Changpeng Zhao, CEO y cofundador de Binance, asegura que el avance de las criptomonedas en esta década ha sido mayor del esperado, pero también reconoce que la industria aún está en fase inicial, pues todavía tiene muchas aplicaciones esperando ser descubiertas.
El último par de meses ha sido un constante sube y baja en el precio de las criptodivisas. La aparición de Elon Musk en el programa humorístico ‘Saturday Night Live’ el pasado 8 de mayo, así como sus polémicos tweets acerca de monedas como Dogecoin o Bitcoin, que dejó de ser aceptada en la empresa de automóviles eléctricos ‘Tesla’ por su impacto medioambiental, tienen a los participantes del negocio con la mirada pegada al movimiento del valor de su patrimonio cripto… excepto a uno.
“No calculo esos números, pues no me impactan. Incluso si el bitcoin cae a US$3, seguiré manteniendo mi estilo de vida, que no es extravagante ni lujosa”, dice a Forbes Changpeng Zhao, más conocido como CZ, CEO y fundador de Binance, el exchange de criptomonedas más grande del mundo. “El dinero es importante y todo el mundo necesita libertad financiera para no preocuparse. La gente puede no creerme, pero no calculo mi dinero a diario. He visto tantas fluctuaciones como estas que estoy muy cómodo con ello”.
Su discurso empata con su comportamiento. Vistiendo una camiseta negra sencilla y con una sonrisa constante en su rostro, atiende la entrevista de Forbes en sus oficinas. Durante la charla demuestra que es tanta su confianza en las criptomonedas, que prácticamente toda su fortuna está localizada en dinero digital, especialmente en Binance Coin (BNB), la criptodivisa nativa de Binance. Tanto así, que tampoco sabe con certeza cuánto de su patrimonio está ahí. “Tal vez 95 %, 97 %, 99 %, la verdad no sé”.
Irónicamente, a CZ no le sedujo el mundo de las criptomonedas hasta 2013, como él mismo confiesa, luego de cruzarse con mucha gente en la industria monetaria que empezaba a pensar en el intercambio de divisas electrónicas. Incluso, al momento de unirse, decidió hacerlo a una empresa ya existente con uno de sus amigos, en vez de fundar la suya propia.
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Dos años después, cuando el mercado aún era muy pequeño, abandonó esos negocios y empezó su propia red, aunque el interés en el mundo cripto todavía era bajo para entonces. La gran oportunidad llegó en 2017, momento en que la posibilidad de trabajar con volúmenes grandes era mucho mayor, alcanzando miles de millones de dólares en intercambios al día y en los que usualmente se cobraba alrededor de 1,2 %. Sin embargo, la convicción de brindar una plataforma mucho más económica y captar más usuarios aún estaba ahí.
“Cuando un país empieza a usar otra divisa como propia, los factores como la inflación son subjetivos. Cuando usas bitcoin, esos problemas se van”
changpeng zhao, más conocido como cz, ceo y cofundador de binance
Ese fue el impulso que le permitió empezar Binance en el mismo año. Desde entonces, la plataforma cuenta con alrededor de 15 millones de usuarios activos, cifra que también varía según el nivel de interacción, que suele estar calmado cuando los precios están bajos, pero logra más usuarios cuando los valores suben.

Con respecto a Binance Coin, CZ reconoce que la idea es muy simple: “Queremos que tenga la mayoría de usos posibles. Entre más gente tengamos usándola, mejor”. Ahora sirve para reservar vuelos, hoteles y en la central de intercambio de Binance, entre otros, pero el ejecutivo tiene claro que la intención es construir muchos más, sobre todo si se tiene en cuenta que “más de la mitad de nuestros usuarios tienen la moneda”, totalizando hasta 25 millones de personas que poseen al menos un poco de Binance Coin. “Si un país la adopta legalmente, y otros comercios pueden usarla para aceptar pagos, será genial”, dijo.
