El sueño por ser el número uno y ganarlo todo lleva al empresario a perder lo más valioso, aquello por lo que inició su sueño. El fracaso es invisible y acá las razones.
En el mundo empresarial existe el mito de que el CEO debe dedicar la mayoría de su tiempo al trabajo, de siempre mostrar un alto rendimiento dentro de sus empresas sacrificando el valor de su tiempo, su familia, su salud y la posibilidad de disfrutar su bienestar. El ejecutivo solo-orientado-a-resultados debe sensibilizarse, actualizar su esquema de prioridades, y permitirse una vida equilibrada y en plenitud.
Todos los empresarios comenzamos con un sueño. Una alta producción de dopamina con los primeros objetivos cumplidos y la distribución de endorfina en el interior derivada de aprobaciones menores pero constantes en la idea central del negocio, constatan que el camino de emprender y el de tomar al toro por los cuernos es el correcto.
Lea también: Paso 1 para construir tu branding personal: diseñar el estilo de vida que quieres
Lógico y calculador, pero a su vez arriesgado y creativo. El empresario comienza a fantasear con el auto deportivo y la casa maravillosa que disfrutaría con su esposa e hijos. Siempre motivado y enfocado, paciente pero perseverante. Al inicio, la pasión lo muestra determinado ante sus familiares y amigos que comienzan a especular sobre su futuro y qué esperar del mismo.
Un empresario nunca olvida a su primer cliente, tampoco su primer contrato firmado y mucho menos al cierre de una ventajosa alianza pues para lograrlo le requirió un esfuerzo y empeño a tope. Sin embargo, cada desvelada, cada sábado en la oficina o libro de negocio adquirido lo justifica asociándolo al camino a la cima.
Con cada éxito, el CEO comenzará a experimentar la necesidad de lograr más, cae preso de la adaptación hedónica. “Cada récord de venta debe mejorarse, expandamos el mercado y actualicemos por completo nuestra oferta competitiva año con año”, se le escucha decir enérgico al empresario que ya puede medir su éxito por la cantidad de dígitos en sus cuentas bancarias. Sin embargo, esto podría ser el principio del fin pues el empresario empezará una carrera a toda velocidad, sin frenos, por cada vez lograr más.
Esta situación atrapará “al jefe” y no le ofrecerá una salida sensata. La operación le robará su energía y será celosa de sus horas y minutos. Sus pensamientos estarán solo en el escalamiento del negocio y su enfoque en mantenerlo adaptado al mercado. El tiempo se convierte en el recurso más valioso pero escasea. Socios, accionistas, aliados estratégicos, directores, gerentes, representantes de bancos y hasta periodistas se alimentan de los espacios libres de la agenda. El empresario se asfixia pero con una ligera sonrisa advierte que el camino a dominar su industria está comenzando.
Las matemáticas y los negocios tienen en común la exactitud de sus enseñanzas. A mayor (x), menor (y), y a menor (y) mayor (z), dictaría una función que aprendimos en la preparatoria. A mayor tiempo en la empresa, menor atención en tí y en tu familia. Y a menor atención en tí y en tu familia, mayor desapego a lo importante.
Lea también: Cómo la gente más exitosa del mundo construye su branding personal
Al tomar decisiones, el empresario suele olvidar el sueño inicial con el que empezó su travesía. Abandona e intercambia sus ideales en integridad y familia por los indicadores y la acumulación de ceros a la derecha. Ver crecer a sus hijos, estar junto a su familia y tener tiempo para uno es realmente el mayor triunfo que un empresario puede obtener en esta vida. Mientras todos corren como gallina sin cabeza en busca de dinero, se pierden de lo que en verdad importa.
Sin embargo, existe una salida. Si el empresario comienza a edificar el “aquí y el ahora” y aprende a soltar, delegar y detectar lo que es importante en el negocio, se termina consiguiendo aún mejores resultados empresariales pero ahora de la mano de quiénes son parte del sueño inicial.
Quiero hacer una invitación para que las prioridades de un empresario tomen un nuevo rol, crecer y escalar una empresa es importante, pero sentirse pleno es fundamental. En mis siguientes publicaciones iré detallando uno a uno los hacks y herramientas útiles para darle escalabilidad a tu negocio, pero poniendo tu vida como prioridad, de forma que puedas convertirte en un verdadero CRACK, tener resultados extremos pero también vivir tu vida intensamente, disfrutando al máximo.
Por: Oso Trava*
Instagram: @Osotrava
*El autor es emprendedor serial y especialista en crecimiento, productividad y propósito. En la última década ha fundado numerosas empresas de alto impacto y asesorado a cientos de empresarios a nivel internacional. Su podcast, Cracks, es uno de los podcasts de negocios en español más escuchados del mundo.