Esta es una presentación que le da a los potenciales inversionistas un abrebocas de su negocio, con información clave como de dónde vendrá el dinero. Acá detalles de cómo prepararlo.
Tienes una idea de negocio, estás completamente determinado(a) a sacarla adelante y ahora necesitas salir a buscar inversionistas. Si quieres levantar capital de ángeles de inversión o fondos de capital, el primero paso que debes dar es crear un pitch deck. No importa si estás apenas comenzando, o si ya has levantado alguna financiación antes, todas las etapas de levantamiento de capital de un startup van acompañadas siempre de un buen deck para mostrarle a los inversionistas.
Un pitch deck es una presentación que le da a los potenciales inversionistas un abrebocas de tu negocio, información general de cómo funciona y cómo haces dinero, lo que has logrado hasta el momento y tu visión a futuro con el dinero que estás buscando. Hay probablemente decenas de razones por las cuales tu empresa o idea de negocio es genial, pero las personas solo pueden acordarse de unas cuantas de ellas después de una reunión.
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El secreto de un buen pitch deck es lograr que esas tres o cuatro cosas que las personas recuerden de tu compañía sean las mas importantes y sobresalientes, para que cuando estén discutiendo con su comité de inversión o ayudantes en la toma de decisión, salgan a relucir y maximicen tus chances de lograr un cierre.
Muchos emprendedores creen que en un pitch deben entrar al máximo nivel de detalle de sus compañías para que el inversionista puede ver que está hablando con alguien profesional y analítico, sin embargo, expertos afirman que un adulto sano tiene una capacidad de atención de 10 a 20 minutos. Incluso, un estudio de Microsoft reveló hace un tiempo que la capacidad de atención de un ser humano en internet ronda los 8 segundos. Por lo tanto, en un pitch uno no debería extenderse, sino lograr comunicar eficientemente los puntos clave que hacen que nuestra empresa sea el próximo unicornio en unos cuantos minutos. El resto, es adorno. Más si estamos presentando por medio de video llamadas, que implica mayores distracciones para el inversionista que nos está oyendo.
Como yo lo veo, un pitch es como una primera cita. Uno no debería mostrarlo todo el primer día y se debería dejar algo para la imaginación y el deseo. Una inversión es como un matrimonio y por lo tanto es fundamental que juguemos el proceso de cortejo como es. El pitch deck debería dejar al inversionista con curiosidad de saber más, con preguntas y manteniendo un poco de misterio. No nos deberíamos presentar como totalmente disponibles en el mercado, porque al igual que en el cortejo, entre menos disponibilidad tengamos y más competencia haya, más atractivos nos volvemos.
Si nunca hemos hecho un pitch deck, el proceso inicial puede ser un poco abrumador. Decidí escribir esta corta guía para ayudarle a todos los emprendedores que están empezando e incluso a los que ya han levantado capital y quieren refinar un poco sus presentaciones, porque se lo difícil que puede ser pensar en este ejercicio y al tiempo tratar de sacar adelante una compañía y lidiar con tantos problemas.
Tener un buen pitch deck estructurado, maximiza nuestras posibilidades de levantar capital.
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Los 4 secretos de un pitch deck que casi nadie aplica
1. Simplicidad:
Ser simples nos da miedo porque de alguna manera asociamos las ideas cortas y concisas con la mediocridad. En la academia se nos enseñó a analizar, profundizar y elaborar nuestras ideas. Pero nada puede estar más alejado de la realidad. No hay nada más difícil que simplificar y sintetizar. El mundo está lleno de charlatanes que pueden hablar horas y horas y escribir cientos de páginas al detalle, pero la gente que realmente sabe de lo que habla puede comunicar sus ideas en una frase o hasta una palabra.
