Estos procesos de cambio no solo tienen que ver con acciones como renovar la imagen de la marca. Deben responder a cinco componentes básicos para ser exitosos.
El cambio es la única constante en las organizaciones, pues cualquier dinámica empresarial en algún momento demandará una transformación corporativa que cuestionará el propósito, los resultados y el negocio de la compañía.
Estos procesos de cambio no solo tienen que ver con acciones como implementar un nuevo sistema o renovar la imagen de la marca, necesariamente tienen que ir más allá. Es importante que respondan a un proceso holístico, por lo que quiero aportar cinco componentes básicos para el éxito de la transformación empresarial:
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1. Definir el propósito
¿Para qué cambiar? Es imprescindible contar con una razón potente y relevante para emprender un cambio, de lo contrario, no habrá transformación. A la vez, el objetivo del cambio, o “grito de guerra”, debe de ser medible, cuantificable y tangible para hacerle un debido seguimiento a la evolución de este.
Para identificar este propósito, es importante que haya un claro sentido de urgencia que solo se crea a partir de reflexionar en las consecuencias positivas de la transformación y en las consecuencias negativas de no hacerla. A futuro, sin este sentido de urgencia, los colaboradores no tendrán razones de peso para comprometerse con el proceso de cambio.
2. Comunicar, comunicar, comunicar
Es clave que todos los colaboradores de la organización estén enterados y sean constantemente actualizados de los avances del proceso. No basta con una comunicación inicial o un mail del CEO dando a conocer la transformación que emprenderá la empresa.
Es importante crear los espacios para dar a conocer las razones y la evolución de la transformación a través del tiempo. También es relevante escuchar las opiniones e intereses de los colaboradores, pues es una forma de evaluar los resultados de la transformación. Finalmente, hay que tener en cuenta la comunicación externa de este proceso, luego de validar qué mensajes dar a conocer a principales audiencias externas como clientes, aliados estratégicos u otros.
3. No te olvides de las personas
Por lo general, son pocas las veces en las que las empresas ubican a sus colaboradores en el centro del cambio. No obstante, este es uno de los componentes más relevantes pues el éxito de cualquier transformación dependerá, en gran parte, de las personas. Por ello, resulta clave preguntarse ¿los trabajadores están listos?, ¿conocen de qué se trata el proceso?, ¿cuentan con la preparación necesaria para afrontarlo?
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Vale la pena evaluar la necesidad de instaurar sesiones de entrenamiento o simulaciones. De hecho, dependiendo del nivel de transformación que se busca, la relevancia de la participación integral de las personas puede que sea mayor.
4. Reconoce y premia a tus campeones
Los líderes tienen que ser los primeros en adoptar el proceso de cambio con el objetivo de ser un ejemplo para su equipo. Si como líder, no eres un agente de este cambio, la transformación no se dará. Dicho esto, una vez los líderes dan ejemplo, se espera que parte de los trabajadores sigan estos comportamientos.
Es importante que la organización identifique a las personas comprometidas, alineadas con las expectativas de la empresa y que están transformando su actitud, para reconocerlas y premiarlas. Si no se premia a quienes están comprometidos con el proceso, estos “ejemplos a seguir” van a desaparecer y no existirán agentes espontáneos de cambio dentro de la organización que ayuden a impulsar las metas y objetivos.
5. Lo que no mides, no cambia
Hay que establecer un proceso de medición y seguimiento antes de iniciar el proceso. Si no es claro cómo será la medición y seguimiento, lo mejor es no lanzar el plan de transformación. Para ello, es relevante analizar las métricas, crear herramientas de control y determinar si estas variables ayudarán a evaluar el plan de cambio.
Estas métricas deben ser medibles cuantitativamente, puntuales, y tienen que pasar por periodos y procesos de evaluación y medición rigurosa. Esto generará un sentido de pertenencia, compromiso y responsabilidad por parte del equipo, quienes, junto a los más altos mandos de la organización, son los responsables de evaluar los avances del proceso.
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Estos cinco puntos resumen los factores que he identificado y determinado como relevantes en los procesos de transformación de las empresas. Es el momento de perder el miedo a vivir en constante cambio. Está en nuestras manos enfocar esfuerzos que preparen a las compañías a responder a las demandas de un mundo corporativo que se transforma permanentemente.
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LinkedIn: Alexis Langagne
*El autor es director general de Prosegur Seguridad para Latinoamérica Norte.
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