Juliana Arbeláez nació en Medellín, dejó a un lado la natación y se dedicó a la academia. Tras graduarse como ingeniera petrolera, consiguió un puesto como asistente de investigación en República Checa. Hoy utiliza modelos informáticos para medir impactos del cambio climático.
A los 18 años, Juliana Arbeláez representaba a Colombia en natación artística competitiva, pero ahora reside en la República Checa utilizando modelos informáticos para medir los impactos del cambio climático. También ayuda a defender a las mujeres en las carreras STEM (Ciencia, tecnología, matemática e ingeniería).
Arbeláez, que ahora trabaja en la Academia Checa de Ciencias, dice que sus modelos se centran en el impacto del cambio climático en los sistemas hídricos, la transformación de la tierra, la energía y la agricultura.
“En la comunidad del cambio climático hay científicos que han estado trabajando durante 30 años recopilando datos que se pueden usar en los modelos”, dice. “Ahora estamos usando puntos de datos de satélites, de fuentes marinas, de datos agrícolas, tanto en el nivel nacional y regional “.
Arbeláez dice que, desafortunadamente, los registros del sur global no son tan completos. “Los registros simplemente no se remontan tan lejos como en Europa, por ejemplo”. A pesar de eso, estos modelos son cruciales para el futuro de los países del sur global (países en vía de desarrollo).
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“En el Sur global, los recursos hídricos están bajo mucho estrés”, dice. “El agua está en el sur, por lo que es importante saber cuáles serán las tensiones y las estrategias de adaptación”.
Con suerte, dice Arbeláez, el modelado financiado en el norte puede ayudar a predecir los resultados en otros lugares. “La idea es que todos estos puntos de datos sean transparentes y accesibles para todo el mundo”, dice, “casi todo es de código abierto”.
De nadadora a ingeniera modelador climático
Arbeláez creció en Medellín, Colombia, asistió a una escuela privada y tuvo la oportunidad de competir a nivel nacional en natación artística.
“Mis padres son médicos y se enfocaron en darme una buena educación, viajamos y apoyaron todo mi crecimiento artístico y personal”.
En la escuela secundaria, le gustaba la física y los temas ambientales, por lo que decidió retirarse de la natación para ir a la universidad. Después de obtener un título en ingeniería petrolera y un posgrado en modelización ambiental, Arbeláez consiguió un puesto como asistente de investigación en la República Checa.
Arbeláez argumenta que en el campo del clima, las mujeres y aquellos países en desarrollo serán los más afectados por el cambio climático. “El sur global es la parte del planeta menos preparada para el cambio climático, pero tiene un papel importante que desempeñar en la estabilidad del planeta”, dice, y agrega que el cambio climático conducirá a ganadores y perdedores, no solo geográficamente, sino también socioeconómicamente.
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Papel de la mujer
Arbeláez añade que incluso dentro de la comunidad de investigación del cambio climático, siguen existiendo brechas culturales y de género.
“Esto tiene que cambiar”, destaca. “Todos los domingos en Instagram, entrevisto a una mujer diferente en STEM, pero desafortunadamente muchas de ellas están fuera de Colombia”.
Ella dice que para las mujeres en América Latina, la representación sigue siendo un problema. “Nunca tuve una mujer a la que admirar cuando estaba haciendo mi licenciatura, solo había una maestra”, sostiene. “Elevar la representación es realmente importante y también es importante crear un espacio seguro para que las mujeres avancen en el campo. “
Pero para que ocurra el cambio, se necesita más que representación. “Tiene que haber voluntad política para poner más énfasis en cerrar las brechas en términos de legislación que ayude a las mujeres a seguir adelante en sus carreras, por ejemplo, la licencia por maternidad”.
Publicado en Forbes US | Autor: Andrew Wight