Pese a la pandemia, Bogotá sigue siendo el principal polo de atracción de inversión de Colombia. Estas son algunas de las oportunidades que puede aprovechar la capital en la nueva realidad.

A pesar de las dificultades que ha tenido que enfrentar por cuenta de la pandemia, que trajo consigo una de las peores crisis en los últimos 100 años, Bogotá sigue siendo el principal polo de atracción de inversión de Colombia y una de las ciudades más atractivas para hacer negocios de América Latina.

En medio de una nueva realidad para la que nadie estaba preparado, la capital ha venido aprendiendo cómo usar sus principales fortalezas, las cuales siguen vigentes en la actualidad, para hacerse más fuerte y retomar la senda de crecimiento que había alcanzado hasta la llegada del Covid-19.

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El escenario creado por la pandemia del coronavirus ha obligado a muchos sectores económicos a buscar estrategias que les permitan dar continuidad a los negocios. Un ejemplo de este tipo de estrategias es la de nearshoring. Ante una posible regionalización de las cadenas de suministro, es claro que hay oportunidades para la ciudad en la fabricación de productos o la prestación de servicios que vayan a ser ofrecidos en mercados regionales como el de Estados Unidos.

También existe una gran oportunidad para el fortalecimiento de Bogotá como plataforma logística para impulsar las operaciones de comercio electrónico, aprovechando la ubicación estratégica de la ciudad y su completa conectividad aérea. Esta visión de ciudad está alineada con los programas de reactivación económica en los que trabaja el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, lo que convierte al comercio electrónico en un canal con potencial de crecimiento y diversificación de los procesos de comercio exterior.

Uno de los sectores que más aportará al desarrollo económico y la atracción de inversión es el de infraestructura, con inversiones como las que se llevarán a cabo para la construcción de la primera línea del Metro y el Regiotram de Occidente. Además, se estima que la ciudad cuenta con un pipeline de proyectos por cerca de 9.000 millones de dólares para el desarrollo de obras en sectores como agua y saneamiento, renovación urbana, infraestructura social, ciudades inteligentes y movilidad.

A estos sectores y actividades económicas hay que sumarles industrias como las de tecnologías de la información y tercerización de servicios, industrias creativas, ciencias de la vida y manufacturas de valor agregado, que en los últimos años han aportado miles de empleos y millones de dólares en inversión.

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Si bien todas estas oportunidades están al alcance de la ciudad, Bogotá no es la única ciudad de la región que está detrás de grandes capitales internacionales o que busca posicionarse en este nuevo contexto económico. La materialización de las inversiones que espera tener la ciudad requiere que actores como el Gobierno nacional, la administración distrital y la empresa privada trabajen en conjunto para mantener el positivo clima de negocios que por años ha caracterizado a la capital de Colombia.

Además de recordarles a los inversionistas internacionales que Bogotá tiene una economía cuyo tamaño es superior incluso a las de países del continente, que tiene una fuerza laboral de más de 4 millones de personas o que cuenta con el primer aeropuerto de la región por movimiento de carga, la ciudad debe mostrar cómo se ha adaptado a la nueva realidad, cómo encaja en las nuevas cadenas de valor internacionales y cómo la inversión extranjera hace parte fundamental de la visión de futuro que Bogotá quiere para sus ciudadanos.

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LinkedInJuan Gabriel Pérez
* El autor es director ejecutivo de Invest in Bogota.

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