Esta semana la URF presentó el nuevo documento técnico que propone el primer modelo de open banking para Colombia. La construcción del marco normativo será un ejercicio público-privado que se dará en el 2021.
Con el fin de acelerar los servicios financieros digitales y ampliar la inclusión financiera, la URF ya tiene una definición inicial del modelo de open banking y la aproximación regulatoria para Colombia.
Pero, ¿se puede implementar open banking en Colombia? La respuesta es sí. El actual marco de Habeas Data se adecua lo suficiente para dar paso a la implementación del open banking de acuerdo con los principios claves de protección del consumidor, desarrollo de la competencia, promoción de la innovación y aseguramiento de la seguridad y la privacidad. Nuestra normatividad habilita a los consumidores la potestad para ordenar que sus datos se transfieran a terceros acreditados a su elección.
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¿Cuál es la propuesta preliminar del regulador?
Aunque lo que tenemos es una propuesta muy preliminar que puede estar sujeta a muchos cambios en el camino, es relevante conocer cómo arrancará esta conversación en el 2021 entre los actores del ecosistema con el fin de construir de manera colectiva el modelo que mejor se adapte a las necesidades y realidades de los usuarios, el sector financiero y la industria fintech. Aquí el resumen de las nueve propuestas presentadas:
- La implementación de open banking se realizaría de forma voluntaria. Siguiendo el enfoque de la Autoridad Monetaria de Singapur, la regulación buscaría facilitar los estándares, los requisitos mínimos de seguridad, la operación de los solicitantes de datos financieros y la responsabilidad de cada uno de los actores frente al consumidor alrededor del manejo de la información. De mismo modo, el gobierno brindaría acompañamiento en los proyectos o casos de uso que se planteen. En un siguiente artículo abordaré los pros y contras de este modelo.
- Sería un modelo de ‘Open Finance’ donde todas las entidades financieras podrían participar en las mesas de trabajo y plantear sus propios proyectos de la mano de fintechs, otras instituciones financieras, marketplaces, startups, proveedores o gobiernos.
- No se han definido aún las categorías de información que serían compartidas. Esto dependerá mucho de las APIs abiertas, cerradas o públicas que identifiquen las entidades financieras y los proyectos actuales de ‘Close Banking’ que están corriendo en el mercado.
- Se crearía un esquema de Terceros Proveedores (TPPs) que tendrían acceso a la información financiera de los clientes. El regulador plantea un modelo mixto donde se definan unas reglas mínimas de seguridad y criterios de verificación que las entidades financieras aplicarían a los TPPs, dejando en libertad a las partes de adoptar las medidas adicionales que consideren necesarias.
Es importante tener en cuenta que los TPPs al no prestar servicios financieros, no requerirán una autorización por parte la Superfinanciera, sin embargo, es posible que el modelo les exija de alguna manera unos estándares de seguridad y calidad en su operación. Sin duda, será una discusión muy profunda para determinar cuál sería el esquema de registro, supervisión y control de estos TPPs y la gobernabilidad requerida para que sea un modelo eficiente y seguro. ¿Deberíamos tener un modelo robusto como el que posee el Reino Unido o más libertario como el gringo?
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- Los estándares de información se definirían y adoptarían progresivamente dependiendo de los casos de uso implementados. Tenemos una oportunidad histórica para que desde la regulación se adopten estándares unificados que permitan la interoperabilidad esperada del ecosistema. Esto facilitaría a los TPPs conectarse a entidades financieras sin tener que realizar desarrollos individuales, permitiendo un modelo de open banking escalable y ágil para nuevos desarrollos tecnológicos. Ahora bien, la pregunta que viene es, ¿las fintechs de Colombia qué APIs buscarán acceder y qué entidades financieras estarían dispuestas a exponerlas?
- Esta regulación sería la base para la portabilidad financiera. La estandarización permitirá construir otros casos de uso, tales como la portabilidad de cuentas, para facilitar y simplificar la movilidad de clientes y dinero en el sistema financiero, a propósito del desarrollo de productos simplificados asociados al número celular y el modelo de dispersión del Gobierno para canalizar pagos de programas sociales aplicados durante la pandemia.
- El servicio de iniciación de pagos, elemental para desarrollar el ecosistema de open banking, sería regulado por el Banco de la República. Es clave recordar que próximamente Minhacienda radicará en el Congreso un proyecto de ley para unificar la regulación de los sistemas de pagos en el banco central, incluyendo el rol de los proveedores de servicios de pagos (PSPs) tanto vigilados como no vigilados.
- Preparar a los consumidores sobre las oportunidades y riesgos de compartir información financiera. El gobierno también considera relevante para la implementación del modelo, el diseño y desarrollo de programas de educación financiera digital que permita desarrollar capacidades en la población, con el fin de hacer uso correcto de sus productos digitales y su consentimiento para terceros.
- Habrá una coordinación entre las autoridades financieras y la SIC. Teniendo en cuenta que el modelo involucraría entidades financieras y no financieras en temas de protección al consumidor y tratamiento de datos.
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¿Cómo se realizará el proceso?
A través de una metodología de discusión público-privada que se desarrollará en los primeros meses del 2021, se llevarán a cabo unos talleres y mesas de discusión entre las autoridades y la industria sobre el alcance del modelo, los riesgos y estrategias de mitigación, el grado de centralización, la protección del consumidor, los requisitos de los terceros habilitados y las implicaciones para las entidades financieras.
Una vez se cumplan estas mesas, el regulador planteará durante el primer trimestre de 2021 el modelo a implementar y la hoja de ruta con su respectivo cronograma. Y para el segundo semestre, se esperaría tener la expedición de la regulación necesaria dependiendo del modelo que se construya.
Finalmente, habrá una fase de implementación del modelo de arquitectura abierta junto a las entidades financieras, y como complemento, de manera conjunta con la Superintendencia Financiera, se promoverá el uso del sandbox regulatorio para el desarrollo de pruebas controladas sobre diferentes usos de open banking. A partir de estos insumos, se construirá la reglamentación que propicie una adopción ordenada de los nuevos estándares.
En materia de open banking, también es importante mencionar que a través de las últimas circulares de la Superintendencia Financiera, las entidades ya están habilitadas para disponer de APIs, la información actualizada de productos, canales, puntos de atención, servicios y tarifas, en las condiciones que cada entidad determine y con la debida gestión de los riesgos asociados a este intercambio.
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La oportunidad
Al final, esta será una de las iniciativas más poderosas de la “ola fintech”, donde vamos a empoderar al cliente para que tenga un mayor control sobre sus datos financieros, y así, una mejor capacidad de elección. En Latinoamérica, Colombia sería el tercer país en implementarlo después de México y Brasil, y seguramente, si logramos que esta agenda sea lo más colaborativa, finalmente, impactaremos a muchas personas y comercios para que adopten servicios financieros digitales más accesibles, fáciles y útiles como siempre lo hemos deseado. Bienvenido, entonces, open banking a Colombia.
Contacto:
LinkedIn: Edwin Zácipa*
*El autor es administrador de Negocios Internacionales de la Universidad de La Sabana y Executive MBA Candidate del Inalde Business School. Emprendedor fintech con experiencia en Inteligencia de Negocios en banca retail. Movilizador en el ecosistema de emprendimiento e innovación de Colombia. Cofundador y anterior director ejecutivo de la Asociación de Fintech de Colombia.
Actualmente, lidera las operaciones en Colombia de Open Vector, firma de consultoría británica especializada en open banking. Es senior asesor de varias entidades financieras, gremios y fintechs en el país.