El ‘efecto Musk’
Durante la charla, CZ vaticinó con absoluta certeza que, eventualmente, la fluctuación de las criptomonedas podrá ser inmune al ‘efecto Elon Musk’. Para el ejecutivo, parte del análisis también radica en el tamaño de la industria, que tiene entre 1.000 millones y 2.000 millones de usuarios que manejan al menos una criptodivisa en el mundo, aunque reconoce que no hay datos muy certeros al respecto.
También hay que tener en cuenta que muchos de ellos no están observando el mercado de manera activa, sino que solo están atentos a las reacciones de Musk en Twitter, dejando apenas 10 % del total como negociantes activos. “Elon tiene 57 millones de seguidores, entonces su fan base es lo suficientemente grande para compararla con la población activa en criptodivisas que tiene Twitter, que suelen ser traders muy operantes”.
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Frente a las interacciones en redes sociales, fue claro al afirmar que “no apoyo la forma en la que Elon tuitea. Lo respeto mucho y creo que es un emprendedor muy fuerte, pero es un tuitero muy impredecible, y en esta industria tenemos que aprender”.
Otro aspecto que fortalece la confianza de CZ en la desaparición del ‘efecto Musk’ es que cada vez más gente se está uniendo a la industria. “Si 7.000 millones de personas usaran cripto, el impacto disminuiría a la par que la capitalización de mercado del bitcoin crece”, añadió.
Panorama mundial
Binance funciona en 180 países donde la operación principal es el intercambio de criptodivisas, que actualmente llegan a 400 dentro de su servidor y que pueden ser negociadas por los usuarios sin importar su ubicación, lo que le ha permitido a la plataforma mantener un crecimiento simultaneo en todas las naciones donde tiene presencia. Gracias a ello, CZ ve a su compañía como el startup más internacional del mundo, pues “nos movemos de forma muy distinta a los emprendimientos tradicionales, que crecen en un país primero y luego van al siguiente”.
No obstante, ese crecimiento también viene condicionado a la manera en la que funcionan las cripto en cada región del mundo, y aquí sí hay diferencias importantes en materia de regulaciones y niveles económicos, factores que impactan en la forma en que se usan. Por lo mismo, Forbes consultó a CZ acerca del potencial de las monedas electrónicas en las distintas regiones del mundo.
El ejecutivo elogió países como Estados Unidos, donde reconoció que hay mucha innovación en el hecho de que el bitcoin y las criptodivisas son legalmente aceptadas como cosas que se pueden poseer, aunque tienen regulaciones muy fuertes en las finanzas tradicionales, sobre todo en cómo clasificarlas (activo, commodity, moneda…). Un factor que aumenta su impacto es el intercambio de criptomonedas como Coinbase en Nasdaq, prueba de la aprobación y aceptación de la industria en dicha nación.
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En el caso de China hubo una aproximación totalmente diferente, pues el país está tratando de tener su propio banco central de criptodivisas. Este hecho hace que, si bien no dan la bienvenida a las plataformas de intercambio para operar, es legal que sus ciudadanos tengan bitcoin.
Otra nación que manejó un acercamiento distinto fue Japón. Pese a ser el primer país que reconoció el bitcoin como una tendencia legal, no forzó a todos sus comerciantes a aceptarlo, permitiéndoles elegir si lo reciben o no. A eso se une la cautela que manejan con las ICO (Initial Coin Offering), que no suelen estar permitidas, obligando a que los exchangers solo puedan invertir en un número limitado de criptomonedas, que oscila entre 20 o 30, por lo que trabajan con bitcoin en su mayoría.
En el caso de Europa, el Banco Central Europeo pide una mayor regulación al respecto, teniendo en cuenta que los países de la comunidad no tienen sus propias divisas, lo que hace mucho más compleja la tarea de aceptar criptomonedas. Por otro lado, África no cuenta con una estructura financiera tradicional, pues solo 11 % de la población tiene una cuenta bancaria, lo que abre una ventana para que muchos de sus habitantes no necesiten una, sino que vayan directo a las cripto en su lugar.

