas refugiados y les ha devuelto la esperanza de un futuro mejor”.

Para Maye, “la explotación sexual tiene un enorme impacto en la niñez, emocional, psicológico, físico y social (…) Vemos niñas que sienten que sus cuerpos no les pertenecen. Sus cuerpos han sido tan maltratados, tan abusados, tan explotados que se sienten alienadas de esos cuerpos, como si no les pertenecieran”.

Otros datos

Según resalta la Agencia de la ONU, Maye ha contribuido con su activismo y cabildeo a la adopción de dos medidas legislativas históricas. “La Ley 1329 estableció una pena mínima obligatoria de al menos 14 años de cárcel para las personas condenadas por facilitar e instigar a la explotación sexual de niños, niñas y adolescentes. Mientras que la Ley 1336 puso la mira en los propietarios de establecimientos que permiten la explotación sexual de niños y niñas en sus instalaciones”.

Hay que tener presente que dado el deterioro de la situación en Venezuela, muchas personas se han visto obligadas a huir de su país teniendo entre sus primeras opciones migrar a Colombia. Con el fin de salir lo más pronto posible de su nación, los venezolanos han sido presa de redes de trata de personas, bandas delictivas y grupos armados, donde a menudo las mujeres y niñas son obligadas a someterse a explotación sexual para pagar su pasaje, resalta Acnur.

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Entre 2015 y 2019, el número de víctimas de trata de personas en el país aumentó en un 23%, de acuerdo con datos del Gobierno citados por la Agencia. “Ese aumento se debe en parte a la afluencia de refugiados y migrantes venezolanos al país”, agrega.

Las cifras del Gobierno además indican que en los primeros cuatro meses de 2020 hubo un aumento del 20% en los casos de trata de personas que afectan a ciudadanos extranjeros, con respecto al año anterior. “En más de la mitad de los casos, la explotación sexual es el objetivo final de la trata”, aseguró Acnur.