Aunque el teletrabajo funciona, los seres humanos no estamos hechos para vivir solos. El futuro es descentralizado y no remoto. ¿Cómo generar cultura en la distancia?

Estamos viviendo una época muy particular en el mundo empresarial. Empresarios, gerentes y emprendedores nos estamos viendo enfrentados a la titánica tarea de mantener a nuestros equipos motivados, unidos y trabajando con la misma dinámica que alguna vez tuvimos en nuestras oficinas.

A medida que el panorama del Covid-19 va cambiando a nivel mundial, y las economías están en proceso de reapertura, bastantes empresas se enfrentan al gran dilema de volver a sus oficinas tradicionales o convertirse al trabajo remoto por completo.

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Hay una famosa frase de Peter Drucker que dice “La cultura se come a la estrategia al desayuno”, queriendo decir que no importa qué tan detallada y sólida sea una estrategia en una compañía, si las personas responsables de ejecutarla no encuentran una ruta clara para motivarse, comunicarse e interactuar, lo más probable es que no se logre nada de lo que esa magnifica estrategia suponía.

La cultura importa, y mucho más de lo que creemos. Existe la errónea concepción que la cultura es tener tardes de cerveza, mesas de ping pong y un Play Station. Ben Horowitz lo describe muy bien en su libro “What you do is who you are”, la cultura no son los valores que tenemos en la pared, sino nuestras virtudes como equipo, es decir, cómo actuamos en el día a día, cómo tratamos a nuestros superiores y pares, y en especial cómo nos comportamos en situaciones de alta presión.

¿Cómo pueden los líderes de las empresas construir una cultura saludable y duradera cuando mitad de su equipo está conviviendo en la oficina y la otra está conectada virtualmente? Si la cultura es la definen nuestros comportamientos en ciertas situaciones, ¿Cómo podemos como lideres dar ejemplo de comportamiento si no nos estamos viendo todo el día?

El futuro no es remoto – es descentralizado

Si bien muchos afirman que el futuro del trabajo es 100 % remoto, estoy convencido que es mucho más probable que tomemos una tendencia hacia el trabajo descentralizado, en el cual se combinen espacios compartidos o coworking, oficinas tradicionales y home office, por una sencilla razón: los seres humanos necesitamos contacto e interacción en el mundo real.

Como sociedad, acabamos de hacer parte de un experimento social increíble, algo que nunca hubiese podido lograr así lo planeáramos: trabajar desde casa por más de 6 meses y volvernos trabajadores virtuales de la noche a la mañana.

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En Ontop, realizamos una encuesta a más de 500 personas de diferentes industrias, sobre su experiencia con el trabajo remoto. Los retos que más salen a relucir en los resultados son la motivación, la comunicación y la sensación de soledad y desconexión.  Es interesante ver que las mayores inconformidades de las personas con el trabajo remoto tienen que ver con aspectos emocionales y sociales, más que con su capacidad de poder hacer su trabajo eficientemente y cumplir con las tareas que tienen.

Es acá donde el concepto de cultura organizacional o cultura empresarial toma un nuevo rumbo y debe ser pensado nuevamente por los líderes de las organizaciones. Los seres humanos no estamos hechos para vivir solos. Necesitamos conexión e interacción que algunas veces no podemos conseguir por medio de las video llamadas.

Así que, aunque el trabajo remoto funciona muy bien y tiene ventajas enormes, como la flexibilidad de tiempo, ahorro en gastos relacionados con transporte y almuerzo, las empresas si necesitan encontrar espacios físicos en los cuales subgrupos de su equipo puedan encontrarse periódicamente y suplir esa necesidad de conexión e interacción efectivamente. En el caso de las personas que se encuentran países diferentes al del equipo base, lo ideal es fomentar que trabajen no desde sus casas, sino desde un coworking

Cultura y equipos descentralizados

Después de analizar cómo operan muchos de los equipos remotos que manejamos en Ontop, hemos llegado a las siguientes conclusiones sobre los aspectos que deberían considerar las empresas para construir una cultura organizacional en este nuevo tipo de equipos descentralizados:

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  • Cámara encendida siempre en videollamadas – Suena obvio, pero muchas compañías no aplican esta regla rigurosamente. Vernos cara a cara y poder mirar a los ojos de alguien cuando hablamos, construye confianza y nos permite emparejarnos emocionalmente. La sensación de desconexión disminuye. No hay que subestimar el poder de las micro expresiones faciales, estudiadas por Paul Eckman, mediante las cuales podemos leer en las personas cosas que las palabras simplemente no transmiten.
  • Encuentros presenciales cada 6 meses – Parte de la cultura organizacional es sentirse parte de una tribu. La tribu tiene que poder tener contacto físico al menos una vez cada 6 meses, en retiros de compañías o un nuevo concepto llamado retiros de bienestar y productividad. Verse cara a cara y compartir tiempos prolongados con nuestros equipos, fortalece los lazos de camaradería y hace sentir a las personas parte de un grupo. Cuando nos sentimos parte de un grupo, es mucho más probable que adoptemos las virtudes y comportamientos que vemos a nuestros alrededor.
  • Uso de coworking para las personas trabajando en otro país – La llegada del Covid-19 aceleró la descentralización de equipos. Cuando tenemos miembros de equipo en lugares donde no hay más personas de la organización, es importante que estas personas puedan ir a un coworking o espacio compartido para trabajar. Trabajo remoto no significa solamente home office. La soledad y aislamiento es de los factores más detrimentales en las construcción de cultura y sentido de pertenencia. Al estar en un coworking, estos sentimientos tienen a disminuir, ya que proporcionan interacción humana y un espacio que separa el trabajo de la vida personal.
  • Reuniones de All Hands semanales – Este es un tip que con tomamos con mi socio Santiago de Freddy Vega de Platzi. Probablemente el hábito organizacional más importante que puede tener un equipo remoto. Un día a la semana, el equipo se reúne en su totalidad por 30 o 60 minutos, y se comparte desde una cerveza hasta juegos grupales, acompañado por supuesto de anuncios importantes a nivel compañía y reconocimientos públicos de logros alcanzados.

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  • Encuentros virtuales aleatorios – Cuando tenemos equipos que no necesariamente se conocen entre todos y nunca se van a encontrar en serendipia porque están en diferentes lugares, lo mejor es coordinar encuentros virtuales aleatorios entre personas. “Cafés virtuales” para conocerse entre áreas que probablemente nunca ser hablarían. Importante que sean reuniones de a 2 personas máximo para fomentar ese emparejamiento emocional y poder tener conversaciones significativas para conocerse de verdad.
  • Uso de un canal diferente a Whatsapp para comunicarse – Probablemente una de las más importantes. ¡Whatsapp no es un canal de comunicación para trabajo! El uso de Slack o de cualquier otra herramienta diferente a la de comunicación personal es fundamental. Siempre hemos oído que mezclar trabajo con la vida personal está mal, y eso es precisamente lo que pasa cuando trabajamos por Whatsapp. Usar herramientas como Slack le da estructura al flujo de trabajo, incentiva a la creación de esa Tribu cultural que buscamos y está comprobado, aumenta la productividad en al menos 25 %.

Contacto:
LinkedIn: Julián Torres*
Twitter: @juliantorresgo
*El autor es administrador de empresas de la Universidad de los Andes. Es cofundador de Fitpal y Ontop, una plataforma que le permite a las empresas contratar globalmente de forma legal y rápida.

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