Donde no ha tenido un camino fácil ha sido en Reino Unido, pues el gobierno británico prohibió las operaciones digitales en circulación de la empresa el pasado 27 de junio debido a que “no contaba con los permisos legales para operar en el país” según la Financial Conduct Authority (FCA), entidad de control financiero en dicha nación.
Por su parte, a América Latina le ha ayudado tener gobiernos que adoptan un estatus positivo en materia regulatoria, como sucedió en El Salvador a comienzos del mes pasado, cuando se convirtió en el primer país del mundo en convertir al bitcoin en moneda de curso legal. A pesar de ser un país de tan solo seis millones de habitantes, la decisión tiene connotaciones enormes para las criptomonedas, a la espera de saber si se adoptarán como tendencia legal. “Esto tiene implicaciones muy interesantes, pues eso significa que, si viajo a El Salvador, en teoría sería capaz de pagar todo en cripto”, comentó CZ.
“Cuando un país empieza a usar otra divisa como propia, los factores como la inflación son subjetivos. Cuando usas bitcoin, esos problemas se van, entonces se puede ver como esto impacta en la economía de una manera positiva, pues la gente puede volverse más rica, y estamos viendo como otros países tratan de seguir sus pasos. Esto es enorme”, añadió.
En el caso colombiano, el director de operaciones de Binance en Latinoamérica, Bryan Benson, comentó a Forbes que el país representa importantes avances para la empresa en la región, destacando que actualmente forma parte del sandbox que lanzó la Superintendencia Financiera en alianza con Davivienda. Con esto, se espera que los usuarios tengan mayor alcance al mundo cripto, mientras que la empresa avanza en el área de educación con su plataforma gratuita ‘Binance Academy’.
“La experiencia de las criptomonedas es nueva en economías cerradas que no son un porcentaje fuerte en el mundo, pero podría tener repercusiones en esos mercados financieros en el futuro”.
alejandro beltrán, ceo de buda
El futuro
Para Alejandro Beltrán, CEO de Buda, un exchange latinoamericano, hay ciertas asimetrías regulatorias en diferentes partes del mundo, pero algunos países occidentalizados ya tienen una línea similar a la que está tomando otros como Estados Unidos o Alemania, que denominó al bitcoin como dinero privado, dándole facultades de medio de pago, pero sin convertirla en moneda legal.
Contrario al avance que se ve en varias regiones del mundo, en Latinoamérica si existen diferentes posturas que divergen un poco del concepto global, según señaló Beltrán. En el caso de Colombia, las cripto se acercan más a bienes inmateriales que a conceptos determinados o una ley, distinto al caso de México, donde la ley Fintech declara las criptomonedas como archivos digitales.
“Hasta ahora, la experiencia de las criptomonedas es nueva en economías cerradas que no son un porcentaje fuerte en el mundo, pero podría tener repercusiones en esos mercados financieros en el futuro”, concluyó.
Mas que preocupación por la repercusión económica, uno de los factores de mayor impacto es el desconocimiento de la tecnología cripto. Esto incluye un componente educativo que lleva a la pregunta del millón: ¿cómo aumentar la adopción?
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Para CZ, la respuesta podría responderse más rápido de lo que se piensa, teniendo en cuenta la velocidad de los avances que está manejando la industria. “Para ser honesto, pensé que tomaría 10 años alcanzar este punto, en el que un país acepta bitcoin como una moneda legal, pero esta industria crece muy rápidamente”, declaró sin ocultar su emoción ante los pasos de gigante que ha dado un negocio que aún sigue siendo chico.
CZ se acomoda sus anteojos y pasa de la euforia al realismo, reconociendo que el mercado de criptomonedas apenas está iniciando. Si bien la gente ya comercia con cripto, aún no ha despegado del todo en aplicaciones básicas, como los pagos, y hasta ahora se está viendo el inicio de los países adoptando las criptodivisas, factor que puede llevar al inicio de una nueva e importante etapa de descubrimiento en cuanto a sus aplicaciones, que podría ocupar los próximos diez años.