Tras dos adquisiciones en Ecuador y Uruguay, el CEO de Siigo David Ortiz prevé inversiones de US$10 millones en tecnología para intensificar las ventajas de su software contable.
Como CEO del mayor software contable colombiano, David Ortiz, que encabezó la transición hacia la nube de una plataforma pensada a finales del siglo pasado, ahora tiene en sus manos una serie de decisiones que podrían llevar a Siigo a ser un titán contable de América Latina.
Basada en Bogotá, en el lapso de los últimos tres meses, la firma dio por cerradas dos adquisiciones de proveedoras de software ERP; la de la compañía Memory en Uruguay y la de Contificio en Ecuador. En ambos momentos, ninguna de las partes reveló el monto de la transacción.
“Estamos esperando crecer en los tres países para ser un ‘hub’ tecnológico”, dice Ortiz a Forbes. “Hasta hoy seguimos con el reto de hacer para que las pequeñas y medianas empresas no piensen en tener un negocio sin tecnología a su lago”.
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A medida que la nube democratiza el acceso al software para la gestión de recursos empresariales de gigantes como Microsoft, Oracle y SAP, así como ha dado surgimiento a software local de proyección internacional como Alegra, en Siigo tienen un mantra: invertir en tecnología.
Con el 35% del mercado colombiano, Siigo, que en 2019 facturó $64.180 millones, lleva las cuentas de más de 170.000 empresas y tiene una red única de 55.000 contadores. Es la fórmula que quieren replicar en Ecuador y Uruguay, destinando en total US$10 millones para la inversión en tecnología durante 2021, con un área de tecnología de la que hacen parte más de 200 personas.
“Hemos vivido diferentes etapas durante el proceso en el que hemos hecho intentos de llegar a otros países”, explica fundador y presidente de la junta directiva de Siigo, Ricardo Ortiz. “Nos dimos cuenta de que la mejor forma de realizar esa internacionalización es generar uniones con empresarios y líderes en los otros países es unificar talentos, trabajar en conjunto y hacer un gran grupo a nivel Latinoamérica”.
Cuando Ricardo empezó con esta compañía hace un par de décadas, era un programa desarrollado en lenguaje Cobol para los sistemas operativos de Microsoft y Apple. Se hizo tan atractiva que fue comprada por un grupo holandés. Hace 10 años se dio la posibilidad de recomprarla y llamó a su hijo David, que había emprendido con una firma aparte, para que juntos volvieran a tomar el control de la compañía.

En su regreso, ambos lograron ingresar en 2013 a la red de emprendedores de alto impacto Endeavor. Ricardo y David no solo montaron la plataforma en la nube, marcando un punto de inflexión en el crecimiento, sino que en 2017 lograron atraer una inversión de Accel-KKR, un fondo de capital privado, de un valor que también se mantuvo confidencial, aunque se supo que era equivalente a una participación mayoritaria.
El CEO de Siigo calcula que en noviembre de 2020 quintuplicaron el número de clientes que tenían en enero, que este año van a estar sobre el 60% de crecimientos en ingresos y que pasaron de ser una empresa de 600 a una de 1.200 empleados.
“Estamos enfocados en garantizar que nuestra cultura está bien, alineados estratégicamente. Los resultados llegan como consecuencia”, apunta David. Lo secunda su padre Ricardo, quien prevé que ve una firma “sin parar de crecer y de impactar a la mayor cantidad de empresarios en toda América Latina, transformando sus vidas, sin límites”.