Mónica Contreras, presidente de TGI, no solo lidera una de las empresas más grandes del país, sino que hace parte de juntas directivas de grandes organizaciones. Además, es una de las mujeres líderes para lograr cerrar la brecha en la equidad de género en los gobiernos corporativos y en la sociedad.

No solo tiene a su cargo la compañía que transporta el 54 % del gas natural que se mueve en territorio colombiano o se sienta en las juntas directivas de empresas como Postobón, sino que en los últimos años se ha vuelto un referente de liderazgo y de equidad de género, tras su paso por la presidencia de Pepsico y su activa participación en iniciativas como el Club del 30 % y Women in Connection.

“Ganar con la equidad de género, buscando crear una sociedad más diversa e incluyente, es algo que me inspira en mi condición de mujer y líder”, le dijo Contreras a Forbes. “Creo firmemente que mujeres que apoyamos a otras mujeres, sabemos que hay espacio para todas; y que la sociedad, las compañías y las personas triunfamos si día a día logramos cerrar las brechas que hasta la fecha existen”.

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Esa habilidad para pasar del sector de alimentos al de transporte de gas le ha puesto en el camino desafíos de innovación, con impacto social y que contribuye a la reactivación económica.

“Requiere que todos sus actores trabajemos de forma coordinada, no importa el segmento que representemos, en busca de un solo objetivo para hacer de Colombia y de los países donde cada uno opera, un mundo más sostenible y sustentable que impacta positivamente al desarrollo de sus economías”, asegura la presidente de TGI.

“Venir de un sector diferente, me ha permitido aportar desde una perspectiva desprovista de sesgos, colocando al país, al negocio y al usuario final, siempre en el centro de las decisiones; buscando crear ventaja competitiva dentro del segmento en el que TGI se desempeña. Igualmente, ha significado la oportunidad de liderar de forma cercana, participativa e incluyente, valorando la diversidad y gestionando la prosperidad colectiva y el desarrollo sostenible; factores comunes que han sido parte de mi inspiración a lo largo de mi carrera”.

Contreras considera que Colombia es uno de los países en América Latina donde la mujer ha alcanzado un rol importante, más no suficiente, porque aún existen oportunidades sobre las cuales se debe seguir trabajando para mostrar que hay mujeres capaces y facultadas para desempeñarse en diferentes roles para los que históricamente no han sido tenidas en cuenta.

“Uno de ellos es su participación en las juntas directivas y los C-level de las organizaciones, donde llegar a mínimos de participación femenina del 30 % ha demostrado contribuir a desempeños superiores, alcanzar resultados sostenibles e incorporar altos estándares para ser más competitivos”, apunta.

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Ella celebra que TGI y varias compañías haya incorporado recientemente a más mujeres a sus juntas directivas, no solo porque los estudios han demostrado el valor que esto trae para las empresas como un buen negocio, sino que además han sido las mismas mujeres encargadas de demostrar con resultados lo que su aporte permite al crecimiento, sostenibilidad, rentabilidad y buena reputación empresarial.

“Invito a quienes aún no lo han hecho, para reconfigurar estos equipos de dirección, no como una cuota establecida, sino como la posibilidad de engranar piezas activas en el que es uno de los principales órganos de decisión y acción de nuestra sociedad”, dice y agrega, “esta es, una buena forma de afrontar la reactivación que el país necesita para recuperar un camino hacia la prosperidad colectiva”.

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