El colombiano Diego Caicedo y el chileno Andrés Abumohor vuelven a tener el control de Omnilatam, firma que habían vendido a una fintech británica que se declaró en bancarrota.
Cuando quieres que algo que construiste con tus manos no se desmorone, vuelves y tomas el control. Es lo que han hecho los cofundadores de Omnilatam, el colombiano Diego Caicedo y el chileno Andrés Abumohor, firma que en junio del año pasado había sido adquirida por la fintech británica Greensill Capital por un monto no revelado.
Ambos habían quedado a cargo de los activos de Greensill en América Latina, combinando la propuesta de las compañías de factoring digital para ayudar a pequeñas y medianas empresas que logren liquidez. Pero a finales de de marzo, Greensill colapsó y se declaró en bancarrota ante la imposibilidad de hacer frente a sus deudas.
La recompra, en una transacción de US$11.3 millones, se hizo a los activos de Greensill en Colombia y Chile con el respaldo del fondo 777 Partners con sede en Miami, reportó primero Bloomberg.
Caicedo señaló que quedaron sorprendidos con todo lo que ocurrió con Greensill, que son responsables por 200 empleados y su prioridad “es preservar” todo lo que construyeron. La compra no incluye los activos en México y Brasil, mientras que OmniLatam empezará desde cero en Brasil y está abierta a hacer adquisiciones.
Omnilatam informó que luego de la adquisición que había hecho Greensill, habían escalado en 2020 a US$800 millones los préstamos que habían otorgado, frente a los US$150 millones de 2019.
La fintech, que en 2020 fue considerada por Forbes como una de las 30 promesas de los negocios de 2020, monetiza anticipadamente las facturas que las empresas tienen por cobrar a 30, 60 o más días, otorgando desembolsos por medio de su plataforma financiera que, además de visualizar y realizar operaciones de factoring online y confimirng, permite monitorear el flujo de caja de la empresa para que se tomen decisiones,