Estamos viendo cómo se genera un nuevo tipo de consumidor, dispuesto a pagar más por productos que sean amigables con el ambiente. ¿Qué medidas toma el sector empresarial para transformarse?
La sostenibilidad pasó de ser una palabra, cuyo desarrollo se gestaba en círculos académicos, a ser un grito constante del nuevo consumidor, voces que se intensificaron con el momento retador que estamos viviendo, pues al parecer trajo consigo un nuevo nivel de conciencia frente al consumo responsable y el trato que debemos darle como comunidad al medioambiente.
De acuerdo con un reciente estudio global realizado por el IBM Institute for Business Value, 9 de cada 10 personas encuestadas indicaron que la aparición del Covid-19 afectó sus puntos de vista sobre la sostenibilidad medioambiental y el 73 % dejó claro que abordar el cambio climático era extremadamente importante para ellos.
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Según esta misma encuesta, los consumidores están dispuestos a cambiar la forma en la que compran, viajan, elijen a un empleador e incluso donde realizan las inversiones personales como consecuencia de esa nueva conciencia de sostenibilidad. Casi la mitad (48 %) de los inversionistas personales encuestados consideran la sostenibilidad ambiental en sus portafolios de inversión y un 21 % dice que es probable que lo haga en el futuro.
Estamos viendo cómo se genera un nuevo tipo de consumidor, dispuesto a pagar más por productos que sean amigables con el ambiente, que garanticen un manejo asertivo de los recursos y que provengan de compañías cuyo propósito esté alineado con la protección del planeta.
Esta nueva conciencia colectiva lleva al sector empresarial a cuestionarse sobre las medidas inmediatas que debe tomar cualquier marca de cara al cliente. Ahora bien, ¿Cómo lograrlo?: Con liderazgo.
El primer cambio que se debe dar es lograr que los tomadores de decisiones en las compañías tengan una verdadera convicción con los beneficios económicos y sociales que trae consigo la sostenibilidad ambiental, toda vez que serán ellos quienes deban aprobar las diferentes inversiones para lograrla. Inversiones que van desde reformas en la manufactura de sus productos, pasando por la cadena de abastecimiento y llegando hasta la gestión adecuada de los activos y subproductos que se generan.
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Es aquí donde la tecnología juega un papel fundamental en la ecuación, pues con la ayuda de tecnologías innovadoras como la Inteligencia Artificial, Blockchain y la analítica de datos podemos mejorar la gestión energética, reducir las emisiones de carbono, optimizar las cadenas de suministro.
Las cartas están en la mesa, los objetivos de desarrollo sostenible nos invitan a navegar por un nuevo mundo, la permanencia y subsistencia de las compañías depende de la toma de decisiones ágil e innovadora. La tecnología es ya ese aliado incansable que permitirá seguir empujando el desarrollo mientras trabajamos por ese propósito colectivo de sostenibilidad que el nuevo consumidor exige.
Por: Catalina Rengifo Botero*
*La autora es Gerente senior de Relaciones con Gobiernos en la región para IBM.
Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes Colombia.