La pandemia del coronavirus puso a prueba a todos los líderes, quienes tuvieron que poner a prueba su capacidad de reacción. ¿Cuáles son los aprendizajes?

Esta situación puso a prueba a todos los líderes. Aquellos que salieron favorecidos fueron quienes lograron inspirar a sus equipos, conectarlos con el propósito de la organización y motivarlos para reinventarse pese a tener que asumir grandes sacrificios. En este proceso uno de los mayores aprendizajes que tuvimos los líderes fue aceptar que la vida es impredecible, que siempre habrá altos y bajos; pero principalmente nos aclaró el valor de la vida, de la salud y de la familia.

Esta crisis deja a un lado el liderazgo autocrático, cerrado y lejano. Es el momento de un liderazgo empático, cercano y más humano. A continuación, explico cuatro elementos en los que estará basada la actividad y la labor de un líder de aquí en adelante.

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1. La empatía como fundamento

Previo a la pandemia, vivíamos un liderazgo frío, enfocado en el desempeño y los resultados, mientras que durante la crisis, hemos conocido más a nuestros equipos; hemos visto a sus hijos y mascotas aparecer en Zoom; nos hemos preocupado por su salud y la de sus familias, así como de sus condiciones para trabajar. 

El liderazgo del futuro estará fundamentado en conocer la realidad de nuestros equipos, entender sus dificultades y sus retos, lo mismo que con nuestros clientes y proveedores. El liderazgo estará basado en la empatía. El liderazgo de comités y de junta directiva no va ser funcional. De esta manera, valoraremos a los líderes que están afuera en el mundo real, preguntando, escuchando y actuando. En palabras de Satya Nadella, CEO de Microsoft,”mi pasión es poner la empatía en el centro de todo lo que busco, desde los productos que lanzamos, los nuevos mercados a los que entramos, hasta los empleados, clientes y partners que tenemos”.

2. Curar la cultura

La cultura no consiste en tener espacios de trabajo bien diseñados, comida gratis y beneficios, es más bien la manera en la que una compañía actúa y piensa. El trabajo remoto despertó la conciencia de los líderes sobre este tema, pues al no tener a todos los trabajadores en un mismo espacio físico sino de forma remota y trabajando desde su casa, muchos líderes reflexionaron sobre cuál es realmente la cultura de su organización, cómo va a evolucionar y cómo prevalecerá lo importante.

La cultura es cómo las personas actúan en situaciones difíciles, cómo manejan la presión y responden a los retos, y cómo tratan a los clientes, partners y entre ellos mismos. Mientras que la estrategia define la dirección y el foco, la cultura es el hábitat donde la estrategia vive o muere.

Aquí entra la famosa frase de Peter Druker, “la cultura se come la estrategia en el desayuno“. Esto implica que la cultura de una compañía siempre determina el éxito independiente de que tan efectiva sea la estrategia. La labor de un CEO será entonces forjar y curar la cultura organizacional. La cultura se forja desde el proceso de selección. Garantizar que una persona haga fit o encaje con la cultura (comportamientos y valores) de la compañía hace que todo esté en sintonía. 

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Escuchar efectivamente

La pandemia ha hecho que los tiempos de comunicación sean mucho más cortos. No tener a las personas presencialmente, no ver sus movimientos, ni entender su lenguaje corporal, o percibir su estado de ánimo mientras trabaja, entre otras cosas, hace que sea un reto comunicarse de manera efectiva.

Siempre nos han dicho que los grandes líderes son excelentes comunicando, cómo Lincon, Churchill o Jobs. Sin embargo, el  líder del futuro antes de ser buen orador debe ser extraordinario escuchando. No hay un mejor comunicador que el que escucha atentamente y toma nota. Escuchar es quizás una de las habilidades más importantes de un líder, profesor, jefe, emprendedor etc.

Cómo dice Richard Branson – escuchar te hace oír inteligente. Esta habilidad facilita el entendimiento de los problemas, genera confianza con el equipo y brinda la posibilidad de leer entre líneas. Un líder que sabe escuchar es un líder que está atento para aprender. Un líder siempre dispuesto a escuchar es un líder humilde. 

Conectado con la tecnología

La pandemia impactó negativamente a millones de negocios en el mundo. Las circunstancias de la cuarentena hicieron que los negocios basados en tecnología cómo ecommerce, elearning, streaming, etc, tuvieran una explosión.

Los ingresos de Amazon, Facebook, Microsoft, Apple y Alphabet (matriz de Google) crecieron un 74% desde el inicio de la pandemia. Además, estas cinco empresas constituyen el 20% del valor total del mercado de valores, un nivel que no se había visto en una sola industria desde hace unos 70 años. Sin duda, la pandemia aceleró los negocios basados en tecnología e impactó negativamente a todos los que no.

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Esto no quiere decir que los líderes que acepten 100 % la tecnología y la adopten en sus procesos, incluidas la automatización, el machine learning, el big data, y las soluciones en la nube, vayan a ser exitosos. Pero al menos, conectarse con la tecnología aumentará las probabilidades de ajustar sus modelos de negocio a una mayor velocidad, lo que derivará en mayores oportunidades para adaptarse y recuperar lo perdido. Los líderes entendieron que el mercado no respeta la tradición, pero sí la innovación.

Por: Julián Melo

*El autor es cofundador y CEO de Ubits, una de las compañías de ed-tech de más rápido crecimiento en capacitación corporativa en América Latina, con estudiantes en más de 10 países de la región.

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