Miguel Piedrahita está detrás de NoName, una firma que interviene empresas en etapa temprana con personas experimentadas, para que escalen, usando un modelo de alianza a largo plazo.

Un receso mental el que se alejó de cualquier trabajo fue, para Miguel Piedrahita, más bien una estación de combustible para reaparecer en la escena corporativa con una firma que está poniendo en la pista de hacer negocios un atajo que está introduciendo un novedoso modelo en pequeñas y medianas empresas.

NoName, basada en Medellín, tiene un equipo experimentado en áreas como mercadeo, operaciones, finanzas, legal y comercial, que se integra de lleno a pequeñas empresas para que dejen de ser pymes a través de una alianza a largo plazo.

“Es un proceso estructural de integralidad, asociado con que la compañía escale un nivel”, dice a Forbes Piedrahita, fundador y director de NoName. “Es una inmersión en la que les ponemos un equipo humano que traiga resultados, a cambio de acciones en la compañía”.

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Como hijo del fallecido expresidente de Nutresa Carlos Enrique Piedrahita, Miguel tiene una vena empresarial que lo ha llevado a desarrollar una carrera en la banca corporativa y a tener asientos en varias juntas directivas, pero dice haber querido tener algún respaldo cuando siendo CEO de la marca de vestidos de baño Maaji, negoció en 2017 sin el acompañamiento de ninguna banca de inversión la adquisición por parte de una filial de Louis Vuitton. “Ahí sentí el dolor de las pymes para poder traerse un súper talento humano”.

Por ello salió a conseguirse US$1.75 millones iniciales para arrancar este concepto en el que el único pago de las compañías a cambio de la intervención es equity (una participación accionaria), calculada a partir de los resultados que se vean.

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A un año de haber arrancado estas operaciones, se han asociado con la fintech Finaktiva, en su proceso de rebranding y en la estructuración de una alianza con Sura Investment Management para crear un fondo de deuda privada de más de $350 millones; con la diseñadora de joyas Mercedes Salazar, que cerró el 2020 con un crecimiento de 60 % en su canal digital; con la plataforma de alimentación saludable Superfüds, que tiene previsto duplicar sus ventas este año frente a las del año anterior e Inmotion Group, una firma que pretende optimizar a movilidad de personas con el análisis de datos.

“Hay empresas familiares a las que no les gusta este modelo ni comprometer su composición accionaria, así que también nos inventamos un esquema en el que uno hace unas cuentas en participación en función de la curva de ingresos y nos quedamos con un pedazo pagado en efectivo”, explica Piedrahita, sobre otras ocho asesorías que han hecho. Santiago Villegas, un financiero que ha trabajado en banca de inversión; Felipe Agudelo, quien fue el director digital de una marca de ropa, y Catalina Hoyos, quien también viene del sector de la banca, son algunos de los 12 ‘nonamers’ como se denominan los miembros del equipo.

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“Este no es un negocio de cantidad, es de calidad”, sostiene Miguel. “Tenemos que escoger muy bien un equipo que tenga unas capacidades de impacto muy profunda en cada una de las compañías que intervenimos”.

Con toda esta estructura, alegan que esta es una forma de organizar la casa de manera integral las empresas en etapa temprana para que mejoren el desarrollo de canales de abastecimiento, distribución y acceso a nuevos mercados. Esto va dela mano de la gestión de las finanzas corporativas, que permite crecer en ventas y adelantar proyectos de crecimiento para los que quizás las pymes no cuentan ni con el talento humano ni con los recursos, o simplemente no los tienen en el radar.

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Paralelamente, “como una forma de agradecimiento para promover el desarrollo social, ambiental y económico” han estado desarrollando intervenciones en forma de donación durante un periodo de tiempo reducido con Juniper, una marca de sparkling water, tónicas y mezcladores; Sofía Gómez, la apneísta profesional colombiana, así como con Taller de Hierbas, True, Noise, SiembraViva, El Cielo y La Carpintería.