Las ideas simples son fáciles de entender. Una idea simple expresa UNA idea. No llenes tus diapositivas de varias ideas a la vez porque así es como se vuelven complejas. Como regla general una diapositiva debería tener no más de 15 % de texto. Más de eso termina complicando una idea. Recuerden que queremos que la gente se acuerde de lo que hacemos.
2. Obviedad:
Las diapositivas obvias son las que pueden ser entendidas en su totalidad con solo mirarlas. Un test rápido para saber si nuestra diapositiva tiene esa cualidad es mostrársela a un total extraño y preguntarle si entiende lo que dice.

La mayoría de emprendedores que conozco caen en la trampa de intentar explicar sus ideas con conceptos complejos que suenen técnicos y sofisticados como: “Somos una solución para la gestión documental de contratación internacional asegurándonos de cumplir las normativas laborales vigentes de cada país y realizando giros y remesas internacionales a través de nodos locales de pagos que se auto gestionan con el input de los usuarios”. ¿Qué rayos quiere decir todo eso? Contrario a decir: “Ontop le permite a las empresas contratar y pagar internacionalmente de forma fácil y rápida”.
Eliminar PALABROTAS o conceptos complejos es lo mejor que podemos hacer para comunicarnos eficientemente.
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Muchas veces por sonar sofisticados y letrados en un tema, perdemos de vista que estamos ante una audiencia que probablemente no tiene idea de lo que estamos hablando. Las ideas que son obvias son muy rápidas de entender y tienen una mayor probabilidad de retención en el cerebro humano. Si los inversionistas no entienden el punto al que quieren llegar rápido, procederán a revisar su email o a tratar de hacer algo para optimizar su tiempo.
Si hay gráficas, intentar que sean lo más sencillas posibles y que puedan ser explicadas con una frase.
3. Legibilidad:
Si no la pueden leer, no la van a poder entender. Intentar meter en una presentación la explicación a detalle de cómo funciona algo o un pantallazo de cierta sección de la plataforma no nos va a ayudar de nada. Lo que los inversionistas puedan leer es bastante probable que pase desapercibido y genere más distracciones.

Adicionalmente, es importante recordar que un inversionista no va a invertir en nuestras diapositivas, invertirá en nosotros. La presentación debe ser un apoyo para resaltar las ideas más importantes y para enfatizar algo que estamos diciendo. A mi siempre me gusta basarme en las presentaciones de Apple o de Y Combinator que se caracterizan por ser minimalistas. Unos consejos prácticos para mejorar en este aspecto son:
- Usar texto grande
- En negrita para las ideas más importantes
- Un tipo de letra simple
- Con un buen contraste con el fondo
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4. Longitud y duración
Una presentación bien hecha no debería durar más de 15 minutos y tener más de 15 diapositivas simples, obvias y legibles. Si no podemos contarle a alguien lo que hacemos en ese espacio y tiempo, es probable que ni siquiera nosotros entendamos bien qué es lo que estamos construyendo.
Como la capacidad de atención de los humanos se está reduciendo cada vez más, tenemos que esforzarnos por hacer nuestras intervenciones cortas y dejar espacio para preguntas en las cuales podamos profundizar más. Este primer abrebocas es muy importante que sea corto y al grano, dejando claras las ideas importantes que queremos que se lleven de nuestra compañía.
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Si siguen estos consejos la presentación será exitosa. El objetivo es emocionar a los potenciales inversionistas para que quieran darnos esa segunda reunión en la cual quieren conocer más sobre el negocio. El pitch deck debe ser un coqueteo muy fino que deja a las personas con ganas de conocernos más. Asegúrense de arreglarse bien, no sobre producirse, ser claros, persuasivos y dejar algo de misterio para la segunda cita.
Contacto:
LinkedIn: Julián Torres*
Twitter: @juliantorresgo
*El autor es administrador de empresas de la Universidad de los Andes. Es cofundador de Fitpal y Ontop, una plataforma que le permite a las empresas contratar globalmente de forma legal y rápida.
Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes Colombia.